12 de abril de 2024

Eduardo Marapacuto*

Ayer jueves 11 de abril se cumpieron veintidós años del golpe de Estado planificado y ejecutado por la extrema derecha, que intentó frenar la marcha de la historia, pero a pesar de esa celada el pueblo venezolano no se detuvo, sino que siguió su curso, abriéndose camino entre las borrascas, enfrentando y derrotando a los enemigos en el propio terreno de la agresión permanente, renaciendo como el Ave Fénix para ir hacia la Nueva Época de las grandes transformaciones, hacia la victoria, bajo el liderazgo de Nicolás Maduro.

Los tiempos tienen sus propias coordenadas, que definen una línea en el horizonte de la trayectoria, que va marcando la huella imborrable de la conciencia, que se blinda, se que se fortalece con la experiencia del andar. Por eso el título de nuestro artículo de hoy, porque en aquel abril de 2002 las fuerzas fascistas y del mal se disiparon en su propia sombra, mientras el pueblo se dio cuenta que se dio cuenta y sin miedo reclamó y devolvió a su líder y a su revolución a los puestos de comando.

Desde aquel abril y en estos 22 años nuestra revolución ha sido atacada, asediada con golpes de Estado, paro petrolero, guarimbas, sanciones, guerra económica, sabotaje permanente, ataque a la moneda, a los servicios públicos, intentos de invasión y magnicidio. Ha sido un ataque feroz, con odio y con saña, pero en cada combate los enemigos han mordido el polvo de la derrota, y los seguiremos venciendo, tal como vencieron los patriotas en el pantano de Vargas.

Hoy más que nunca es importante seguir acumulando fuerzas, de conocer la esencia y la naturaleza de nuestra revolución, de entenderla en todos sus alcances y ramificaciones; de asimilarla en todos sus argumentos, porque ese conocimiento es el que nos permite desplegar la energía vital, espiritual y militante, para defenderla, protegerla y llevarla a la Victoria.

Después de aquel abril de 2002, la Revolución venezolana marcó su huella, definiendo un rumbo definitivo y sin miedo se abrió camino hacia el alma del pueblo, hacia el latir de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Además, se vislumbró y consolidó un poderoso partido político, tal como lo es hoy en día el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quedando establecidas las bases del proyecto político, del gobierno y del Estado revolucionario.

Así que sigamos avanzando, buscando siempre la verdad de los hechos, planteando objetivos precisos y con la visión de la unidad de la praxis; es decir, de la teoría y la práctica. Es necesario consolidarnos en lo ideológico, en lo político y en la organización de la acción.

La travesía ha sido larga y sinuosa, de encrucijadas, pero siempre hemos escogido la mejor estrategia: de resistir y avanzar, sin dejar de mirar hacia las perspectivas luminosas del futuro, hacia la Patria profunda donde palpitan los legados y las fibras del compromiso.

Estamos en la hora exacta de la revolución, sigamos caminando con nuestro pueblo, con la militancia, con la juventud, con esos millones de hombres y mujeres que empujan la marcha hacia la Victoria. Hay que ir a todos los espacios, llevar la verdad, la palabra precisa y los argumentos de la razón. Estamos llamados a esa tarea, no esperar para después, no esperar para agosto, sino que es todos los días y todos estos meses, a aportar toda la energía para que la victoria sea contundente y decisiva. ¡Qué así sea!

*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.

Investigador RISDI-Táchira

eduardojm51@gmail.com

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Aquel y este abril

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12.04.2024

12 de abril de 2024

Eduardo Marapacuto*

Ayer jueves 11 de abril se cumpieron veintidós años del golpe de Estado planificado y ejecutado por la extrema derecha, que intentó frenar la marcha de la historia, pero a pesar de esa celada el pueblo venezolano no se detuvo, sino que siguió su curso, abriéndose camino entre las borrascas, enfrentando y derrotando a los enemigos en el propio terreno de la agresión permanente, renaciendo como el Ave Fénix para ir hacia la Nueva Época de las grandes transformaciones, hacia la victoria, bajo el liderazgo de Nicolás Maduro.

Los tiempos tienen sus propias coordenadas, que definen una línea en el horizonte de la trayectoria, que va marcando la huella imborrable de la conciencia, que se blinda, se que se fortalece con la experiencia del andar. Por eso el título de nuestro artículo de hoy, porque en aquel abril de 2002 las fuerzas........

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