Dilian llegó a la Gobernación cumpliendo y haciendo cumplir lo prometido en la intensa y breve campaña política: “autoridad y experiencia”.

Desde el primer día inició acciones trascendentales para lograr mejorar la seguridad del Valle del Cauca, asistiendo a consejos de seguridad en el centro y norte del departamento y los resultados -a ojos vista- son palpables. Avanza también en esa misma tarea con Jamundí, asunto que, seguramente, enseñará buenos resultados.

En lo administrativo se ha notado el amplio conocimiento y experiencia de la administración pública. Ha contratado, de forma célere, el personal necesario para que la gobernación avance en la atención al público y cumpla sus cometidos sociales y de la función pública, como también ha realizado lo necesario para las inversiones claves en el desarrollo del Valle del Cauca.

No descansa en sus recorridos por los municipios del Valle del Cauca, y recibe a todo aquél que se aproxima y lo escucha, y resuelve, como cuál médico rural que atiende -buenamente- a sus pacientes.

Por su lado, el alcalde Eder en su campaña habló de “amor y control”, y en eso ha sido atinado. Ha fortalecido el servicio de agentes de movilidad haciendo permanentes recorridos, retenes e inmovilización de motos y vehículos que no cumplen la ley. Es un acto de autoridad que era necesario.

Así mismo, en el tema de seguridad ya vimos los buenos resultados en disminución del 21% de homicidios en este trimestre. Pero no solo es eso. También en el amor hay resultados: logró que Cali fuera escogida para la celebración de la COP16, lo que traerá turismo y réditos económicos a Cali.

Eder acaba de nombrar a los gerentes de las empresas sociales del Estado (ESE), que en este momento histórico son claves por los asuntos tan delicados que vive la salud en el país. Designó gerentes técnicos, que darán éxito a la gestión del alcalde.

Un hecho relevante en estos cien días: Dilian y Eder trabajan unidos por Cali y el Valle, pensando en la región. Unidad que hace años no se sentía ni se veía.