La Gimnástica Segoviana debería recibir en el día de hoy en La Albuera al Guadalajara para afrontar la vigésimo quinta fecha liguera, pero la disputa del choque se encuentra en riesgo de ser aplazado dado el temporal en forma de nieve que ha azotado a la capital en las últimas horas. Así, representantes de ambos equipos acompañados por el sistema arbitral y delegados federativos se reunirán esta misma mañana para inspeccionar el estado del césped de La Albuera y determinar la viabilidad del choque. Todo en el aire.

En lo meramente deportivo, el club azulgrana llega de visitar en la última jornada un Vicente Del Bosque que se había convertido para el conjunto segoviano como una consulta al dentista. Pero, a pesar de que los registros históricos no invitaban al optimismo, de allí, el equipo de Ramsés Gil consiguió sacar un empate ante el Unión Adarve. Un resultado positivo a ojos vista de la historia, pero que dejó un sabor agridulce en la parroquia gimnástica si se tiene en cuenta las formas, pues el conjunto azulgrana dejó escapar un 0-3 favorable para acabar cediendo las tablas.

“Cuando pasan circunstancias inesperadas y se ve todo con más calma es más sencillo poner en valor el empate. Es un puntazo, pero un 0-3 no se nos puede escapar. De todas formas, a mi equipo no le gusta hacer dramas, y hemos pasado página”, reveló Ramsés Gil en la previa del duelo frente al Guadalajara confirmando el buen estado anímico del vestuario. Una evidente prueba del algodón de que la exigencia en el conjunto segoviano ha subido con creces. Los resultados y una temporada histórica lo respaldan. Ahora, la Segoviana buscará hacer bueno ese empate en Madrid y recibirá hoy la visita del conjunto castellanomanchego en su feudo.

Una Albuera que se ha convertido en un auténtico fortín dónde la Segoviana encadena ya hasta cinco encuentros consecutivos sin conocer la derrota con dos empates y tres triunfos, el último de ellos, de altos quilates, pues acabó venciendo al líder de la categoría, el San Sebastián de los Reyes. Una fortaleza que se presenta como clave para el devenir de las aspiraciones segovianas en el curso y que tanto la entidad como el propio Ramsés Gil son conscientes del papel que juegan. “Nuestra fuerza está en casa con nuestra gente y, por suerte, tenemos un activo que no tienen otros clubes”.

Así, de la mano, una Segoviana inconformista es tercera clasificada, con 40 puntos, los mismos que el Illescas y situada a dos del liderato. Una dinámica de resultados que han dado al conjunto segoviano una licencia para soñar por cotas más altas y que quiere estirar hoy frente a un Guadalajara que llega tras caer derrotado frente al Cacereño por 0-2 en su último compromiso liguero.

El equipo de Gonzalo Ónega suma cinco partidos sin vencer a domicilio, un registro que lo convierte en un conjunto aún más peligroso en su objetivo de volver a sumar de tres en tres cuánto antes lejos de su casa para engancharse a la terna por los puestos de playoff. Un rival de altos vuelos para la Segoviana que, en el encuentro de ida, consiguió rescatar un punto con un gol sobre la bocina. Ahora, el segundo asalto, está más en el aire que nunca.

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