Ya podemos intuir la que nos espera. Durante los próximos cuatro años, España se va a convertir en un campo de batalla político duro, grosero y árido para todos. Sobre todo para los ciudadanos que son los que pagan este espectáculo (porque los políticos se ganan la vida con eso mismo y no debemos olvidarlo).

Pedro Sánchez tardó mucho tiempo en mencionar la ley de amnistía durante su discurso de investidura. Cuando lo hizo no dijo nada que no supiéramos ya y evitó profundizar en asuntos que pudieran crearle un problema. Es decir, no dijo nada de nada. Pero desde el primer momento se dedicó a dibujar a PP y Vox como villanos peligrosos. Es decir, Pedro Sánchez eligió la confrontación, el frentismo, la división en dos de los españoles; y decidió bajar al barro para pelear... y poner todo perdido. Y eso es lo que tendremos durante cuatro años. Eso y la sensación de escuchar a Sánchez como si tuviera a Puigdemont a su derecha vigilando lo que hace.

Y esta legislatura tendremos que soportar algo todavía peor. Porque si la postura de Sánchez es más que discutible, la de Santiago Abascal es lamentable. No se puede acusar al candidato de ser como Hitler, no se puede dudar de la legitimidad institucional cada día, no se puede tachar de golpista al que va a ser presidente del Gobierno. No se puede ser un macarra en el Congreso de los Diputados. La grosería y la actitud infantil (¿cuántas veces se han levantado enfadados los diputados de Vox y se han ido del Congreso para dar una vueltecita por Madrid?) no caben en política. Abascal está apostando por movimientos peligrosísimos y está poniendo en peligro la continuidad de su partido. Y no crean que esto es lo peor porque tendremos que soportar a los independentistas catalanes que ya han comenzado dudando (ERC) y amenazando (Junts). Si algo ha quedado claro es que aquí se va a hacer lo que ellos digan. Eso es lo que tenemos en España; que nadie se engañe. Un futuro incierto.

El caso es que Pedro Sánchez no explicó gran cosa en lo que consistirá su legislatura. Enuncio a modo de inventario una serie de cosas ya repetidas un millón de veces (cambio climático, derechos de la mujer, más semanas de descanso para los nuevos padres, transporte gratis para algunos...) y poco más. Eso sí, hablo de muros de contención contra los malos (PP y Vox) con soltura y solvencia. Supongo que teniendo a Franco enterrado fuera del Valle de los Caídos es necesario cfrear un monstruo contra el que luchar próximamente.

Por su parte, Feijóo no perdió la oportunidad y recordó a Sánchez las veces que ha mentido, la incoherencia constante en la que vive instalado y esas cosas que todos los días llenan las páginas de los diarios. Estuvo serio, alzó la voz más de lo normal, y volvió a dar muestras de enorme capacidad parlamentaria.

Hoy comienza la ‘Legislatura de la Amnistía’, hoy comienza la batalla que durará cuatro años y que ya ha costado miles de millones de euros a los españoles; hoy comienza un periodo de tiempo en el que el Gobierno de España tendrá que moverse con pies de plomo para no enfadar a unos socios que sólo quieren solucionar su propio problema. Y eso no puede traernos nada bueno.

QOSHE - Puigdemont disfrazado de Sánchez sacará adelante la investidura - Gabriel Ramírez
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Puigdemont disfrazado de Sánchez sacará adelante la investidura

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16.11.2023

Ya podemos intuir la que nos espera. Durante los próximos cuatro años, España se va a convertir en un campo de batalla político duro, grosero y árido para todos. Sobre todo para los ciudadanos que son los que pagan este espectáculo (porque los políticos se ganan la vida con eso mismo y no debemos olvidarlo).

Pedro Sánchez tardó mucho tiempo en mencionar la ley de amnistía durante su discurso de investidura. Cuando lo hizo no dijo nada que no supiéramos ya y evitó profundizar en asuntos que pudieran crearle un problema. Es decir, no dijo nada de nada. Pero desde el primer momento se dedicó a dibujar a PP y Vox como villanos peligrosos. Es decir, Pedro Sánchez eligió la confrontación, el frentismo, la división en dos de los españoles; y decidió bajar al barro para pelear... y........

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