Lo recuerdo haciendo falsetas de Diego del Gastor y tremoleando a lo Manolo Sanlúcar cuando apenas podía con la guitarra. Fui testigo de cómo una noche levantó de sus asientos a más de mil personas en el Festival de la Mistela de los Palacios. Era más bonito que un San Luis y tenía una técnica increíble para sus años, no más de una docena. Brillaba en el reinado de Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, algo que tenía mérito porque era una época de oro para la sonanta, con Sabicas aún vivo, aunque en América, y una generación de guitarristas flamencos que ha hecho historia, con nombres como el propio Niño de Pura, Manolo Franco, Rafael Riqueni, José Antonio Rodríguez o Gerardo Núñez. Daniel Navarro Cruz, Niño de Pura, de la barriada sevillana de Bellavista en 1966, nació para la música y si en vez de una guitarra le hubieran dado un piano, estoy convencido de que también hubiese sido músico. Fue un niño prodigio, como descubrió pronto el profesor Manolo Lozano, quien ya advirtió a la familia que sería un fenómeno. Luego pasó por las manos del palaciego Manolo Carmona y por las de Manolo Sanlúcar, siendo el genio sanluqueño quien le dio la última mano de barniz.

Lo demás se lo fue ganando a pulso este guitarrista que, por desgracia, se va a retirar pronto porque hace seis años que le fue diagnosticada la enfermedad de Parkinson. Se irá con una gira de cuatro conciertos en Córdoba, Huelva, Sevilla y Barcelona, antes de que la enfermedad le impida despedirse de sus seguidores con la guitarra en los brazos. Es un gran guitarrista, que ha hecho un carrerón tanto en la faceta de acompañamiento como en la de concierto, siendo guitarrista fijo de Juan Valderrama, Aurora Vargas o Pansequito, entre otros muchos artistas de buen nivel. Lleva años dedicado a la docencia en Córdoba y Sevilla, y es de los guitarristas más premiados de su generación. Su mayor triunfo, cuando en 1990 ganó el Giraldillo del Toque en la VI Bienal de Flamenco. Después de llevar cincuenta años tocando la guitarra, dicho sea de paso, como los mismos ángeles, se despide de los escenarios, pero no tengo ninguna duda de que va a seguir con una guitarra en los brazos. No me imagino al gran Dani haciendo otra cosa, porque nunca una guitarra le sentó tan bien a un guitarrista. Espero que el flamenco esté ahí para todo lo que necesite. Aunque él ha preferido irse trabajando, o sea, en el tajo.

QOSHE - El Niño de Pura - Manuel Bohórquez
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El Niño de Pura

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18.12.2023

Lo recuerdo haciendo falsetas de Diego del Gastor y tremoleando a lo Manolo Sanlúcar cuando apenas podía con la guitarra. Fui testigo de cómo una noche levantó de sus asientos a más de mil personas en el Festival de la Mistela de los Palacios. Era más bonito que un San Luis y tenía una técnica increíble para sus años, no más de una docena. Brillaba en el reinado de Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, algo que tenía mérito porque era una época de oro para la sonanta, con Sabicas aún vivo, aunque en América, y una generación de guitarristas flamencos que ha hecho historia, con nombres como........

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