Estaba más cantado que un villancico a la puerta de un belén. Pablo Iglesias y Yolanda Díaz ya son Restar a todos los efectos. Te malmeto más que ayer pero menos que mañana. La 'amnistía', las 'mesas de diálogo', la 'convivencia', el 'progresismo', son solo alfombras para propiciar que los secesionistas estén más cómodos en su exigencia de privilegios a la malvada España. Entre Podemos y Sumar no hay diálogo, ni convivencia, ni acuerdos, ni se amnistían sus puñaladas traperas, sus purgas y sus rencores. Es de telenovela la ruptura del grupo parlamentario que presuntamente representa a la izquierda española, solo 20 días después de votar juntos la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y la reedición de una coalición en el Consejo de Ministros. Estén atentos a las pantallas porque Iglesias & Montero, Díaz, Belarra y demás insignes aprovechadores de la buena voluntad de sus votantes van a darse el gusto de subir el tono de sus despechos mientras se chantajean recíprocamente en pos de luchar por su arribista continuidad en la casta política. Están sentando cátedra de lo que mejor saben hacer.

Muchos ciudadanos llevan diez años confiando ingenuamente en estas personas como representantes de sus valores y de sus reivindicaciones para solucionar los desequilibrios y precariedades que padecen los sectores sociales marginados en las ciudades y los territorios en proceso de despoblación. En un contexto general de creciente deterioro del nivel de quienes logran situarse en los puestos principales en cualquiera de los partidos políticos del espectro ideológico, la fundación de Podemos como presunta vertebración del espíritu de las movilizaciones del 15-M de 2011 en las plazas de toda España fue una falacia sesgada. Porque era muchísimo más interclasista y reclamaba ejemplaridad ante los casos de corrupción a diestro y siniestro, ante errores garrafales en la gestión de la crisis inmobiliaria y financiera, con la indignación a flor de piel ante los bancos y cajas de ahorros por sus engaños. Recordemos que en aquellas fechas era Zapatero quien mandaba desde La Moncloa. Que un personaje como Pablo Iglesias utilizase su habilidad y su verborrea para lograr encabezar Podemos era garantía de tergiversar las expectativas de la mayoría de los hombres y mujeres que confiaban durante el 15-M en un auténtico cambio y en una alternativa profundamente renovadora. Algunos auguramos que su fulgurante ascenso electoral sería sinónimo de acelerar un hundimiento electoral igual de fulgurante.

En las asambleas del 15-M jamás se hubieran aprobado mociones para tomar decisiones que hicieran el juego cómplice a las ansias de impunidad de la casta política del nacionalismo catalán. Obviamente, tampoco ocurría eso en las plazas de las ciudades catalanas, llenas de un vecindario igualmente harto de ser la coartada de quienes se lo llevaban calentito. Recordemos igualmente que en aquel periodo el presidente de la Generalitat era Artur Mas, como heredero de Jordi Pujol, y había quedado destapada la corrupción sistémica que se urdía desde Convergencia i Unió.

El 'dedazo' de Pablo Iglesias para huir en 2021 de las responsabilidades de Gobierno y nombrar lideresa de Podemos a Yolanda Díaz, es tan cesarista y carente de voluntad democrática como el uso que hizo su sucesora de su estatus institucional como vicepresidenta y ministra para crear de arriba abajo una nueva plataforma política alrededor de su persona, imponiendo su liderazgo como condición previa a la existencia de militancia, de organización y de programa. Y siendo evidente, por mucho que lo callara, que su estrategia incluía inexorablemente defenestrar a la camarilla que aún fuera fiel a Iglesias y acelerar la eliminación de Podemos.

Ya lo ven. Todo es paz y amor. Todo es 'hacer política para defender a la gente'. Pero no se preocupen. La culpa siempre será de los poderosos. Ellos y ellas son solo víctimas que viven en el poder.

QOSHE - Sumar y Podemos no se amnistían - Juan Luis Pavón
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Sumar y Podemos no se amnistían

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06.12.2023

Estaba más cantado que un villancico a la puerta de un belén. Pablo Iglesias y Yolanda Díaz ya son Restar a todos los efectos. Te malmeto más que ayer pero menos que mañana. La 'amnistía', las 'mesas de diálogo', la 'convivencia', el 'progresismo', son solo alfombras para propiciar que los secesionistas estén más cómodos en su exigencia de privilegios a la malvada España. Entre Podemos y Sumar no hay diálogo, ni convivencia, ni acuerdos, ni se amnistían sus puñaladas traperas, sus purgas y sus rencores. Es de telenovela la ruptura del grupo parlamentario que presuntamente representa a la izquierda española, solo 20 días después de votar juntos la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y la reedición de una coalición en el Consejo de Ministros. Estén atentos a las pantallas porque Iglesias & Montero, Díaz, Belarra y demás insignes aprovechadores de la buena voluntad de sus votantes van a darse el gusto de subir el tono de sus despechos mientras se........

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