Infortunadamente, los colombianos todavía no somos conscientes de lo que nos corre pierna arriba, esperando que los congresistas, empresarios y personajes con dolor de patria, con las excepciones ya conocidas, salgan a defender el país de la ineficacia de los órganos de control, de la lentitud de la justicia para dejar de practicar el “vencimiento de términos”, del irrespeto continuo a la institucionalidad, de la amenaza de otra reforma tributaria que solo servirá para seguir financiando gastos suntuosos de quienes están cerca al poder central y de otros rubros como la “mermelada”, contratos leoninos y un sin fin de cosas que nada bueno le producen a la patria.

Igualmente, duele como ciudades tan importantes como Medellín, Cali, Cartagena, por mencionar algunas, fueron entregadas el primero de enero del presente año, totalmente pauperizadas, desgreñadas, desfalcadas, sin que nada ni nadie haya dicho algo. A cual más, reitero, con contadas excepciones, miran para otro lado, sin darse por enterados de la gravedad de la “antología de la corrupción contemporánea en Colombia”. Vamos mal, así algunos quieran tapar el sol con las manos por razones de ideología o por no “tirarse” los “negocios” que se surten desde las oficinas gubernamentales.

Lamentablemente, todavía hay mucha gente que vive de las mentiras con ojos azules, esa que vive de los “estatus sociales” como el de tener celulares de alta gama o vehículos ídem, casi siempre comprados a crédito que después no pueden pagar, dejando acumular varias cuotas y perdiendo lo adquirido, a los que no les interesa el riesgo que significa el vapuleado orden público, el alto costo de la canasta familiar y la inseguridad infinita que nos ronda.

QOSHE - Aquí no pasa nada - Hugo E. Gamboa Cabrera
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Aquí no pasa nada

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19.01.2024

Infortunadamente, los colombianos todavía no somos conscientes de lo que nos corre pierna arriba, esperando que los congresistas, empresarios y personajes con dolor de patria, con las excepciones ya conocidas, salgan a defender el país de la ineficacia de los órganos de control, de la lentitud de la justicia para dejar de practicar el “vencimiento de términos”, del irrespeto continuo a la institucionalidad, de la amenaza de otra........

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