El guitarrista macareno Antonio Peana, al que visité mucho en su piso de Santa Cecilia, lleno de vírgenes y recuerdos, me contó que el cantaor trianero Ramón el Ollero daba clases de cante en la calle Palomas, del Barrio de la Feria, la misma calle donde vivieron otros artistas como Frijones de Jerez o la mujer del seguiriyero gaditano Curro Dulce, Rufina Espeleta Machuuca, que vivió ahí con un hijo que fue torero de poca monta. Una hija de Rufina y Curro, Rufina Fernández Espeleta, fue la abuela de Manolo Caracol, casada con uno de los hijos de Enrique Ortega Díaz El Gordo, José Ortega Feria El Águila, uno de los hermanos de Gabriela Ortega, la madre de Rafael y Joselito el Gallo, los genios del toreo sevillano.

Ramón Rodríguez Vargas El Ollero, de la calle Procurador de Triana, daba clases de cante en su casa de la citada calle Palomas, siendo uno de sus discípulos el Colorao de la Macarena, de la calle Torrijiano. ¿Cómo daba las clases el viejo maestro, según Peana? Escuchaba a los chavales durante días, tomaba apuntes sobre sus defectos y virtudes y una vez estudiado el aspirante a cantaor le decía si valía o no, para que no engañara a su familia ni se engañara a él mismo. Si consideraba que era bueno y que tenía futuro, pulía sus defectos, a veces sin cobrarle nada por las clases, porque eran muchachos pobres. Parece ser que Arturo y Tomás Pavón visitaron alguna vez la célebre escuela de Ramón.

A veces, le ayudaba en la faena otro maestro de aquel tiempo, Antonio Silva Estrada El Portugués, que era portugués de verdad, de Figuera da Foz (Coímbra), aunque criado en Castilleja de la Cuesta. Cuando murió don Ramón (1905), el gran maestro de las soleares de la Triana de los alfareros, siguió con la escuela El Portugués, que vivió hasta 1920, cuya muerte tuvo lugar en la calle San Eloy de Sevilla. ¿Por qué creen que le dieron un homenaje a este maestro el 5 de junio de 1919 en el Salón Variedades, que daba a las calles Trajano 14 y Amor de Dios 23? Porque tenía una enfermedad incurable.

En el cartel, algunos de los discípulos de la escuela de Ramón y Antonio, como el citado José Rodríguez El Colorao, Fernando el Herrero o Manuel Vallejo. Con el dinero recogido, el viejo maestro aguantó hasta febrero de 1920, solo ocho meses, siendo enterrado el día 25 de este mes en el Cementerio de San Fernando de Sevilla. ¿Por qué creen que cantaban tan bien los cantaores de las primeras décadas del siglo XX. Porque aprendieron de grandes maestros como El Portugués y Ramón, que, curiosamente, los dos murieron en la miseria más absoluta. Pero enseñando, formando a los jóvenes, asegurando el futuro de este arte... Y Sevilla sin enterarse.

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Ramón el de Triana y sus clases de cante

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16.01.2024

El guitarrista macareno Antonio Peana, al que visité mucho en su piso de Santa Cecilia, lleno de vírgenes y recuerdos, me contó que el cantaor trianero Ramón el Ollero daba clases de cante en la calle Palomas, del Barrio de la Feria, la misma calle donde vivieron otros artistas como Frijones de Jerez o la mujer del seguiriyero gaditano Curro Dulce, Rufina Espeleta Machuuca, que vivió ahí con un hijo que fue torero de poca monta. Una hija de Rufina y Curro, Rufina Fernández Espeleta, fue la abuela de Manolo Caracol, casada con uno de los hijos de Enrique Ortega Díaz El Gordo, José Ortega Feria El Águila, uno de los hermanos de Gabriela Ortega, la madre de........

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