Anoche se entregaron los Premios de Flamenco que por primera vez organizaba la Cátedra de Flamencología de Córdoba en la Gala de Navidad, celebrada en el Gran Teatro, que se llenó. No recuerdo haber asistido jamás a una entrega de premios tan mal organizada como esta, donde le faltaron al respeto a personalidades de nuestro arte como la bailaora Concha Calero, el cantaor Luis de Córdoba, el escritor y productor José Luís Ortiz Nuevo y el guitarrista y compositor Paco Cepero. También recogían premios el periodista Manuel Curao y el portal canadiense ExpoFlamenco.

Casi todos los galardonados por la Cátedra, que dirige el cantaor pontanés David Pino, tuvieron que hacer cientos de kilómetros para acudir al acto y no pudieron ni dar las gracias al recoger el premio porque el protocolo solo contemplaba que uno de los premiados hablara en nombre de todos, en este caso, Manuel Curao. O sea, que Paco Cepero, con 81 años y una ciática seria, se desplazó desde el Barrio de San Miguel de Jerez y no le dejaron ni dar las gracias al público. Lo mismo pasó con José Luis Ortiz Nuevo, que fue desde Archidona y tuvo que dormir la siesta en el piso de un paisano. El Poeta sí dio las gracias, en veinte segundos, saltándose a piola el protocolo y ante las caras desencajadas de los de la Cátedra.

A punto estuvieron de desplazarse desde Vancouver (Canadá), los dueños de ExpoFlamenco, Mitch y Jafelin Helten. Menos mal que no fueron a recoger el premio, porque el viaje les costaba miles de euros, más hotel, comidas, etc. Y a la maestra del baile Concha Calero, cordobesa de pro, se le quedó la cara de hielo. Como se le quedó a Ortiz Nuevo cuando le dieron un cheque por valor de 1000 euros, pero de cartón y de metro y medio de largo. El otro cheque, el de verdad, el de la cuantía del premio, no apareció por ningún lado. Menuda chapuza, absolutamente impropia de la Cátedra y de Córdoba, donde el flamenco siempre ha sido tratado de una manera señorial. Lo de anoche fue bochornoso, por la chapuza de la entrega de los premios y por el trato en general hacia los premiados, que no tenían ni agua para refrescarse la garganta.

No se puede tratar así a figuras tan notables del arte andaluz y a una empresa, ExpoFlamenco, que lleva gastados millones de dólares en promocionar el flamenco en el mundo, creando puestos de trabajo y prestando un gran servicio tanto a los aficionados como a los artistas. Cuando supieron el desaguisado no daban crédito. ¿Cómo ha podido consentir David Pino, el director de la Cátedra, esta indignidad? Me extraña porque es un buen director y está llevando a cabo una gran labor al frente de esta institución. Supongo que pedirá perdón a los galardonados, que al menos merecen una explicación.

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Chapuza en la Cátedra de Córdoba

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19.12.2023

Anoche se entregaron los Premios de Flamenco que por primera vez organizaba la Cátedra de Flamencología de Córdoba en la Gala de Navidad, celebrada en el Gran Teatro, que se llenó. No recuerdo haber asistido jamás a una entrega de premios tan mal organizada como esta, donde le faltaron al respeto a personalidades de nuestro arte como la bailaora Concha Calero, el cantaor Luis de Córdoba, el escritor y productor José Luís Ortiz Nuevo y el guitarrista y compositor Paco Cepero. También recogían premios el periodista Manuel Curao y el portal canadiense ExpoFlamenco.

Casi todos los galardonados por la Cátedra, que dirige el cantaor pontanés David Pino, tuvieron que hacer........

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