Seguramente quien le sirva hoy el café no será alguien de origen español. Exactamente igual que si necesita realizar una obra de mantenimiento en el hogar o que cuiden a sus personas mayores. Hablamos, pues, de la inmigración. Colectivo que se ha incrementado durante el año pasado y que ha conseguido dos cosas. Primera, cubrir las vacantes laborales de una sociedad tan envejecida como la nuestra y segunda, ser un pequeño oasis dentro del desierto demográfico por el que transitamos. Así, durante 2023 repuntamos en población: sobre unas 1.100 personas más. Seguimos teniendo una natalidad desplomada y un crecimiento vegetativo muy negativo, pero el censo creció gracias a los flujos migratorios. En definitiva, hemos logrado mantener el millón de habitantes del que preveíamos bajar. En la actualidad, somos sobre 1.006.060 asturianos, cuando todas las proyecciones nos hacían menguar mucho más. Por tanto, el factor trabajo ha sido determinante a la hora de atraer gente. Algo que ya sabíamos y que no es nada nuevo en Asturias. De hecho, el desarrollismo de los años sesenta y setenta del siglo XX, tuvo también su correspondiente boom de natalidad.

Durante el presente mandato parlamentario se tramitará (o eso esperamos) la Ley de Reto Demográfico, aprobada en marzo del año pasado y que fue remitida a la Junta. Por cierto, menos mal que es un tema grave y urgente que si no… A la vista de los datos, repito, la población no ha esperado por ninguna norma, ni tampoco a los incentivos en forma de subsidios. Ha sido la actividad económica quien ha hecho de tractor a la hora de repoblar. En la anterior legislatura se creo la figura del comisionado para el Reto Demográfico del Principado que de nada sirvió. Es más, incluso se elaboraron discursos paliativos con el fin de quitarle importancia a la inminente bajada del millón de habitantes. Tal parecía que la dramática caída poblacional debería de darnos igual. Pregunto, ¿ustedes creen que la variante de Pajares se hubiera tardado 18 años en inaugurar de ser 8,5 millones de habitantes como Andalucía? Yo creo que no. Que rejuvenecer nuestro paraíso natural tendría que ser algo prioritario para no caer en el vacío. O sea, que no tengamos ni siquiera población activa suficiente como para mantener el nivel de servicios. A mí esto me parece fundamental. En ningún caso, «peccata minuta», como diría la delegada del Gobierno, Delia Losa.

@balbuenajm