Por: Gerardo Aldana García
El joven, Emanuel, venido de El Doncello, Caquetá, egresado de un colegio público, de estrato socioeconómico Nivel Dos, con natural emoción decía, hace un par de noches cuando le he preguntado por su experiencia como estudiante de primer semestre de Derecho en la Universidad Surcolombiana: Esta universidad es como una utopía, es algo que siempre soñé. Aquí hay espacios grandes, salones cómodos, profesores muy calificados, exigentes y respetuosos, estudiantes de muchos lugares de Colombia. Los alimentos son ricos, bien preparados y a un asombroso precio de mil doscientos pesos, el desayuno, almuerzo o cena. El valor de mi matricula ha sido de ciento setenta mil pesos. En otro escenario, ahora en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Ana María, que cursa sétimo semestre de Administración de Empresas, expresa: La USCO se parece a un pequeño país; aquí los programas de formación lucen como si fuesen departamentos o provincias, cada uno exhibiendo lo mejor de su territorio cognoscitivo a partir de profesores altamente comprometidos, exigentes, amantes de la bella labor de enseñar. Se nota que tanto el personal docente como el administrativo, son conscientes de mantener una cultura organizacional de calidad para el prestigio de la Universidad y bien de sus estudiantes y egresados. En la mayoría de los programas académicos, se nota el interés del estudiante por estar a tono con el nivel de exigencia de profesores y los valores identitarios del claustro universitario ( debo decir que estoy muy admirado de la elocuencia y solvencia con la que los estudiantes se han expresado).
Ciertamente, las opiniones de los dos estudiantes tienen similitud con el pensamiento de miles de egresados de las diversas carreras del más importante claustro universitario del sur de Colombia. Dentro de los tantos atributos que posee la USCO, está su accionar desde la proyección social que potencializa la entidad, desde la interacción de su público interno con el entorno, con el mundo exterior en el que coexiste. Los estudiantes de medicina, por ejemplo, crecen desde prácticas directamente con pacientes, vividas en consultorios de los médicos especialistas del hospital regional Ricardo Moncaleano Perdomo. En el ámbito laboral, da gusto saber que, egresados de la Usco han sido o son Magistrados de un tribunal de enorme peso como el de lo Contencioso Administrativo. Y, en cuanto a los gerentes de empresas y organizaciones públicas y privadas, no solo del Huila sino fuera de este, resultan ser egresados de Administración. Sin duda, uno de los programas que ha aportado y lo sigue haciendo al desarrollo regional, es la Contaduría Pública, cuyos graduados son garantía de guarda de los principios rectores de la contabilidad colombiana al servicio de las empresas y los particulares contribuyentes. Y qué decir de los egresados en lenguas modernas, quienes resuelven las necesidades de profesores de inglés en centenares de colegios y también universidades presentes en todo el Departamento; son profesionales de admirable solvencia en el manejo del idioma, tanto en su capacidad parlante como de escritura, lectura y compresión.
La historia del Huila da cuenta del aporte que durante décadas ha hecho el programa de Ingeniería de Petróleos, desde y durante épocas doradas de la exploración y explotación del crudo con resultados notables de regalías para el sector público ( otra cosa es que muchos gobernantes del orden departamental y municipal no hayan hecho el uso adecuado, pertinente e impulsor del desarrollo del territorio y la localidad). Claro que duele observar cómo este programa languidece hoy, por cuenta del declive de la industria de los hidrocarburos y la creciente tendencia hacia el uso de energías alternativas.
Así que es justo reconocer el bien que representa la Universidad Surcolombiana para el Huila y el sur del país. Para cerrar, conviene destacar la necesidad persistente en la región, cual es la apertura de un programa de ingeniería agronómica, estimando la centenaria y notoria vocación agrícola de la geografía y los moradores del Departamento.
Usco, una bella utopía
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05.03.2024
Por: Gerardo Aldana García
El joven, Emanuel, venido de El Doncello, Caquetá, egresado de un colegio público, de estrato socioeconómico Nivel Dos, con natural emoción decía, hace un par de noches cuando le he preguntado por su experiencia como estudiante de primer semestre de Derecho en la Universidad Surcolombiana: Esta universidad es como una utopía, es algo que siempre soñé. Aquí hay espacios grandes, salones cómodos, profesores muy calificados, exigentes y respetuosos, estudiantes de muchos lugares de Colombia. Los alimentos son ricos, bien preparados y a un asombroso precio de mil doscientos pesos, el desayuno, almuerzo o cena. El valor de mi matricula ha sido de ciento setenta mil pesos. En otro escenario, ahora en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Ana María, que cursa sétimo semestre de Administración de Empresas, expresa: La USCO se parece a un pequeño país; aquí los programas de formación lucen como si fuesen departamentos o provincias, cada uno exhibiendo lo mejor de........
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