Me detengo en un video mientras sostengo el celular. Una chica, que está a punto de soplar sus velas de cumpleaños, sufre la travesura de una amiga que en un acto de arranque empuja la cabeza de la homenajeada y la estrella en un suculento pastel.

Quedo expectante aguardando un desenlace gracioso… Pero la escena cambia. Aparece en la pantalla el sucio rostro de una niña de escasos cinco años de edad que se aproxima tímida a un encendedor para apagar con su infantil aliento la diminuta llama.

Aflora en ella una sonrisa angelical que ilumina el humilde recinto en que se realiza la grabación y que sustituye con creces la luz que le concedía el encendedor.

Quedo pensativo, reflexivo. Incluso arrepentido por el final jocoso que esperaba ver al final del video.
Sin duda vivimos en un mundo donde la disparidad entre la abundancia y la escasez va de la mano. Somos testigos de la alarmante desigualdad que hay en el acceso de recursos esenciales.

En un extremo vemos a diario por las redes la opulencia y el derroche que hacen algunos con sus propios recursos y recursos públicos otros-; mientras que en el otro extremo cohabita una inmensa multitud que lucha diariamente contra el hambre y la ausencia de servicios básicos.

La conclusión, y la de cualquiera que tenga una mediana sensibilidad; es la de que el desperdiciar recursos, independientemente de su origen, es una acción éticamente cuestionable. S

er conscientes de la existencia de una población carente y con hambre debe hacernos reflexionar sobre nuestros propios actos. Que sea este un noble propósito para el año nuevo.

QOSHE - Un noble propósito para año nuevo - Rodrigo F. Chois
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Un noble propósito para año nuevo

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17.01.2024

Me detengo en un video mientras sostengo el celular. Una chica, que está a punto de soplar sus velas de cumpleaños, sufre la travesura de una amiga que en un acto de arranque empuja la cabeza de la homenajeada y la estrella en un suculento pastel.

Quedo expectante aguardando un desenlace gracioso… Pero la escena cambia. Aparece en la pantalla el sucio rostro de una niña de escasos cinco años de........

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