Quince años tiene mi amor. La canción del Dúo Dinámico se apaga en el sucedáneo de guateque cuando descubrimos que esos quince años, la niña bonita del vulgo matemático, son los que miden la ausencia de una chiquilla que es la novia de Sevilla, los que tabulan una injusticia sin parangón, los que nos sonrojan y avergüenzan como sociedad, como país, por el cúmulo de negligencias, también como gremio hoy que celebramos la festividad de nuestro patrón, san Francisco de Sales.

Quince años sin una sola pista del paradero de Marta del Castillo. La veo en los años que ha seguido cumpliendo mi hija Andrea, como Marta cosecha de 1991, último año capicúa del anterior milenio. Es increíble que nadie del entorno criminal que acabó con su vida haya cometido un desliz, una contradicción que llevara a los investigadores a seguir una pista medianamente fiable. Si España es algo es un país de chismosos, chivatos y delatores que no casa con ese escudo coriáceo para esconder el cadáver de Marta en las profundidades del mar de las infamias, como el pecio de un galeón naufragado. Si España hasta organizó una guerra civil que fue un congreso internacional de chismes, habladurías y maledicencias para saldar viejas deudas o conseguir promociones sociales. Da igual que ya no esté en la programación, pero el Sálvame lo llevamos en las entrañas, hasta el presidente del Gobierno lamentaba su desaparición como si fuera la Revista de Occidente o el festival de Música Religiosa de Cuenca.

Han pasado dos Papas, tres presidentes del Gobierno y cinco alcaldes y nadie sabe nada del paradero de Marta del Castillo. Llegaremos antes de nuevo a la Luna, asistiremos a las prédicas de la Inteligencia Artificial, volverán las oscuras golondrinas de las restricciones de agua y seguiremos sin noticias de la chica cuya mirada en los carteles es un alegato, una catilinaria contra el conformismo de las inercias. En su estancia en Sevilla, igual Hillary Clinton ha visto alguno de los carteles para este nuevo recordatorio: mirada dulce como una Inmaculada de Murillo o de la Roldana. Mientras no cierren el duelo, que debería ser un asunto colectivo, no doméstico, los padres de Marta y su abuelo mueren todos los días, puntualmente, y su ejemplo y porfía admirables socializan el ámbito privado de una hija que no volvió, de un cuarto vacío, de una luz encendida.

Última semana de enero, cuesta infernal con las muertes de la temporada: 47 años de la matanza de Atocha (otro infausto 24 de enero), 26 años del asesinato de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García Ortiz en la noche oscura de la calle Don Remondo, 15 años de la desaparición de Marta del Castillo, un icono para todos, una hija, una hermana, una nieta para sus seres queridos, quince años de dolor en la sucursal de la casa de Bernarda Alba. Los restos de Marta del Castillo claman al cielo, a los cimientos de la tierra, mucho más que los restos de Lorca. Éstos se subliman en los millones de lectores. La sonrisa de Marta, su mirada ahora sabemos que sin futuro, es un incunable en la Enciclopedia del Oprobio. Marta del Castillo, el olvido que no seremos. Quince años.

QOSHE - El maleficio de la niña bonita - Francisco Correal
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

El maleficio de la niña bonita

3 0
24.01.2024

Quince años tiene mi amor. La canción del Dúo Dinámico se apaga en el sucedáneo de guateque cuando descubrimos que esos quince años, la niña bonita del vulgo matemático, son los que miden la ausencia de una chiquilla que es la novia de Sevilla, los que tabulan una injusticia sin parangón, los que nos sonrojan y avergüenzan como sociedad, como país, por el cúmulo de negligencias, también como gremio hoy que celebramos la festividad de nuestro patrón, san Francisco de Sales.

Quince años sin una sola pista del paradero de Marta del Castillo. La veo en los años que ha seguido cumpliendo mi hija Andrea, como Marta cosecha de 1991, último año capicúa del anterior milenio. Es increíble que nadie del entorno criminal que acabó con su vida haya cometido un desliz, una........

© Diario de Sevilla


Get it on Google Play