A mis 65 años, casi al filo de no cumplirlos más, me hallo rodeado de campos verdes, perros leales y gatos curiosos. Muchos gatos, demasiados. Vivo solo, sí, pero no puedo evitar sonreír al reflexionar sobre la dicha que me brinda esta soledad buscada. En un mundo que parece girar cada vez más rápido, donde casi todo es mentira, aquí en el campo, en los pinos de la Puebla del Río, la calma y la compañía de mis amigos de cuatro patas han tejido un hilo de felicidad que se eleva por encima de las preocupaciones diarias, que no son pocas. La soledad, esa palabra que a menudo se carga de connotaciones negativas, se ha convertido en mi mejor amiga. Lejos de la algarabía de la ciudad, encuentro consuelo en el canto melodioso de los pájaros, en el susurro del viento entre los árboles y en la paz que solo el campo puede otorgar. Y, por supuesto, mis fieles compañeros, perros y gatos que han tejido su propio lenguaje silencioso conmigo, añadiendo capas de riqueza a mi existencia. Os invito a reflexionar sobre esta soledad que abrazo con gratitud. No es una ausencia de compañía, sino una elección consciente de vivir en armonía con la naturaleza y conmigo mismo. Aquí, en la sencillez del campo, encuentro una conexión más profunda con la vida que jamás experimenté en las bulliciosas calles de la ciudad. La rutina diaria se convierte en un ritual sagrado. Levantarme con el sol, compartir el desayuno con mis leales amigos peludos y sumergirme en la belleza tranquila del día que se despierta. Cada amanecer se vuelve una oportunidad para agradecer y apreciar la maravilla de la existencia.

La soledad no es un vacío, es un espacio lleno de posibilidades para la meditación y el crecimiento personal. Las palabras «soledad» y «tristeza» no tienen por qué encajar. A veces, es en la quietud de la soledad donde se encuentra la verdadera alegría. La risa de los perros, los ronroneos de los gatos y el murmullo del viento entre los árboles se convierten en mi orquesta personal. Aquí, en este rincón de la tierra, aprendí a disfrutar de mi propia compañía y a valorar la riqueza de los pequeños momentos. No se trata de escapar del mundo, sino de abrazar la esencia misma de la vida. En la soledad me encuentro a mí mismo. Descubro mis pensamientos más profundos, reflexiono sobre mi pasado y contemplo el futuro con serenidad. A veces, la sociedad moderna nos hace olvidar la importancia de la tranquilidad y la simplicidad, persiguiendo constantemente el ruido que nos rodea. A aquellos que temen la soledad, les insto a considerarla desde una perspectiva diferente. No es un abismo oscuro, sino un vasto océano de oportunidades para descubrir quiénes somos realmente. Aquí, entre mis amigos de cuatro patas y la naturaleza que me abraza, he encontrado una alegría genuina que trasciende la superficialidad de la vida cotidiana. La soledad, lejos de ser una carga, puede ser un regalo. En el campo, rodeado de perros y gatos, he aprendido a apreciar la belleza de vivir en paz con uno mismo. La felicidad no siempre se encuentra en la multitud. A veces, se revela en el susurro del viento y en el suave ladrido de un amigo fiel. Tengo sobrados motivos para no querer vivir. Pero eso puede esperar.

QOSHE - La soledad en los pinos - Manuel Bohórquez
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La soledad en los pinos

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05.12.2023

A mis 65 años, casi al filo de no cumplirlos más, me hallo rodeado de campos verdes, perros leales y gatos curiosos. Muchos gatos, demasiados. Vivo solo, sí, pero no puedo evitar sonreír al reflexionar sobre la dicha que me brinda esta soledad buscada. En un mundo que parece girar cada vez más rápido, donde casi todo es mentira, aquí en el campo, en los pinos de la Puebla del Río, la calma y la compañía de mis amigos de cuatro patas han tejido un hilo de felicidad que se eleva por encima de las preocupaciones diarias, que no son pocas. La soledad, esa palabra que a menudo se carga de connotaciones negativas, se ha convertido en mi mejor amiga. Lejos de la algarabía de la ciudad, encuentro consuelo en el canto melodioso de los pájaros, en el susurro del viento entre los árboles y en la paz........

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