La formulación de la 'fachosfera' encierra una derrota. Esa es la paradoja principal del concepto al que el presidente Sánchez le ha dado oficialidad. Veamos, si se trata de una tendencia política o sociológica en España, supondría el mayor fracaso de la izquierda en decenios por la sangría social que supone ese flujo enorme de gentes que dejan de ser defensores de las posiciones de la izquierda.

No es que pasen, necesariamente, a ser votantes de la derecha, o de las derechas, sino que se alejan de la izquierda. La 'fachosfera' no cabe en el Partido Popular, y mucho menos en VOX, aunque ambos estén incluidos.

El término se ha acuñado en España para señalar algo superior, a todos aquellos que, aun siendo de izquierdas o progresistas, aun siendo socialistas, se han rebelado y denunciado los excesos constitucionales del Gobierno de Pedro Sánchez para salvar los apoyos parlamentarios que le prestan independentistas catalanes y vascos. La 'fachosfera' son los otros, como dice con acierto mi compañero Rubén Amón, otorgándole al término un sentido esotérico, de maldición.

El abanico es amplio, cada vez más extenso, y agrupa, siguiendo la lógica que estableció en su día Joaquín Sabina, a todo aquel que, simplemente, no ha cambiado de opinión sobre conceptos políticos fundamentales de la democracia española y de su propia ideología. "Tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando", dijo Sabina el día que confesó que se estaba alejando de la izquierda.

Opinión TE PUEDE INTERESAR

La línea Maginot de Pedro Sánchez José Antonio Zarzalejos

Desde entonces, han sido muchos más los que han seguido el mismo camino y, para denominar a todo ese movimiento, se adopta el término 'fachosfera'. No hay semana en España en la que, si alguien relevante, en diversos campos, expresa una opinión crítica con el Gobierno, al instante, se le meta en el zurrón. Por seguir atendiendo a sus propios sentidos, a sus propias ideas, cada día ingresa más gente de izquierda en la 'fachosfera'. Esa es la cuestión y, por eso, el concepto esconde una derrota.

El término en sí mismo, como sabemos, proviene de Francia y cuando, para defender a Pedro Sánchez, empezó a circular en España como insulto, o quizá más bien como algo despectivo o como burla, los de Podemos le otorgaron una definición académica en sus redes sociales.

Opinión TE PUEDE INTERESAR

La fachosfera existe Verónica Fumanal

Dice así: "Fachosfera. 1. f. Biol. Sistema formado por el conjunto de fachas del Estado y medios en los que estos se desarrollan". Lo de los medios de comunicación es importante reseñarlo porque es lo que nos conecta con la primera etapa de esta ofensiva del presidente Pedro Sánchez, la que emprendió en la campaña electoral de las elecciones generales del 23 de julio.

Su estrategia entonces consistió en denunciar la existencia en España de una mayoría de medios de comunicación conservadores que se dedicaban a manipular la realidad de sus actos, y de su Gobierno, para engañar a la opinión pública y predisponerla en su contra. El presidente llegó incluso a dar cifras, "el 90 % de los medios de comunicación son conservadores" y su único objetivo era "deshumanizarlo".

El quiebro argumental del líder socialista fue antológico porque era a él a quien se culpaba de mentir constantemente y, sin inmutarse, trasladó la misma acusación a una conjura de medios de comunicación. Lo suyo eran meros 'cambios de opinión' que la prensa española adulteraba para atacarlo de una forma despiadada. Como quiera que la estrategia cumplió su objetivo, y logró movilizar al electorado socialista que necesitaba, ahora recurre a la misma argucia con la 'fachosfera' para aplicársela a las críticas por la ley de amnistía y la indecorosa dependencia de la banda de Puigdemont.

Opinión TE PUEDE INTERESAR

Sánchez, Alsina y la venganza contra la prensa crítica Rubén Amón

La sucesión de hechos es exactamente igual que la de antes: Fue Pedro Sánchez, ya siendo presidente, quien se mostró preocupado por la expansión del terrorismo en Cataluña, tras las primeras detenciones de los integrantes de una célula de los CDR que pretendían conseguir la independencia a través de la violencia, una vez fracasada la vía del referéndum ilegal.

Tras el 'cambio de opinión' para garantizarse el apoyo independentista en el Congreso, ahora resulta que hasta el sumario judicial es una expresión más de la 'fachosfera'. En fin… En un Estado de Derecho, cuando se producen ataques como los vividos en España contra la estabilidad institucional y constitucional, solo es posible estar del lado de los delincuentes o del lado de los demócratas.

