El asador 'El Paisano' de Utrera rifará esta navidades una cesta valorada en 700.000 euros que incluye; además de un apartamento en Sanlúcar de Barrameda, una autocaravana y hasta 300 regalos; el pago de la hipoteca del premiado. Serán hasta 1.200 euros al mes durante un año. Maravilloso y apetecible hasta la saciedad.

Deberíamos hacer en España una rifa cada día para que el premiado trincara una pasta y diversos objetos y, así, aliviar la ruina que arrastramos a poquitos. Una rifa por localidad española. Los premios podrían ser diferentes y podrían estar adaptados a las necesidades de los participantes. Y la frecuencia del sorteo podría ser diario, semanal o mensual, a gusto de los participantes. Igual en 200 o 300 años acabaríamos con las penas de todo el personal.

Propongo cestas con decenas de jamones serranos y cañas de lomo porque es lo más socorrido y siempre se puede compartir con la familia o los amigos. ¿Para qué queremos una autocaravana o un apartamento? Al precio que está la gasolina, no tiene sentido. Y del impuesto de bienes inmuebles mejor ni hablamos. Son regalos envenenados. Mejor jamón del bueno.

El ser humano siempre ha vivido de ilusiones casi imposibles y ha olvidado que todo es mucho más sencillo que dejar que la fortuna te reciba con los brazos abiertos por ser el elegido.

Imaginen que pusiéramos todos nueve euros para mejorar la sanidad o la enseñanza pública. Ya les digo yo que tendríamos lo más de lo más a nuestra disposición. Ya sé que alguien estará pensando que eso es demagogia y que otros dirán que esa suma se perdería en el bolsillo de unos listos. Es verdad que, tal y como tenemos planteado el asunto, es demagogia y que la tela se perdería por el camino porque vivimos de las ilusiones y unos pocos son más prácticos y viven de vendérnoslas mientras ellos cumplen las suyas a nuestra costa. Lo sé. Pero la idea de la solidaridad siempre me ha gustado y podría ponerse en marcha con un esfuerzo menor del que creemos.

De momento, nos tendremos que conformar con las rifas extravagantes, con la Lotería de Navidad o con el Euromillón. Lo de la solidaridad y pelear por un mundo mejor lo dejamos para el siglo que viene.