La primera cita de la temporada siempre levanta cierta expectación. Además, el cartel confeccionado para la ocasión prometía y escondía remates de un arte efímero de las manos de algunos de los toreros más importantes del escalafón, en una provincia en la que hay temporadas en la que se cuentan con los dedos de una mano los diestros de renombre que pasan por sus plazas. El festival de Mozoncillo se desarrolló con un balance positivo de hasta diez orejas y dos rabos, que se repartieron Antonio Ferrera, Diego Urdiales, Paco Ureña, Cayetano Rivera y el novillero mexicano Emiliano Osornio, estos dos últimos con los máximos trofeos. Con una plaza que rozó el lleno, el municipio piñonero vivió un festejo en el que el público pudo ‘disfrutar como un niño', una expresión que cobró su máximo sentido cada vez que el joven Cayetano de Frutos, hijo del empresario y torero Emilio de Frutos, entregaba los premios a los diestros actuantes.

Antonio Ferrera en Mozoncillo. / A.M.

Abrió la tarde un ejemplar bajo, presentado a modo para la ocasión, que quedó dolido en cierta medida al recibir un puyazo. Protestó en la muleta de Ferrera, pero terminó entrando en ese toreo curvo del diestro extremeño que ya forma parte de su registro. Con el astado venido a menos pero desarrollando clase al final de la embestida, el espada puso en liza una faceta más artística y pinturera, con ese pellizco tan particular que a veces roza lo exagerado, para dejar pasajes notables y terminar de media estocada tendida, que valió para cortar dos orejas. El animal fue aplaudido en el arrastre.

Diego Urdiales en Mozoncillo. / A.M.

Lo de Urdiales con el capote fue una delicia: templadas verónicas, chicuelinas de nota y una media para quedarse a vivir. Sin embargo, todo lo que prometía el segundo de la tarde quedó como mera anécdota. El animal apretó en banderillas y reponía en los engaños de Urdiales, y no le permitió estar cómodo hasta el punto de que llegó a ser prendido. Volvió a avisar el astado y el riojano, enrabietado, sacó un par de muletazos de nota. Nada más. Lo despachó con solidez y el público, muy respetuoso durante toda la tarde, entendió su esfuerzo, sacando los pañuelos: dos trofeos.

Cayetano Rivera y Cayetano de Frutos. / A.M.

Valiente y entregado se mostró Rivera en Mozoncillo. El público, de su parte. Con más ganas que estética, dejó una faena de pura disposición ante un noble ejemplar, que al principio se venía recto, modo Ouigo. El espadazo que se marcó, marca de la casa, con ese volapié tan vertical, sirvió para que el animal cayera rápidamente y la gente pidiera el rabo. Un premio que fue concedido por la Presidencia, aunque el propio torero, muy digno, entendió que fue excesivo y optó por solo pasear dos orejas después de recibirlo de manos del joven De Frutos, que desborda afición.

Pase de pecho de Paco Ureña. / A.M.

Noble, con un potable pitón izquierdo, resultó el cuarto de la tarde, un ejemplar al que Ureña toreó con el compás abierto y dejó una actuación conjunta, que terminó siendo un tanto encimista conforme se fue apagando el animal. Notable labor del murciano, que paseó doble premio.

Emiliano Osornio en Mozoncillo. / A.M.

Se presentó el joven Osornio con un capote variado a la par que elegante. Firme, decidido y con la mente despejada demostró que su llegada a España no será para estar de paso. Le tocó en suerte un noble novillo, al que citó echando la pierna hacia adelante y después de frente para dejar pases de mérito. Tan de verdad que hasta llegó a ser cogido y herido aparentemente de forma leve en la cara. Finalizo de un espadazo y paseó dos orejas y rabo para cerrar un inicio de la temporada segoviana por todo lo alto: sonó ‘El Rey'. Una fiesta. Todos contentos.

Cayetano, Urdiales, Ferrera, Osornio y Ureña. / A.M.

Ficha

Plaza de toros de Monzoncillo. Festival taurino con picadores. Casi lleno. Astados de Antonio Palla, desiguales de presentación y de buen juego en líneas generales.
Antonio Ferrera, dos orejas.
Diego Urdiales', oreja.
Cayetano Rivera, dos orejas y rabo.
Paco Ureña, dos orejas.
El novillero Emiliano Osornio, dos orejas y rabo.
Presidió el alcalde Mozoncillo, David de Santos, y estuvo el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia, José Luis Sanz Merino.

Fotografías

Cayetano Rivera, en Mozoncillo. / A.M. Urdiales y Cayetano de Frutos. / AM. Paseíllo en la Plaza de toros de Mozoncillo. / A.M. Paseíllo en la Plaza de toros de Mozoncillo. / A.M. Ferrera y Cayetano de Frutos. / A.M. Ferrera y Cayetano. / AM. Antonio Ferrera en Mozoncillo. / A.M. Tags: PORTADA SECUNDARIA, TOROS

QOSHE - Mozoncillo | Disfrutar como un niño - Alejandro Martín
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Mozoncillo | Disfrutar como un niño

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07.04.2024

La primera cita de la temporada siempre levanta cierta expectación. Además, el cartel confeccionado para la ocasión prometía y escondía remates de un arte efímero de las manos de algunos de los toreros más importantes del escalafón, en una provincia en la que hay temporadas en la que se cuentan con los dedos de una mano los diestros de renombre que pasan por sus plazas. El festival de Mozoncillo se desarrolló con un balance positivo de hasta diez orejas y dos rabos, que se repartieron Antonio Ferrera, Diego Urdiales, Paco Ureña, Cayetano Rivera y el novillero mexicano Emiliano Osornio, estos dos últimos con los máximos trofeos. Con una plaza que rozó el lleno, el municipio piñonero vivió un festejo en el que el público pudo ‘disfrutar como un niño', una expresión que cobró su máximo sentido cada vez que el joven Cayetano de Frutos, hijo del empresario y torero Emilio de Frutos, entregaba los premios a los diestros actuantes.

Antonio Ferrera en Mozoncillo. / A.M.

Abrió la tarde un ejemplar bajo, presentado a modo para la ocasión, que quedó dolido en cierta medida al recibir un puyazo. Protestó en la muleta de Ferrera, pero terminó........

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