Y una vez más se equivoca profundamente el presidente Sánchez, y quienes dirigen hoy su partido, el PSOE, si piensa que en las críticas a sus acuerdos con los independentistas lo que subyace es el interés porque gobierne la derecha en España. Que no pretenda extender esa ceguera con la ridiculización y el señalamiento porque hay muchos hombres y mujeres de izquierda preocupados por el deterioro democrático y por la deriva desquiciada de quien dirige el PSOE.

TE PUEDE INTERESAR

Torrent ve la sentencia del 'procés' como "un ataque a la democracia y los derechos" El Confidencial

Ahora son 'fachosfera' hasta los constitucionalistas de izquierda que han argumentado, con la literalidad de los debates parlamentarios durante la elaboración de la Constitución, que la amnistía fue excluida deliberadamente del texto. Que no figura es la Constitución porque así se dispuso, para que las medidas de gracia se limitaran al indulto individual, nunca general.

"Tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando". Pues sí, se trata exclusivamente de eso, de atender a lo que ven tus ojos, a lo que oyen tus oídos y a los principios defendidos durante toda una vida que están en tu cabeza. Quienes vieron en la revuelta independentista un ataque a la democracia española que debía ser juzgado y condenado no pueden verlo ahora como un 'conflicto político' entre España y Cataluña porque Sánchez necesite siete votos.

Quienes se rebelaban contra la burla constante de un fugado de la Justicia española, y se niegan a considerarlo un pobre exiliado, no culpan ahora a los jueces que lo han procesado porque a Pedro Sánchez le hagan falta siete votos. Quienes veían en Bildu una ofensa a la memoria de las víctimas de la banda terrorista ETA, y piensan que la ‘normalización’ del País Vasco no consiste en el olvido y el homenaje a quienes asesinaban, no cambian de opinión porque el presidente necesite aliarse con ellos.

Hay muchos hombres y mujeres de izquierda preocupados por el deterioro democrático y por la deriva desquiciada de quien dirige el PSOE

Esa es la 'fachosfera', una lista que cada semana se amplía a juzgar por quienes van señalando a los disidentes. Pero si eso así, si se admite que es así, estamos ante la mayor conversión de gente de izquierda al universo facha.

Porque la etiqueta se le coloca tanto a quien expresa abiertamente su discrepancia como a quienes dudan, a quienes levantan sospechas, a quien ha acudido al acto que no debía... De modo que, si sumamos todos esos elementos, nos encontramos de frente con el monstruo del disparate: la izquierda es quien alimenta el mayor síntoma de su debilidad, porque cada día son más lo que se han pasado a la 'fachosfera', ese planeta en permanente expansión.

La formulación de la 'fachosfera' encierra una derrota. Esa es la paradoja principal del concepto al que el presidente Sánchez le ha dado oficialidad. Veamos, si se trata de una tendencia política o sociológica en España, supondría el mayor fracaso de la izquierda en decenios por la sangría social que supone ese flujo enorme de gentes que dejan de ser defensores de las posiciones de la izquierda.

No es que pasen, necesariamente, a ser votantes de la derecha, o de las derechas, sino que se alejan de la izquierda. La 'fachosfera' no cabe en el Partido Popular, y mucho menos en VOX, aunque ambos estén incluidos.

El término se ha acuñado en España para señalar algo superior, a todos aquellos que, aun siendo de izquierdas o progresistas, aun siendo socialistas, se han rebelado y denunciado los excesos constitucionales del Gobierno de Pedro Sánchez para salvar los apoyos parlamentarios que le prestan independentistas catalanes y vascos. La 'fachosfera' son los otros, como dice con acierto mi compañero Rubén Amón, otorgándole al término un sentido esotérico, de maldición.

El abanico es amplio, cada vez más extenso, y agrupa, siguiendo la lógica que estableció en su día Joaquín Sabina, a todo aquel que, simplemente, no ha cambiado de opinión sobre conceptos políticos fundamentales de la democracia española y de su propia ideología. "Tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando", dijo Sabina el día que confesó que se estaba alejando de la izquierda.

