Llegó el 7 de enero, el día en el que ya todas las cadenas comerciales sí coinciden en tener rebajas de precios tanto en sus plataformas digitales como en sus tiendas a pie de calle. El gran periodo anual en el que la brújula del consumo personal y familiar se topa con la omnipresencia del número nueve. Todo a 9,99, a 19,99, a 29,99, a 49,99, a 99,99, y un largo etcétera de nueves y de noventa y nueves... El reclamo que apela a superar favorablemente la barrera de comprar por importe de dos dígitos, de tres dígitos. A considerar indeseables, por contundentes y con sobrepeso, los considerados el resto del año como números redondos: 10, 50, 100,...

Más me gustaría que hiciéramos realidad ser una sociedad puntocom para marcarnos desde comienzos de cada año objetivos colectivos y prioritarios con el fin de utilizar indicadores como acicate y meta para rebajar el monto de los problemas, el cómputo de víctimas, el coste de las tragedias, las cifras de damnificados, el precio de los dramas irreparables, la factura de las negligencias. Y a por ellos, oé.

Por ejemplo: esforzarnos en toda España para poder compartir el 1 de enero de 2025 que se ha rebajado por debajo de 1.000 el número de personas fallecidas en accidentes de tráfico. Porque estamos estancados. En 2022 murieron 1.148 y en 2023 han sido 1.145. Debería ser un objetivo nacional en positivo mentalizarnos de que todos participamos en un maratón para conseguir que no se supere la cifra de 999 muertes, sumando las de automovilistas, motociclistas, chóferes, pasajeros de coches o buses, ciclistas, peatones. Cada vida súbitamente extinguida es irremplazable. Y tampoco es mensurable el grado de satisfacción que cabe sentir valorando que a inicios del próximo año hay 146 personas más que continúan viviendo. Hagan el cálculo: es posible rebajar cada dos días y medio una muerte en el promedio de la siniestralidad en las vías de tráfico rodado. Pues las principales causas no son anomalías mecánicas, sino distracciones al volante, o exceso de velocidad, o no llevar puesto el cinturón de seguridad.

Otro objetivo colectivo fundamental debería ser rebajar mucho la cantidad de suicidios en España, que está creciendo cada año a un ritmo pavoroso. En el 2018 hubo 3.539 muertes por suicidio; en el 2019 fueron 3.671; en el año 2020 la cifra aumentó a 3.941, y en 2021 llegó a 4.003, y en el 2022 subió a 4.227, según el balance definitivo que publicó hace escasas semanas el Instituto Nacional de Estadística. Estamos ya en un promedio diario de más de 11 suicidios consumados. Terrible. Entre los síntomas más inquietantes está el fuerte incremento entre adolescentes de 15 a 19 años de edad, que de 2021 a 2022 creció un 40%. Estos son los asuntos trascendentales que deberían marcar la agenda pública en una auténtica sociedad del conocimiento, para contribuir a afrontarlos y reducir tanta mortalidad evitable. Por ejemplo: ¿podríamos marcarnos el objetivo compartido de bajar al menos de 11,6 a 9,9 el promedio diario de defunciones por esta causa? Daría como resultado un balance durísimo: 3.614 muertes. Pero sería motivador tomar conciencia de que se ha hecho realidad prolongar la esperanza de vida de 614 personas más.

En la lista colaborativa de propósitos de enmienda para arrimar el hombro y fijarnos metas comunes ante lacras que a todos nos conciernen aunque nos impacten desigualmente, cabe utilizar también el recurso al límite del nueve o del noventaynueve para marcarnos indicadores que alcanzar en objetivos como la reducción de las agresiones y de los asesinatos por violencia machista; la rebaja de la tasa de abandono escolar, que es la segunda peor de la Unión Europea, solo por delante de Rumanía; la disminución del número de personas enganchadas a drogas; el número de parados de larga duración. Estas son algunas de las numerosas rebajas saludables con formato 99,99 que tenemos por delante aunque no queramos verlas en el escaparate del acontecer cotidiano. Cuando los números nos etiquetan como meras contraseñas de condición individual pero el escaneo desvela que los comportamientos propios y ajenos, por activa o por pasiva, influyen en muchos de los padecimientos que atenazan a solas.

QOSHE - Marcarnos como sociedad los objetivos 99,99 - Juan Luis Pavón
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Marcarnos como sociedad los objetivos 99,99

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07.01.2024

Llegó el 7 de enero, el día en el que ya todas las cadenas comerciales sí coinciden en tener rebajas de precios tanto en sus plataformas digitales como en sus tiendas a pie de calle. El gran periodo anual en el que la brújula del consumo personal y familiar se topa con la omnipresencia del número nueve. Todo a 9,99, a 19,99, a 29,99, a 49,99, a 99,99, y un largo etcétera de nueves y de noventa y nueves... El reclamo que apela a superar favorablemente la barrera de comprar por importe de dos dígitos, de tres dígitos. A considerar indeseables, por contundentes y con sobrepeso, los considerados el resto del año como números redondos: 10, 50, 100,...

Más me gustaría que hiciéramos realidad ser una sociedad puntocom para marcarnos desde comienzos de cada año objetivos colectivos y prioritarios con el fin de utilizar indicadores como acicate y meta para rebajar el monto de los problemas, el cómputo de víctimas, el coste de las tragedias, las cifras de damnificados, el precio de los dramas irreparables, la factura de las negligencias. Y a........

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