El pasado viernes se desataron vientos huracanados en el ambiente político en el país, por cuenta de unas declaraciones en Cali del presidente Gustavo Petro, quien con una inconfundible frustración ante miles de personas en el llamado “puerto resistencia”, hizo dos declaraciones que por supuesto están dando mucho de qué hablar.

En primer lugar y tal vez la declaración que ha desatado la mayor ventisca política, tiene que ver con su alusión a que se debería convocar a una asamblea nacional constituyente, pues según el Presidente se ha venido sistemáticamente bloqueando cualquier intento de cambio o reforma que pase por manos del congreso.

Y en parte tiene razón, pero no del todo, pues es claro, que en la historia reciente un gobierno de turno no ha tenido tanta resistencia para la aprobación de sus apuestas como este, es una situación muy similar a la afrontada hace casi 30 años por Ernesto Samper.

Sin embargo el presidente se equivoca en algo, en amenazar o advertir con movilizaciones sociales y en este caso fue un paso más allá al decir directamente que se debía apelar por una asamblea nacional constituyente, que en últimas solo tiene un objetivo: cambiar la constitución del 91.

Ahora, del dicho al hecho hay mucho trecho, pues en la práctica se necesitan unas condiciones muy particulares para que una iniciativa de esta índole llegue a buen término, iniciando por un ambiente favorable en el Congreso de la República, algo que hoy es virtualmente imposible y Petro ha demostrado nuevamente su incapacidad para conformar consensos, tal como le pasó en su periodo como alcalde de Bogotá.

Lo cierto es que este anuncio le ha da gasolina y bastante, a los sectores de la oposición, quienes no han dudado en capitalizar semejante torpeza comunicativa y política del presidente, pues han salido a relucir múltiples alusiones y compromisos que en campaña hizo Gustavo Petro frente a que no convocaría nunca una Asamblea Constituyente, promesas que por cierto hizo con el ánimo de alejarse del estigma de Maduro, Chávez y Castro.

Sin embargo, hay que ser claros y precisos, Petro no ha sido el único en mencionar la necesidad de reformar la Constitución del 91. Hace no muchos años, en el 2020 la bancada del Centro Democrático, partido del expresidente Uribe, hizo lo mismo, una situación que ya había tenido una alusión por este mismo sector a través de Paloma Valencia en el año 2018.

Por supuesto esos llamados del Centro Democrático no prosperaron y seguramente el de Petro tampoco lo hará, pero si seguirá estando presente de aquí en adelante, pues tanto al Presidente como a la oposición, les es rentable políticamente hablando tener un ambiente polarizado. Sin embargo en mi opinión, Gustavo Petro en este caso tiene menos que ganar y mucho para perder y le brindó la posibilidad a la oposición para capitalizar aún más la situación.

Y como si fuera poco, el segundo anuncio en la misma tarima, aunque menos mediático, sin duda es más profundo, pues el Presidente manifestó que con la situación actual era imposible establecer acuerdos con los diferentes sectores políticos, cerrando de golpe las puertas a los canales de diálogo, algo que incluso congresistas de su línea política, como Iván Cepeda, rechazaron, pues en un país dónde medianamente funciona el sistema de pesos y contrapesos, difícilmente se puede gobernar con esa tensión.

Esperemos entonces que baje la espuma, que el presidente entienda que debe construir canales efectivos de comunicación y que no puede seguir dando tumbos en sus declaraciones, porque si lo sigue haciendo, solo le echará más leña al fuego y le dará combustible a sus detractores para que se conviertan vía Congreso de la República en un desafío constante a sus apuestas de gobierno y que amparados en el acceso privilegiado a ciertos medios de comunicación masivos tradicionales, afectarán cada vez más su imagen.

Este no es momento de testarudez ni para “incendiar” más el ambiente, es momento para gobernar y de una vez por todas ejecutar y dar cumplimiento a muchas de las promesas que hoy por hoy solo están en los micrófonos y en el papel.

QOSHE - ¿Es momento de una nueva Constitución? - Victor Manuel García
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¿Es momento de una nueva Constitución?

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19.03.2024

El pasado viernes se desataron vientos huracanados en el ambiente político en el país, por cuenta de unas declaraciones en Cali del presidente Gustavo Petro, quien con una inconfundible frustración ante miles de personas en el llamado “puerto resistencia”, hizo dos declaraciones que por supuesto están dando mucho de qué hablar.

En primer lugar y tal vez la declaración que ha desatado la mayor ventisca política, tiene que ver con su alusión a que se debería convocar a una asamblea nacional constituyente, pues según el Presidente se ha venido sistemáticamente bloqueando cualquier intento de cambio o reforma que pase por manos del congreso.

Y en parte tiene razón, pero no del todo, pues es claro, que en la historia reciente un gobierno de turno no ha tenido tanta resistencia para la aprobación de sus apuestas como este, es una situación muy similar a la afrontada hace casi 30 años por Ernesto Samper.

Sin embargo el presidente se equivoca en algo, en amenazar o advertir con movilizaciones sociales y en este caso........

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