Solo los tontos se sorprenden que se revuelvan política y religión. Pues eso lo practican los políticos populistas que buscan los votos de aquella gente que rara vez analiza, de aquella que toma decisiones a la ligera sin vislumbrar la oscuridad que puede llegar a sus países adónde llega la mano peluda del izquierdismo (comunismo.)
Siento mucho decirlo, pero ahí están los ejemplos con países latinoamericanos, países que anteriormente eran ejemplo de superación y hoy han caído en estados de depresión y miseria.
Para no ir tan lejos recuerdo la campaña electoral presidencial reciente en Colombia, cuando el hoy presidente Petro entró a una iglesia en Tunja, si no estoy mal, enruanado por el frío, se arrodilló y, supuestamente, rezó.
Días después, entrevistado por una periodista, ésta la preguntó si creía en Dios, a lo cual respondió: “No puedo creer en algo inmaterial que jamás he visto.”
A eso le llaman ateísmo, a lo que tienen derecho la personas, a creer o no. Algunos pensamos que gracias a la fe y a la esperanza, creemos en la existencia de un ser superior que nos ayuda a ser reflexivos, bien intencionados.
Al señor Maduro en Venezuela, un tirano que tiene a su país aplastado totalmente, en todos sus ámbitos, de vez en cuando, en sus amenazantes discursos, se le sale, algunas veces o inconscientemente, el recuerdo de Dios a sabiendas que practica el santerismo, siendo esto último lo que posiblemente lo convierte en un dictador insano, violador de derechos humanos de manera cruda, como sucede en Cuba o Nicaragua, por mencionar algunos.
A propósito, hablando de Venezuela, es terrible que se quieran ganar, a la fuerza, la presidencia tal como lo han venido haciendo en los últimos años utilizando el fraude electoral y la amenaza de los fusiles, solo por el miedo de no entregar el poder para evitar ser encausados por el tráfico de estupefacientes y los crímenes de lesa humanidad que han cometido contra miles de venezolanos que han luchado, infructuosamente, por buscar el regreso de la democracia a su nación.
Creo que Maduro ganará, nos guste o no, sin que la ONU o la OEA digan algo como hacen ahora contra Israel, por razones ideológicas, siendo la misma situación del anciano Joe Biden, quién se ha equivocado, entre muchas cosas, creyéndole a Maduro promesas que no le cumplió.
¡Ay, Pedro pueblo!
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01.04.2024
Solo los tontos se sorprenden que se revuelvan política y religión. Pues eso lo practican los políticos populistas que buscan los votos de aquella gente que rara vez analiza, de aquella que toma decisiones a la ligera sin vislumbrar la oscuridad que puede llegar a sus países adónde llega la mano peluda del izquierdismo (comunismo.)
Siento mucho decirlo, pero ahí están los ejemplos con países latinoamericanos, países que anteriormente eran ejemplo de superación y hoy han caído en estados de depresión y miseria.
Para no ir tan lejos recuerdo la campaña electoral........
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