Hay años en los que uno no debería levantarse. Pero para qué, si en la cama lo que ocurre es que se le dan vueltas a asuntos que no hacen más que amargarte más, mejor salir por ahí para que podamos decir como Fernando Fernán Gómez en la película Stico, en la que encarna a un catedrático jubilado de Derecho: “estoy algo loco, pero salgo por ahí, me mezclo con la gente y no se nota”. Para qué seguir encamado si la radio proyecta más pamplinas y chorradas que nunca, un adoctrinamiento político bipolar que cansa y hasta asquea. Unas emisoras obsesionadas con la amnistía a los catalanes malos, otras con lo de siempre: los vulnerables y esa cruzada progre-mística para que nos sensibilicemos y así todos seamos progresistas.

Son las voces de sus amos y aburren, aburren mucho. Y deprimen. Pero ahora, sobre todo, me está deprimiendo la derecha. Cada vez que habla es para decirme que estamos en un país de mierda por culpa de un señor llamado Sánchez que lo que quiere es estar en el poder. Todo es malo en el país, todo, menos ellos, esa derecha que dicta lo que deben decir sus portavoces mediáticos. Al menos la izquierda muestra horizontes de ilusión, podrá salir adelante o no, pero traza metas. Convencida de que el gobierno se va a venir abajo en cualquier momento y que habrá elecciones anticipadas, la derecha proyecta unos mensajes catastrofistas para vencer: mientras peor, mejor. Eso es muy peligroso, la gente no puede caer en el hastío, no puede sentir y pensar que está en un país de la cola aunque lo esté, no se puede criticar destruyendo continuamente, si las críticas no van acompañadas de soluciones en lugar de un problema tendremos dos: el problema al que se critica y el problema de que quienes critican no aportan nada, salvo un supuesto patriotismo centrado en que un señor muy negativo al que insultan sin piedad quiere hundir España.

Vamos a ver, ¿qué va a perseguir un político que es presidente y aunque no gana las elecciones el sistema parlamentario le permite pactar para seguir gobernando? Perseguirá seguir gobernando. ¿Desde cuándo la política ha tenido ética e integridad? Acaba de morirse a los 100 años Henry Kissinger, es el culpable de golpes de estado sangrientos en diversos países en los que se ha torturado y asesinado para que los segmentos sociales dominantes de esos países sigan guardando los intereses de Estados Unidos ante amenazas social-comunistas. El hombre ha cumplido con su obligación. Como está en el bando de los buenos nadie le ha dicho nada, al revés, era una personalidad que ha estado asesorando a los de arriba hasta sus últimos días.

¿Por qué Sánchez no va a cumplir con su obligación de seguir siendo poder? ¿A qué aspira todo poder? A ser absoluto. Pues eso es lo que hace Sánchez sirviéndose de la llamada democracia. Además, está aplicando la máxima nietzscheana: no existen hechos, existen interpretaciones. Sánchez interpreta la Constitución como le conviene. Es una estrategia de la toma del poder que sólo puede detener el votante o un golpe de Estado. La UE no sabe por dónde salir porque ni es UE ni es nada, lo ha demostrado con Puigdemont. Gran parte de los españoles ve el paisaje pero no se mueve por temor a perder pagas, el poder adquisitivo está muy bajo, se ven muchos pobres por la calle, las carreteras cada vez están en peor estado, la bolsa de la compra es cara. ¿Qué ofrece la derecha? Un discurso dirigido sobre todo a quienes tenemos nuestras necesidades cubiertas o bien cubiertas. No hay esperanza en ese discurso salvo que se guarde la Constitución. ¡La Constitución no se ha cumplido nunca! Nunca ha habido trabajo para todos, viviendas, pensiones dignas, salario mínimo para vivir decentemente, ya ni somos soberanos, todo lo que hacemos debe llevar el visto bueno de la UE y de USA... España no es una nación, es un puzle por descubrir.

El caso Puigdemont y derivados no desvive a la gente de forma aplastante. Lo que se desea es poder cubrir las necesidades más elementales. Sánchez da limosnas, la derecha da discursos inmovilistas para que no nos desviemos del orden mundial del mercado. Vale, es lo pragmático, lo razonable, mirado desde la comodidad. Pero, ¿cómo va a dar de comer? Predicar lo sabe hacer, ahora se necesita que aclare muy bien cómo va a proporcionar trigo en lugar de apatía, desgana, frustración, depresión, porque a personas que tienen su vida resuelta no las va a mover eternamente para que salgan a la calle con banderas de las que se pretende apropiar como los otros quieren quedarse con el monopolio del progresismo, por cierto, agitando las misma banderas.

QOSHE - Cuando la derecha aburre y deprime - Ramón Reig
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Cuando la derecha aburre y deprime

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02.12.2023

Hay años en los que uno no debería levantarse. Pero para qué, si en la cama lo que ocurre es que se le dan vueltas a asuntos que no hacen más que amargarte más, mejor salir por ahí para que podamos decir como Fernando Fernán Gómez en la película Stico, en la que encarna a un catedrático jubilado de Derecho: “estoy algo loco, pero salgo por ahí, me mezclo con la gente y no se nota”. Para qué seguir encamado si la radio proyecta más pamplinas y chorradas que nunca, un adoctrinamiento político bipolar que cansa y hasta asquea. Unas emisoras obsesionadas con la amnistía a los catalanes malos, otras con lo de siempre: los vulnerables y esa cruzada progre-mística para que nos sensibilicemos y así todos seamos progresistas.

Son las voces de sus amos y aburren, aburren mucho. Y deprimen. Pero ahora, sobre todo, me está deprimiendo la derecha. Cada vez que habla es para decirme que estamos en un país de mierda por culpa de un señor llamado Sánchez que lo que quiere es estar en el poder. Todo es malo en el país, todo, menos ellos, esa derecha que dicta lo que deben decir sus portavoces mediáticos. Al menos la izquierda........

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