Desde entonces, han sido muchos más los que han seguido el mismo camino y, para denominar a todo ese movimiento, se adopta el término 'fachosfera'. No hay semana en España en la que, si alguien relevante, en diversos campos, expresa una opinión crítica con el Gobierno, al instante, se le meta en el zurrón. Por seguir atendiendo a sus propios sentidos, a sus propias ideas, cada día ingresa más gente de izquierda en la 'fachosfera'. Esa es la cuestión y, por eso, el concepto esconde una derrota.

El término en sí mismo, como sabemos, proviene de Francia y cuando, para defender a Pedro Sánchez, empezó a circular en España como insulto, o quizá más bien como algo despectivo o como burla, los de Podemos le otorgaron una definición académica en sus redes sociales.

Dice así: "Fachosfera. 1. f. Biol. Sistema formado por el conjunto de fachas del Estado y medios en los que estos se desarrollan". Lo de los medios de comunicación es importante reseñarlo porque es lo que nos conecta con la primera etapa de esta ofensiva del presidente Pedro Sánchez, la que emprendió en la campaña electoral de las elecciones generales del 23 de julio.

Su estrategia entonces consistió en denunciar la existencia en España de una mayoría de medios de comunicación conservadores que se dedicaban a manipular la realidad de sus actos, y de su Gobierno, para engañar a la opinión pública y predisponerla en su contra. El presidente llegó incluso a dar cifras, "el 90 % de los medios de comunicación son conservadores" y su único objetivo era "deshumanizarlo".

El quiebro argumental del líder socialista fue antológico porque era a él a quien se culpaba de mentir constantemente y, sin inmutarse, trasladó la misma acusación a una conjura de medios de comunicación. Lo suyo eran meros 'cambios de opinión' que la prensa española adulteraba para atacarlo de una forma despiadada. Como quiera que la estrategia cumplió su objetivo, y logró movilizar al electorado socialista que necesitaba, ahora recurre a la misma argucia con la 'fachosfera' para aplicársela a las críticas por la ley de amnistía y la indecorosa dependencia de la banda de Puigdemont.

La sucesión de hechos es exactamente igual que la de antes: Fue Pedro Sánchez, ya siendo presidente, quien se mostró preocupado por la expansión del terrorismo en Cataluña, tras las primeras detenciones de los integrantes de una célula de los CDR que pretendían conseguir la independencia a través de la violencia, una vez fracasada la vía del referéndum ilegal.

Tras el 'cambio de opinión' para garantizarse el apoyo independentista en el Congreso, ahora resulta que hasta el sumario judicial es una expresión más de la 'fachosfera'. En fin… En un Estado de Derecho, cuando se producen ataques como los vividos en España contra la estabilidad institucional y constitucional, solo es posible estar del lado de los delincuentes o del lado de los demócratas.

Y una vez más se equivoca profundamente el presidente Sánchez, y quienes dirigen hoy su partido, el PSOE, si piensa que en las críticas a sus acuerdos con los independentistas lo que subyace es el interés porque gobierne la derecha en España. Que no pretenda extender esa ceguera con la ridiculización y el señalamiento porque hay muchos hombres y mujeres de izquierda preocupados por el deterioro democrático y por la deriva desquiciada de quien dirige el PSOE.

Ahora son 'fachosfera' hasta los constitucionalistas de izquierda que han argumentado, con la literalidad de los debates parlamentarios durante la elaboración de la Constitución, que la amnistía fue excluida deliberadamente del texto. Que no figura es la Constitución porque así se dispuso, para que las medidas de gracia se limitaran al indulto individual, nunca general.

"Tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando". Pues sí, se trata exclusivamente de eso, de atender a lo que ven tus ojos, a lo que oyen tus oídos y a los principios defendidos durante toda una vida que están en tu cabeza. Quienes vieron en la revuelta independentista un ataque a la democracia española que debía ser juzgado y condenado no pueden verlo ahora como un 'conflicto político' entre España y Cataluña porque Sánchez necesite siete votos.

Quienes se rebelaban contra la burla constante de un fugado de la Justicia española, y se niegan a considerarlo un pobre exiliado, no culpan ahora a los jueces que lo han procesado porque a Pedro Sánchez le hagan falta siete votos. Quienes veían en Bildu una ofensa a la memoria de las víctimas de la banda terrorista ETA, y piensan que la ‘normalización’ del País Vasco no consiste en el olvido y el homenaje a quienes asesinaban, no cambian de opinión porque el presidente necesite aliarse con ellos.

