Hoy quiero iniciar este espacio de opinión de manera clara y contundente: ¡a los niños y niñas de Colombia no solo se les respeta, también se protegen!
El caso que hoy tiene indignado no solo a una región sino a un país entero, donde un ciudadano estadounidense abuso sexualmente, porque no tiene otra connotación, de dos menores de 12 y 13 años, lastimosamente no es un caso aislado, pues tan solo en el primer trimestre de 2024 en el ICBF se registraron 313 denuncias de explotación sexual infantil y 2.151 casos que son investigados por presuntos abusos sexuales a menores de 14 años.
Y es que el caso ocurrido en Medellín ha atraído de nuevo la atención del país, pero un caso similar había ocurrido en el mes de enero en Bogotá donde dos extranjeros abusaron también de dos menores de edad en hechos que tenebrosamente también tienen unas particularidades similares.
Colombia está en mora de ponerle un alto de una vez por todas a esta penosa situación que afecta a nuestros niños y niñas, es momento que se den sanciones ejemplarizantes a quienes cometan este tipo de delitos y que se convierta en un poderoso mensaje no solo a los potenciales pedófilos que habitan en el territorio nacional, sino a aquellos extranjeros que han tenido en la mira durante varios años a nuestro país como un destino para el turismo sexual infantil.
Lo anterior solo se logra teniendo acciones contundentes no solo desde el punto de vista legislativo y judicial, sino desde la perspectiva policial y el ejercicio de autoridad a nivel local, algo que hasta el momento no parece haber funcionado en el caso de Medellín.
Hay que decirlo, deja mucho que desear la actuación de los efectivos de la Policía Nacional que hacen presencia en el sector donde ocurrieron los hechos, pues incluso al momento de ser descubierto Thimothy Alan Livingston en un jacuzzi con las dos menores, este fue retenido por las autoridades, pero momentos después a pesar de ser sorprendido en flagrancia cometiendo este delito, fue puesto en libertad, lo que aprovechó el agresor para huir del país.
También ha sido muy tibia la reacción del alcalde de Medellín, Fico Gutierrez, frente al hecho, reaccionando prácticamente solo cuando todos los reflectores del orden nacional apuntaban en esa dirección.
Hay que ser claros, las sanciones legales no deben ir solo en contra de los directos implicados en agresión sexual hacia un menor de 14 años, también deben hacerse extensivas estas consecuencias al establecimiento y sus representantes y no solo limitarse a contravenciones pecuniarias, en estos caso se debe ser estricto y severo no solo con la acción sino con la omisión, entendiéndose e incorporándose esta última al código penal colombiano como complicidad, esa debería ser una bandera de reforma en materia penal que se debe atender con urgencia en el Congreso de la República.
Además si los colombianos nos concientizamos de generar sanciones sociales a los establecimientos que sean laxos con este tipo de conductas, seguramente todos los actores pertenecientes al sector económico del turismo, redoblarían esfuerzos para la prevención de este abominable delito, pues según la unidad investigativa del diario El Tiempo, Livingston ya había hecho el intento de ingresar previamente con las menores al hotel Gotham, lugar donde se cometió el hecho.
Las autoridades correspondientes deben emitir circular roja de Interpol, por el peligro potencial que representa este ciudadano para otros niños incluso en Estados Unidos, su país de origen, y trabajar conjuntamente de manera bilateral para lograr su rápida captura y posterior extradición a nuestro país y así dar un mensaje contundente de disuasión a nivel internacional y dejar claro que nuestros niños y niñas no son objeto de nadie.
Aunque no sería suficiente, estos serían unos primeros pasos para combatir de frente ese turismo maldito que es el turismo con fines de explotación sexual infantil.
Explotación sexual, turismo maldito
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04.04.2024
Hoy quiero iniciar este espacio de opinión de manera clara y contundente: ¡a los niños y niñas de Colombia no solo se les respeta, también se protegen!
El caso que hoy tiene indignado no solo a una región sino a un país entero, donde un ciudadano estadounidense abuso sexualmente, porque no tiene otra connotación, de dos menores de 12 y 13 años, lastimosamente no es un caso aislado, pues tan solo en el primer trimestre de 2024 en el ICBF se registraron 313 denuncias de explotación sexual infantil y 2.151 casos que son investigados por presuntos abusos sexuales a menores de 14 años.
Y es que el caso ocurrido en Medellín ha atraído de nuevo la atención del país, pero un caso similar había ocurrido en el mes de enero en Bogotá donde dos extranjeros abusaron también de dos menores de edad en hechos que tenebrosamente también tienen unas particularidades similares.
Colombia está en mora de ponerle un alto de una vez por todas a esta penosa situación que afecta a........
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