Estoy radicalmente en contra de esa amnistía que nos van a imponer para lavar la cara a una banda de delincuentes que pusieron en peligro la paz social en España y lograron arrimar al abismo a toda una nación. Me parece que Pedro Sánchez está completamente equivocado vendiendo por cuatro años de poder lo que representa la Justicia en España, lo que significa la decencia colectiva y la esencia de todo un pueblo. Es deleznable y condenable. Jamás antes he sentido mayor vergüenza por lo que ha hecho un político en España durante la Democracia.

Mi oposición a esta medida que van a tomar el PSOE y sus socios es total (no olvidemos que está poniendo en bandeja a los vascos un movimiento parecido al que ya hizo el sinvergüenza de Puigdemont y que ese apoyo con el que cuenta Sánchez se le volverá en contra a él o a los que lleguen detrás). Pero, queridos amigos, no puedo dejar de llevarme las manos a la cabeza viendo que algunos gritan en la calle ¡viva Franco! al mismo tiempo que dicen pelear por el orden constitucional. Me provoca las mismas arcadas. No entiendo cómo Esperanza Aguirre sale a la calle a animar a los que protestan para que corten el tráfico de la calle Ferraz de Madrid sabiendo que esa concentración no cuenta con el permiso correspondiente. No entiendo cómo los políticos españoles están jugando a tirar de la cuerda sin pensar en las consecuencias y con sólo un objetivo que no es otro que sumar un puñado de votos. De verdad, me siento desangelado con tanto mequetrefe en puestos de responsabilidad.

Esto no puede acabar bien de ninguna de las maneras. Y no me vale la patraña esa de ‘es que ellos empezaron primero’. Estamos jugando con fuego y el día que salte una chispa y el incendio (diez minutos después) sea incontrolable, nos llevaremos las manos a la cabeza sin saber qué hacer.

Nos puede gustar más o menos que Pedro Sánchez utilice la aritmética parlamentaria para lograr una permanencia en La Moncloa que le costara pasar a la Historia como un político mediocre y ventajista; podemos sentir vergüenza y un rechazo absoluto ante gentuza como Puigdemont y los que le rodean, podemos estar enfrente de muchas cosas, pero no podemos dejarnos llevar por aquellos que hablan de golpe de Estado y que retuercen el lenguaje para poner en movimiento a las masas sin intuir las consecuencias.

Cuidado con lo que está pasando. Cuidado con conseguir que la gente salga a la calle porque luego no habrá quién pare el movimiento sin tener que utilizar la fuerza. Cuidado con escuchar a los políticos mediocres que no han trabajado en su vida porque poco pueden aportar aunque su imagen sea una maravilla. Y cuidado con los medios de comunicación que ya parecen más un panfleto que otra cosa.

Es necesario recordar que las reglas del juego son las que son y que sólo las urnas pueden cambiar esto. Sólo las urnas.

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Esperanza Aguirre en Ferraz o la crónica de un disparate

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05.11.2023

Estoy radicalmente en contra de esa amnistía que nos van a imponer para lavar la cara a una banda de delincuentes que pusieron en peligro la paz social en España y lograron arrimar al abismo a toda una nación. Me parece que Pedro Sánchez está completamente equivocado vendiendo por cuatro años de poder lo que representa la Justicia en España, lo que significa la decencia colectiva y la esencia de todo un pueblo. Es deleznable y condenable. Jamás antes he sentido mayor vergüenza por lo que ha hecho un político en España durante la Democracia.

Mi oposición a esta medida que van a tomar el PSOE y sus socios es total (no olvidemos que está poniendo en bandeja a los vascos un movimiento parecido al que ya........

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