Muchos personajes han pasado a la historia por sus condiciones excepcionales, escritores, poetas militares entre otros, hoy son recordados como eminencias e incluso sus nombres hacen parte de museos, monumentos, cátedras y programas de formación que deben ser estudiados de manera obligatoria, sin embargo hay personajes hoy invisibilizados en la historia que además de haber sido profesionales universitarios incluso graduados con honores ni los mismos maestros los recuerdan; mejor dicho los forzaron a no mencionarlos..

Uno de esos personajes que seguramente su maestro nunca le habló, fue Manuel Saturio Valencia. Este negro que nació el 24 de diciembre de 1867, en Quibdó, departamento del choco, hijo único de Manuel Saturio Valencia y Tránsito Mena quienes se ocupaban de oficios doméstico, lo criaron sujeto a los principios éticos y morales basado en el respeto, la honestidad y la disciplina.

El joven Saturio desde niño comenzó a mostrar sus capacidades intelectuales y fue así como inició su participación de cantó en el coro parroquial de la ciudad y aprendió latín y francés de unos monjes Capuchinos.

Fue un estudiante destacado, tanto que los mismos monjes se encargaron luego de sus estudios superiores en la facultad de derecho de la universidad del cauca donde terminó sus estudios pasando a la historia como el primer abogado negro de ese claustro de educación superior ubicado en la ilustre ciudad blanca de Popayán.

Más tarde regresó a Quibdó, se alineó con el Partido Conservador, un partido minoritario en la región. En 1899, inició la Guerra de los Mil Días.

Manuel alcanzó el rango de Capitán en las fuerzas del gobierno.

Manuel también fue profesor autodidacta de música y canto en varias escuelas; fue juez y personero municipal siendo considerado como el primer literato negro de la región.

Por la misma opresión racial de la época, sus obras quedaron como inéditas, así como Ingermina o lL hija de calamar de Juan José Nieto Gil.

Un día como hoy el intelectual abogado sedujo a una joven de raza blanca llamada Deyanira Castro, hija de un importante líder liberal.

La señora salió embarazada de aquel “encuentro”. Cuando la familia de la distinguida dama se da cuenta que está esperando hijo de un negro, de inmediato diseñan un macabro plan para evitar “dañar la raza” con el advenimiento de un mulato.

Es así que en la madrugada del primer día de mayo de 1907, buscaron a Saturio, lo embriagaron con vino, le quitaron sus documentos y algunas de sus prendas, y fueron hasta la Carrera Primera de Quibdó y provocaron un incendio sobre dos viviendas con techos de Paja, y después salieron del lugar.

Entre las cenizas fueron recuperados una bola de trapo casi quemada, el cinturón de Manuel Saturio, y unos documentos con su nombre. El Artículo 29 de la Constitución de Colombia de 1886 expresaba explícitamente lo siguiente:

Artículo 29. Sólo impondrá el Legislador la Pena Capital para castigar, en los casos que se definan como más graves, los siguientes delitos como:

Traición a la patria, cuando se estuviera en estado de guerra regular, o de carácter internacional, parricidio, asesinato, incendio, asalto en cuadrilla de malhechores, piratería y ciertos delitos militares definidos por las leyes del ejército.

Según la ley que se desprendía de la constitución de 1886 sancionada por Rafael Núñez, no importaba la magnitud del incendio, por eso de inmediato Saturio Valencia fue condenado a muerte por el delito de pirómano.

El juicio fue muy breve, transcurriendo apenas seis días entre los hechos y la condena, todo un registro de celeridad en la aplicación de la justicia en Colombia.

El gravísimo hecho de haber incendiado la carrera primera de Quibdó, que representaba los intereses de la sociedad blanca chocoana, motivó la condena a muerte del destacado abogado titulado.

Dice la historia, que luego de haber recibido la descarga de los fusiles, Saturio quedó vivo; sin embargo violando la ley de indulto, volvieron a cargar las armas y con una segunda ráfaga el 7 de mayo de 1907 asesinaron al abogado e intelectual Manuel Saturio Valencia.

Bueno: Ustedes se preguntan ¿y qué pasó con el embarazo de Deyanira? Pues tan pronto nació el mulato producto del amor de un negro y una blanca, los familiares de Deyanira lo empacaron en una caja de cartón y sin ninguna compasión los arrojaron vivo al río Atrato cosa que no cuentan los maestros de historia.

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Manuel Saturio Valencia, último fusilado en Colombia (1907)

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06.04.2024

Muchos personajes han pasado a la historia por sus condiciones excepcionales, escritores, poetas militares entre otros, hoy son recordados como eminencias e incluso sus nombres hacen parte de museos, monumentos, cátedras y programas de formación que deben ser estudiados de manera obligatoria, sin embargo hay personajes hoy invisibilizados en la historia que además de haber sido profesionales universitarios incluso graduados con honores ni los mismos maestros los recuerdan; mejor dicho los forzaron a no mencionarlos..

Uno de esos personajes que seguramente su maestro nunca le habló, fue Manuel Saturio Valencia. Este negro que nació el 24 de diciembre de 1867, en Quibdó, departamento del choco, hijo único de Manuel Saturio Valencia y Tránsito Mena quienes se ocupaban de oficios doméstico, lo criaron sujeto a los principios éticos y morales basado en el respeto, la honestidad y la disciplina.

El joven Saturio desde niño comenzó a mostrar sus capacidades intelectuales y fue así como inició su participación de cantó en el coro parroquial de la ciudad y aprendió latín y francés de unos monjes........

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