Señor Abascal, un político (incluso uno de los malos, de los que parecen una broma de mal gusto) debe guardar las formas, hacer las cosas con decoro y no perder la educación. Los políticos no pueden ser macarras, no pueden creer ser los jefes de una pandilla de matones ni ser chulos de tercera metidos a justiciero. En democracia, señor Abascal, un político no debe referirse a otro con insultos, utilizando falsedades o mensajes que lleven al odio. Esto es de primero de democracia y creía que no sería necesario recordárselo a un diputado.
Señor Abascal ¿usted sabe que en España vivimos en democracia y que lo que hemos conseguido entre todos es vivir un periodo próspero y en paz? Pues si lo sabe debería también saber que en España (su querida patria y por la que tan poco está usted haciendo desde su escaño) no se cuelga a nadie por los pies, ni se exponen los cadáveres de los asesinados en las plazas públicas. No, señor Abascal, aquí en la patria de todos los españoles se gana al adversario político en las urnas. Sí, de eso va la democracia. Todos, los ricos y los pobres, los que le votan a usted y los que ni le escuchan cuando dice disparates intolerables, los hombres que entienden el feminismo como una necesidad y las mujeres maltratadas; los sevillanos, los madrileños, los vascos y todas las personas de origen magrebí que residen en España y pueden hacerlo; votan en libertad y no quieren colgar a nadie por los pies. Y es que esa época que algunos parecen añorar con gran tristeza, esa época en la que no se vencía al adversario en las urnas sino que se le asesinaba porque era el enemigo, ya pasó; por fortuna ya pasó.
Le recuerdo que volver a recuperar los cientos de miles de votos que ha perdido usted en las urnas y, con ello, los diputados que ya no tiene, no se puede conseguir señalando a otros políticos con odio y del mismo modo que lo haría el jefe de una pandilla de indeseables. Y si usted recupera votos diciendo idioteces y disparates no debería sentirse orgulloso. Al contrario, conseguir votos de alguien que ríe estas gracias y que piensa que colgar por los pies a otro es lo que hay que hacer, debería causarle a usted vergüenza.
No crea que la tibieza del señor Núñez Feijóo le hace un favor o que esa actitud hace que lo que usted dice sea mejor o más cierto. No se sienta apoyado. Verá, señor Abascal, esto es parecido a cuando un joven le sacude una paliza a otro sin motivo alguno y otro lo graba en vídeo. Pues Feijóo ha decidido coger el móvil para grabar. Eso es todo. Y es igual de vergonzoso decir que el pueblo querrá colgar por los pies a alguien que no condenarlo con firmeza. Es igual de indigno que decir que lo que le digan al presidente del Gobierno es producto de lo que hace y dice, que se lo merece y se lo ha buscado.
Le voy a recordar algo que es evidente aunque parece que usted olvida. Por mucho que usted llame golpista a Pedro Sánchez, se trata de un presidente legítimo, votado de forma democrática. Punto. Usted puede manejar el mensaje populista y rancio que quiera aunque no van a cambiar las cosas. Esto es muy parecido a eso que dice usted de los inmigrantes que llegan a España: que si son los culpables de la falta de fondos en nuestro país, que si se quedan con los puestos de trabajo, que si son muy malos y los crímenes los cometen ellos... Siempre hubo paro en España, siempre hubo criminales, siempre faltó dinero y hubo gente que se quedaba con el dinero en forma de subvenciones... ¿En qué mundo ha vivido usted? ¿No estudió estas cosas en el colegio? Por más que repita los mensajes falsos y disparatados que tanto gustan a un sector de la población, las cosas no van a cambiar.
Señor Abascal, soy el mismo que escribió una columna pidiendo que no se consintiera que utilizarán su imagen alcanzado por un tiro en la nuca puesto que me pareció inaceptable e indigno. No lo dudé ni un minuto. Y mantengo lo que dije. Hasta la última coma. Le pido a usted, con la misma fuerza, desde la convicción más absoluta, que haga un esfuerzo por recuperar la dignidad como ser humano y como político y retire lo dicho. Pida perdón y haga un verdadero favor a su país. Y a sí mismo.
Señor Abascal, aquí no se cuelga por los pies a nadie, hombre. Eso es de salvajes
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12.12.2023
Señor Abascal, un político (incluso uno de los malos, de los que parecen una broma de mal gusto) debe guardar las formas, hacer las cosas con decoro y no perder la educación. Los políticos no pueden ser macarras, no pueden creer ser los jefes de una pandilla de matones ni ser chulos de tercera metidos a justiciero. En democracia, señor Abascal, un político no debe referirse a otro con insultos, utilizando falsedades o mensajes que lleven al odio. Esto es de primero de democracia y creía que no sería necesario recordárselo a un diputado.
Señor Abascal ¿usted sabe que en España vivimos en democracia y que lo que hemos conseguido entre todos es vivir un periodo próspero y en paz? Pues si lo sabe debería también saber que en España (su querida patria y por la que tan poco está usted haciendo desde su escaño) no se cuelga a nadie por los pies, ni se exponen los cadáveres de los asesinados en las plazas públicas. No, señor Abascal, aquí en la patria de todos los españoles se gana al adversario político en las urnas. Sí, de........
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