Escuchaba por estos días en una emisora radial al alcalde Alejandro Eder, tras la buena noticia del gobierno nacional de designar a Cali como sede de la próxima COP16, el evento de cuidado del medio ambiente más importante del mundo, decir que esta oportunidad es el nuevo renacer de nuestra ciudad, tras los Juegos Panamericanos de 1971 y sí, llegó la hora de volver a crecer.

Un crecer como hace más de 50 años en nuestra ciudad, donde la visibilidad ante el mundo deportivo nos permitió despegar de un atraso infraestructural al que nos habíamos acostumbrado y donde realmente inició nuestro protagonismo en las columnas de la economía nacional.

Sí, es el momento de un nuevo despegue. Es el momento de que todas las caleñas y los caleños nos volvamos a sentir orgullosos de haber nacido en esta tierra caliente, rodeada y atravesada por ríos y protegida por un farallón, que le da la espalda a la vida que produce nuestro pacífico.

Ahora bien, es momento de un nuevo despegue, pero con sentido. ¿Qué es lo que queremos mostrar realmente de Cali y cómo vamos a dar los pasos para que esto se haga realidad? ¿Cuál es el próximo crecimiento de la ciudad?

Creo, no solamente como caleño y amante de mi ciudad, si no como un joven que se ha dedicado a estudiar, que Cali está llamada a convertirse en la ciudad de la revolución del Siglo XXI en Colombia, potencializando su capacidad de producción en las carreras de la cuarta industrialización, la quinta y la sexta, de la que muchos expertos a nivel mundial hoy hablan y promocionando grandes hitos tecnológicos desde las universidades y colegios.

Pero, esto, y en marco de la COP16, orientados hacia la recuperación del ecosistema, no solo que nos rodea, si no que desde aquí iniciemos un camino para que la tecnología y la innovación sean los aliados para que el pulmón del mundo vuelva a aspirar pureza. En donde orientemos a nuestros jóvenes a que se eduquen hacia la conservación del planeta con la implementación de las nuevas tecnologías y podamos atraer inversión internacional que haga de Cali una estación de servicios medioambientales, pero modernos.

Hace poco más de 50 años, Cali vio en el deporte la oportunidad de crecer, de consolidarse como una de las ciudades más importantes del país, dejando atrás una era de independencia que se quedaba corta con el desarrollo de nuestra región. Hoy, Santiago de Cali está en el marco de la puerta para construir un nuevo futuro, para dejar atrás décadas de desesperanza y desaliento entre sus ciudadanos, convirtiéndonos en la capital de la COP16, en la capital del turismo ecológico mundial.