Hay muchos hombres y mujeres de izquierda preocupados por el deterioro democrático y por la deriva desquiciada de quien dirige el PSOE

Esa es la 'fachosfera', una lista que cada semana se amplía a juzgar por quienes van señalando a los disidentes. Pero si eso así, si se admite que es así, estamos ante la mayor conversión de gente de izquierda al universo facha.

Porque la etiqueta se le coloca tanto a quien expresa abiertamente su discrepancia como a quienes dudan, a quienes levantan sospechas, a quien ha acudido al acto que no debía... De modo que, si sumamos todos esos elementos, nos encontramos de frente con el monstruo del disparate: la izquierda es quien alimenta el mayor síntoma de su debilidad, porque cada día son más lo que se han pasado a la 'fachosfera', ese planeta en permanente expansión.

QOSHE - Por qué la 'fachosfera' es un fracaso - Javier Caraballo
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Por qué la 'fachosfera' es un fracaso

4 1
04.02.2024

La formulación de la 'fachosfera' encierra una derrota. Esa es la paradoja principal del concepto al que el presidente Sánchez le ha dado oficialidad. Veamos, si se trata de una tendencia política o sociológica en España, supondría el mayor fracaso de la izquierda en decenios por la sangría social que supone ese flujo enorme de gentes que dejan de ser defensores de las posiciones de la izquierda.

No es que pasen, necesariamente, a ser votantes de la derecha, o de las derechas, sino que se alejan de la izquierda. La 'fachosfera' no cabe en el Partido Popular, y mucho menos en VOX, aunque ambos estén incluidos.

El término se ha acuñado en España para señalar algo superior, a todos aquellos que, aun siendo de izquierdas o progresistas, aun siendo socialistas, se han rebelado y denunciado los excesos constitucionales del Gobierno de Pedro Sánchez para salvar los apoyos parlamentarios que le prestan independentistas catalanes y vascos. La 'fachosfera' son los otros, como dice con acierto mi compañero Rubén Amón, otorgándole al término un sentido esotérico, de maldición.

El abanico es amplio, cada vez más extenso, y agrupa, siguiendo la lógica que estableció en su día Joaquín Sabina, a todo aquel que, simplemente, no ha cambiado de opinión sobre conceptos políticos fundamentales de la democracia española y de su propia ideología. "Tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando", dijo Sabina el día que confesó que se estaba alejando de la izquierda.

Opinión TE PUEDE INTERESAR

La línea Maginot de Pedro Sánchez José Antonio Zarzalejos

Desde entonces, han sido muchos más los que han seguido el mismo camino y, para denominar a todo ese movimiento, se adopta el término 'fachosfera'. No hay semana en España en la que, si alguien relevante, en diversos campos, expresa una opinión crítica con el Gobierno, al instante, se le meta en el zurrón. Por seguir atendiendo a sus propios sentidos, a sus propias ideas, cada día ingresa más gente de izquierda en la 'fachosfera'. Esa es la cuestión y, por eso, el concepto esconde una derrota.

El término en sí mismo, como sabemos, proviene de Francia y cuando, para defender a Pedro Sánchez, empezó a circular en España como insulto, o quizá más bien como algo despectivo o como burla, los de Podemos le otorgaron una definición académica en sus redes sociales.

Opinión TE PUEDE INTERESAR

La fachosfera existe Verónica Fumanal

Dice así: "Fachosfera. 1. f. Biol. Sistema formado por el conjunto de fachas del Estado y medios en los que estos se desarrollan". Lo de los medios de comunicación es importante reseñarlo porque es lo que nos conecta con la primera etapa de esta ofensiva del presidente Pedro Sánchez, la que emprendió en la campaña electoral de las elecciones generales del 23 de julio.

Su estrategia entonces consistió en denunciar la existencia en España de una mayoría de medios de comunicación conservadores que se dedicaban a manipular la realidad de sus actos, y de su Gobierno, para engañar a la opinión pública y predisponerla en su contra. El presidente llegó incluso a dar cifras, "el 90 % de los medios de comunicación son conservadores" y su único objetivo era "deshumanizarlo".

El quiebro argumental del líder socialista fue antológico porque era a él a quien se culpaba de mentir constantemente y, sin inmutarse, trasladó la misma acusación a una conjura de medios de comunicación. Lo suyo eran meros 'cambios de opinión' que la prensa española adulteraba para atacarlo de una forma despiadada. Como quiera que la estrategia cumplió su........

© El Confidencial


Get it on Google Play