Vamos perdiendo
Analistas de la política internacional se cuestionan estos días cómo es posible que el país más poderoso de la tierra vaya a tener que elegir a finales de este año entre un delincuente que se equivoca de nombre al referirse a su esposa, y un octogenario que confunde a Macron con Miterrand. Que la misma sociedad que inunda el mundo de móviles con inteligencia artificial sea incapaz de encontrar candidatos capaces de ofrecer futuro, es para preocuparse seriamente por la salud del Imperio. En cuanto a democracia harían bien en cuestionarse cómo alguien que alentó la ocupación del Congreso y ha sido........
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