Ayer vi dos veces el documental Riqueni y la segunda vez me gustó menos que la primera. No es un retrato fiel del artista trianero y su obra, sino dos horas y cuarto de auto homenaje del director, Paco Bech, y me duele tener que decir esto porque lo aprecio y es innegable lo que ha hecho por el maestro Riqueni, aunque menos de lo que ha hecho su familia, y eso no se resuelve bien. Me parece extraño que se le hiciera una entrevista de algo más de una hora a su hermana Lola y que aparezcan solo diecisiete segundos. La entrevista, por cierto, es un gran documento porque ahí sí se hace un retrato fiel de lo que es la vida del artista. Todo el documental debería de haber girado en torno a la entrevista y hubiese ganado mucho. Porque además se les da en mi opinión un excesivo protagonismo a personas que no han significado mucho en la vida de Rafael.

La primera hora es dura y algo angustiosa, porque abusan en exceso de la parte fea del compositor sevillano. No hay apenas nada de su infancia, de cuando se formaba en las peñas flamencas de Sevilla. Ni un solo testimonio de esa etapa tan importante, en la que siempre iba acompañado de su padre, la persona más importante de su vida, sin olvidar a su madre o a la propia Lola, su única hermana. Se omiten nombres tan importantes en su trayectoria como fueron los guitarristas Manuel Carmona, de Los Palacios, que fue quien le enseñó lo básico, y Manolo Sanlúcar, quien le dio clases hasta que le dijo a su padre: “Que no vuelva a venir a casa, porque no le puedo enseñar nada más”. Toda la gloria se la lleva Paco de Lucía, y no es justo. No es una película sobre la vida artística de Rafael, sino sobre cómo Paco Bech lo rescata del infierno y lucha lo indecible por él hasta recuperarlo para la vida y el flamenco. Pero no solo, porque a Rafael lo han ayudado mucho otras personas.

¿Su familia no pinta nada ahí? Es que parece que le dieron de lado y no es ni mucho menos cierto. Paco tiene un excesivo protagonismo. Es verdad que luchó lo indecible para poder hacer el documental, cuya empresa le ha llevado años duros, pero tuvo que quedarse un poco detrás de la cámara, darle todo el protagonismo al artista y su obra sin insistir tanto en el drama de su vida, en su enfermedad y la relación con las drogas y el alcohol. Supongo que tendrá que hacer otra película sobre el compositor, ciñéndose al creador, al músico, al que lloraba viendo cómo guitarristas de medio pelo conducían buenos coches mientras él tenía problemas para mantener a su familia. Ese Rafael no aparece, lo tapa demasiado el otro, el que se ve derrotado, sin ganas de vivir, sin salida. Su madre me llamó un día para que fuera a verlo a un piso de Pagés del Corro, donde ensayaba, porque pensaba que ese día podía romper sus guitarras. “Hay quien no ha creado una falseta en su vida y está forrado”, me dijo muy hundido.

El documental es técnicamente bueno y con momentos sublimes. No le vamos a negar el mérito. Es el resultado de años de trabajo y hay mucho talento en la cinta, sin duda. No vamos a cuestionar el amor de Paco por Rafael y lo que él lo quiere también. Tengo que confesar que viendo el documental he llorado varias veces porque quiero a Rafael por encima de lo que es como músico. No voy a decir que es un documental fallido, porque no es eso. Es en muchos aspectos admirable y gustará en todo el mundo, sin duda. En gran parte porque es del fenómeno trianero, que ahora es el guitarrista más admirado del flamenco. Me preocupa la imagen que pueda quedar de Rafael Riqueni del Canto, del ser humano tierno, noble y castigado que, eso sí, se ha encaramado de nuevo a la vida. Y me preocupa también qué imagen puede quedar de su familia si prácticamente no aparece en la película. Ni su madre, que aún vive, si es que eso es vivir. Ni siquiera pudieron ver la cinta antes del estreno.

QOSHE - Sobre el documental ‘Riqueni’ - Manuel Bohórquez
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Sobre el documental ‘Riqueni’

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02.12.2023

Ayer vi dos veces el documental Riqueni y la segunda vez me gustó menos que la primera. No es un retrato fiel del artista trianero y su obra, sino dos horas y cuarto de auto homenaje del director, Paco Bech, y me duele tener que decir esto porque lo aprecio y es innegable lo que ha hecho por el maestro Riqueni, aunque menos de lo que ha hecho su familia, y eso no se resuelve bien. Me parece extraño que se le hiciera una entrevista de algo más de una hora a su hermana Lola y que aparezcan solo diecisiete segundos. La entrevista, por cierto, es un gran documento porque ahí sí se hace un retrato fiel de lo que es la vida del artista. Todo el documental debería de haber girado en torno a la entrevista y hubiese ganado mucho. Porque además se les da en mi opinión un excesivo protagonismo a personas que no han significado mucho en la vida de Rafael.

La primera hora es dura y algo angustiosa, porque abusan en exceso de la parte fea del compositor........

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