En el siempre conmovedor circo de la política hemos sido testigos de una nueva función: la ruptura ayer entre Podemos y Sumar, seguida de la inclusión de Podemos en el Grupo Mixto. ¿La razón detrás de este melodrama? Nada menos que un sillón de mando y la porción de pastel político que viene con él. Parece que cuando se trata de repartir poder, los políticos se lanzan a la arena con más ferocidad que un grupo de niños en una piñata. Podemos y Sumar, en su momento de gloria, decidieron unirse para conquistar juntos el Olimpo político. Pero, como suele suceder en estos cuentos de poder y ambición, la convivencia no fue tan guay como esperaban. La chispa que incendió la relación fue, según cuentan, la lucha por el liderazgo y la distribución de cargos. En esta competencia por un trozo del pastel, las amistades políticas pueden desmoronarse más rápido que una torre de naipes en Tarifa. Ahora, con Podemos mudándose al Grupo Mixto, nos queda la imagen de una fiesta que terminó en una pelea por el último pedazo de tarta. Las diferencias ideológicas, que en un principio parecían superables, se magnificaron cuando los líderes vieron que el famoso sillón de mando solo tiene espacio para uno.

Pero, ¿es realmente sorprendente que los políticos se peleen por el poder? No lo creo. Es como dejar a un grupo de niños en una habitación llena de juguetes y esperar que compartan sin dramas. Al final, todos quieren el juguete más grande, y en el mundo político, ese juguete es el control y la influencia. Aunque el espectáculo pueda resultar entretenido para algunos, no podemos perder de vista que estas luchas intestinas a menudo desvían la atención de los verdaderos problemas que enfrenta la sociedad. Mientras los políticos se enzarzan en peleas de poder, los ciudadanos esperamos soluciones concretas a problemas reales. En el fondo, esta ruptura nos recuerda que la política no es solo un juego de estrategia, sino un servicio a la ciudadanía. Así que, estimados políticos, mientras sigan disputándose los sillones de mando, no olviden que detrás de esos asientos hay ciudadanos esperando que cumplan sus promesas y resuelvan los problemas que realmente importan. Quizás deberíamos repartir más pasteles y menos peleas. Después de todo, ¿quién puede resistirse a un buen pedazo de pastel? Y si de paso nos dan respuestas claras y acciones concretas, ¡sería la fiesta perfecta!

QOSHE - Podemos y Sumar - Manuel Bohórquez
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Podemos y Sumar

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06.12.2023

En el siempre conmovedor circo de la política hemos sido testigos de una nueva función: la ruptura ayer entre Podemos y Sumar, seguida de la inclusión de Podemos en el Grupo Mixto. ¿La razón detrás de este melodrama? Nada menos que un sillón de mando y la porción de pastel político que viene con él. Parece que cuando se trata de repartir poder, los políticos se lanzan a la arena con más ferocidad que un grupo de niños en una piñata. Podemos y Sumar, en su momento de gloria, decidieron unirse para conquistar juntos el Olimpo político. Pero, como suele suceder en estos cuentos de poder y........

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