En algunos despachos y domicilios de Sevilla se ha leído con especial interés este párrafo del comunicado oficial de la Comisión Europea de ayer sábado 9 de diciembre informando desde Bruselas sobre el acuerdo logrado con los representantes de todos los países comunitarios para establecer el texto preliminar de la primera reglamentación que ordene el desarrollo y utilización de la Inteligencia Artificial: “La investigación independiente y basada en evidencias producida por el Centro Común de Investigación (Joint Research Centre) ha sido fundamental para dar forma a las políticas de Inteligencia Artificial de la Unión Europea y garantizar su implementación efectiva. A través de investigaciones y análisis rigurosos, el JRC ha apoyado el desarrollo de la Ley de Inteligencia Artificial, informando sobre la terminología, la clasificación de riesgos, los requisitos técnicos y contribuyendo al desarrollo continuo de normas armonizadas”. Y les añado yo para que entiendan el valor añadido de ese párrafo: Esas investigaciones son realizadas sobre todo desde el Centro Europeo de Transparencia Algorítmica (ECAT, en sus siglas en inglés), que forma parte del Joint Research Centre y tiene su sede central en Sevilla, donde está la mayor parte de su equipo. Junto a Torre Sevilla y el Parque Científico Tecnológico Cartuja. También tienen investigadores en Ispra (Italia) y en Bruselas. Y cada vez va a tener más importancia ante el reto de ser una sociedad que garantice las libertades y derechos fundamentales de la ciudadanía ante un potencial uso ilimitado y sin ética de las aplicaciones tecnológicas que se están desarrollando a gran velocidad en una carrera no por ser el más ético sino por ser el más dominador.

Integrantes en Sevilla del Centro Europeo de Transparencia Algorítmica, como Emilia Gómez, colaboran en la organización de la primera edición del Foro Andaluz.IA, que tendrá lugar el próximo 20 de diciembre en el Paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide. Está impulsado directamente y con vocación multidisciplinar por numerosos investigadores que trabajan en Andalucía, sean o no nacidos en territorio andaluz, o ahora lo hacen desde fuera de Andalucía tras formarse en las universidades e instituciones científicas andaluzas, y están dedicados a los ámbitos de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático (machine learning) y el aprendizaje profundo (deep learning). Gran concentración de talento en esta Andalucía / Andaluz.IA, siendo una de las anfitrionas Alicia Troncoso, presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial. Y junto a los 54 participantes que van a exponer trabajos de investigación, procedentes de todas las universidades andaluzas, de instituciones científicas y tecnológicas como la NASA, el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, el Instituto de Ciencia de Materiales, el Data Justice Lab o la Universidad de Basilea, también interviene Pilar Manchón, directora de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google, que para intentar competir con ChatGPT acaba de lanzar Gemini, modelo multimodal capaz de procesar y comprender información de textos, imágenes, videos, audios y códigos informáticos.

El Paraninfo de esta universidad sevillana se va a quedar pequeño para la confluencia de profesionales que se dedican a alguna de las vertientes de la inteligencia artificial, y desde perspectivas tan diferentes como el apoyo científico y técnico para la definición legislativa del marco regulatorio, su aplicación en la generación de conocimiento para solucionar enfermedades, o su comercialización como herramienta. En un momento de expectativas por la trascendencia política, económica y social del intento europeo (tras aprender de los errores y demoras por no hacerlo a su debido tiempo con las redes sociales cuando irrumpieron en nuestras vidas) por establecer unas normas no solo de mercado interno sino que pudieran ser de referencia universal, siendo conscientes de que será muy difícil materializar ese objetivo crucial porque desde Estados Unidos y desde China se libra un tremendo pulso por el liderazgo tecnológico para tener la hegemonía con la fuerza de los hechos consumados, e imponer como regla del juego la dependencia y subordinación a las empresas y gobiernos que tengan en su mano las herramientas de inteligencia artificial más avanzadas para dar servicios a la vez que permiten controlar el funcionamiento del mundo.

Europa necesita acelerar al máximo su capacidad de innovación en inteligencia artificial, y conformar grupos empresariales que puedan competir de alguna manera con los gigantes norteamericanos y chinos. En lugar de perder el tiempo y malgastar energías en anacronismos decimonónicos como sublimar las identidades nacionalistas y mitificar los fueros, lo que habría que hacer de modo prioritario y en paralelo al larguísimo periodo de tramitación de esta primera ley de inteligencia artificial, cuya entrada en vigor será en el año 2026, es un zafarrancho para invertir en reforzar los verdaderos nodos de excelencia en innovación desde la ciencia, la empresa y el emprendimiento (no confundir con los chiringuitos de paripé). Y a la vez una profunda transformación de los sistemas de enseñanza y aprendizaje, sobre todo en Educación Primaria, que es donde tienen su origen y raigambre la mayor parte de las carencias e ineficiencias de nuestro modelo educativo, en el que muchos solamente en países europeos como España se rasgan las vestiduras un rato cada tres años cuando la OCDE evalúa con la prueba PISA el nivel en conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias del alumnado de 15 años de edad para afrontar los retos de la vida cotidiana y profesional, y se constata un retroceso de consecuencias gravísimas, en comparación con los de numerosas naciones europeas y no europeas que nos están adelantando en cotas de bienestar socioeconómico. Sí, porque urge una catarsis general para reaccionar ante tres preguntas elementales: ¿qué está haciendo nuestra sociedad adulta, la de las familias, los políticos y los docentes, para causar que haya tan alto porcentaje de niños y niñas refractarios a las lenguas, las matemáticas y las ciencias, aunque son las materias que garantizan la mejor empleabilidad? ¿hasta cuándo vamos a esperar para frenar la desmotivación y el desperdicio del potencial de talento y creatividad de tantos niños y niñas? ¿para qué época desfasada se les está preparando, cuando el mundo de hoy y el de mañana es el de la configuración humana de la inteligencia artificial y la cualificación mental y técnica para utilizarla?

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Contribución desde Sevilla a la Ley Europea sobre Inteligencia Artificial

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10.12.2023

En algunos despachos y domicilios de Sevilla se ha leído con especial interés este párrafo del comunicado oficial de la Comisión Europea de ayer sábado 9 de diciembre informando desde Bruselas sobre el acuerdo logrado con los representantes de todos los países comunitarios para establecer el texto preliminar de la primera reglamentación que ordene el desarrollo y utilización de la Inteligencia Artificial: “La investigación independiente y basada en evidencias producida por el Centro Común de Investigación (Joint Research Centre) ha sido fundamental para dar forma a las políticas de Inteligencia Artificial de la Unión Europea y garantizar su implementación efectiva. A través de investigaciones y análisis rigurosos, el JRC ha apoyado el desarrollo de la Ley de Inteligencia Artificial, informando sobre la terminología, la clasificación de riesgos, los requisitos técnicos y contribuyendo al desarrollo continuo de normas armonizadas”. Y les añado yo para que entiendan el valor añadido de ese párrafo: Esas investigaciones son realizadas sobre todo desde el Centro Europeo de Transparencia Algorítmica (ECAT, en sus siglas en inglés), que forma parte del Joint Research Centre y tiene su sede central en Sevilla, donde está la mayor parte de su equipo. Junto a Torre Sevilla y el Parque Científico Tecnológico Cartuja. También tienen investigadores en Ispra (Italia) y en Bruselas. Y cada vez va a tener más importancia ante el reto de ser una sociedad que garantice las libertades y derechos fundamentales de la ciudadanía ante un potencial uso ilimitado y sin ética de las aplicaciones tecnológicas que se están desarrollando a gran........

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