“Viento seco” de Daniel Caicedo, fue un libro proscrito. Cuando de niño yo aprendía a deletrear (1960), alguna vez sorprendí a mi abuelo Silvestre Muñoz, liberal gaitanista sobreviviente, leyendo ese “libro rojo”. Como si hiciese algo indebido, lo cerró.

Iniciaba agosto, presumí que el libro contendría cuentos que presagiaría vientos débiles y temí no poder elevar mi cometa. Abusando de su amor alcahueta le pedí que me lo prestara, pero fue rotunda su negativa argumentando que era novela para mayores.

Años después, cuando cursaba bachillerato, le pedí una reseña a mi profesor de literatura y él respondió que narraba la violencia partidista, pero difícil de conseguirla porque habían editado pocos ejemplares. Cuando falleció mi abuelo la pedí de herencia, editada en Argentina (1954), este 10 de mayo cumplirá setenta años de publicada.

“Viento seco” es legítima fuente literaria de memoria histórica, distinta a “La Vorágine” de Rivera que relata otra violencia, la cauchera de la Casa Arana; Daniel Caicedo narra los horrores del ejercicio del poder y los odios políticos entre el pueblo ingenuo.

“De prisa, en la noche, Antonio Gallardo y Marcela bajaban la falda de la montaña. El temor a la tragedia y la oscuridad hacían interminable la distancia de un kilómetro que los separaba de la casa. Corrieron dos cuadras. Sus corazones saltaban preocupados y su respiración empezó a ser fatigosa… El cielo de la aldea de Ceylán estaba lleno de candelazos y ruidos de disparos”.

En mi biblioteca está entre las preferidas y cuando la leo se me encoge el corazón porque nada cambia, aunque con otros protagonistas y denominaciones, igual las víctimas siguen siendo del pueblo ingenuo.

QOSHE - Viento seco - Luis Ángel Muñoz Zúñiga
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Viento seco

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02.04.2024

“Viento seco” de Daniel Caicedo, fue un libro proscrito. Cuando de niño yo aprendía a deletrear (1960), alguna vez sorprendí a mi abuelo Silvestre Muñoz, liberal gaitanista sobreviviente, leyendo ese “libro rojo”. Como si hiciese algo indebido, lo cerró.

Iniciaba agosto, presumí que el libro contendría cuentos que presagiaría vientos débiles y temí no poder elevar mi cometa. Abusando de su amor alcahueta le pedí........

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