El apellido de tu madre como insulto. ¿Es posible? Habrán notado que los partidarios del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, lo llaman Juanma Moreno, sin excepciones. Los que sienten una ligazón más estrecha, Juanma, a secas. Y la omisión del segundo apellido, que pareciera un desprecio a la madre, es al cabo una señal de afecto por el político. Se termina infiriendo tal paradoja porque son los adversarios del presidente andaluz quienes lo llaman, sin sombra de excepción, Moreno Bonilla. Lo dicen pronunciando el “Bonilla” con cierto deje peyorativo. A veces, le añaden el artículo a la pareja de apellidos: “El Moreno Bonilla”. Y entonces el mismo personaje, de súbito, adquiere tintes funestos, como ocurre en la elección de esas fotos poco agraciadas por parte de los adversarios en las campañas electorales. Juanma Moreno es un tipo excelente, modélico, el presidente que todos querríamos. Moreno Bonilla es poco menos que un infiltrado que nos hace la vida imposible a todos los andaluces.

Es, de nuevo, el valor de la palabra. De las palabras, de las que estamos hechos. La connotación. La construcción lingüística que termina perfilando al personaje político, para bien o para mal. A Pedro Sánchez también le ocurre cuando lo llaman Sánchez Castejón, pero resulta que su segundo apellido es Pérez-Castejón, y entonces es más complicado que funcione el desprecio. Es más fácil –y burdo- lo de Perro Sánchez, como saben bien todos sus enemigos. Contaba el presidente del Gobierno, hace poco, que le desactivó al móvil del su anciana madre las alertas de las noticias que él generaba porque tenían a la pobre mujer en un sinvivir. Y eso que ella no consta ni en el nombre oficial.

Acuérdense de cuando el presentador Carrascal llamaba a Felipe, invariablemente, “González Márquez”. Era una pareja de apellidos vinculada a “la culpa”. Como si aquel presidente español fuera más culpable cuando se le llamaba por sus dos apellidos. Para sus partidarios, sin duda, era (y sigue siendo) simplemente Felipe. El descubrimiento de la manipulación al gusto de los apellidos ha llegado hasta mi pueblo, donde al alcalde, Juan Manuel Valle de toda la vida, o simplemente Valle, lo llaman ahora en el PP “Valle Chacón”.

Sin duda, aquella posibilidad legal de invertir el tradicional orden de los apellidos al recién nacido no ha calado todavía. Y tal vez siga siendo este detalle el emblema más enigmático de nuestro extendido micromachismo.

QOSHE - Cuidado con el apellido de tu madre - Álvaro Romero
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Cuidado con el apellido de tu madre

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30.12.2023

El apellido de tu madre como insulto. ¿Es posible? Habrán notado que los partidarios del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, lo llaman Juanma Moreno, sin excepciones. Los que sienten una ligazón más estrecha, Juanma, a secas. Y la omisión del segundo apellido, que pareciera un desprecio a la madre, es al cabo una señal de afecto por el político. Se termina infiriendo tal paradoja porque son los adversarios del presidente andaluz quienes lo llaman, sin sombra de excepción, Moreno Bonilla. Lo dicen pronunciando el “Bonilla” con cierto deje peyorativo. A veces, le añaden el........

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