En mis tiempos mozos no recuerdo que hubiera jóvenes tan hombres como los de hoy. Estoy tranquilo, cuando haya que acudir a reforzar el ejército con voluntarios para ganarle la guerra al rey de Marruecos que habrá invadido Ceuta, Melilla y todas las aguas de las Canarias, contaremos con fornidos quintos que van en diciembre en camiseta de mangas cortas por la calle a menos de diez grados o se sientan por la noche en bares al aire libre enseñando sus brazos desnudos y tatuados como el marino de la copla Ojos verdes.

Parece que mi ciudad sevillana está repleta de legionarios en potencia, qué porte, qué decisión, impasible el ademán, vista al frente y un, dos, tres, al gimnasio otra vez. Algunos lucen hasta detalles yanquis, son marines, un marín y un legionario: la armada invencible, no habrá moro que se nos resista. Nunca tienen frío ni aunque haga fresquito; son de otra raza, la raza de la Inteligencia Artificial (IA), puede que procedan de otro mundo, no sé si se trata, en efecto, de hombres o estamos ante robots. Qué tonterías digo, son de la raza ibérica, criados con bellotas ibéricas y cereales gringos, más no se puede pedir.

Ojalá hubiera disfrutado en mis calendas púberes prehomínidas de hombres así, lo más parecido eran los pijos del Náutico y del Mercantil con sus musculitos y sus cocodrilos Lacoste y sus Fred Perry. Nada que ver con los de ahora que no son pijos, son trabajadores, parias, soldados de la vida que no saben lo que es el frío, estos pueden ir perfectamente a Rusia y acompañar a Putin a bañarse por estas fechas en un lago de Siberia.

Sevilla no sólo tiene un color y un calor especial sino unos tíos machotes de padre y muy señor mío. Nosotros éramos inferiores, canijos, con barbas, bufandas, camisetas Ocean de invierno y trencas varias, amigos de los libros y enemigos de los gimnasios, menuda birria de generación la nuestra, ahora es cuando tenemos a los verdaderos hombres, al verdadero frescor salvaje del Caribe que se enfrenta sin miedo al fresquito occidental. Nosotros bebíamos “poetas” en la bodeguita Morales, estos no, estos, alcohol puro y duro, pero no para soportar el frío que es palabra que no conocen sino para meter vigor en el cuerpo que poco necesita, es sobre todo con vistas a que bajen bien las bellotas de Iberia y los cereales de Florida.

En mis tiempos corríamos delante de los grises, ahora son los azules los que corren delante de estos fuera de serie, son ellos quienes deberían engrosar las filas de los antidisturbios pero comprendo que no lo deseen hasta que no cambiemos de ministro del Interior y puedan ejercer bien su profesión que ahora los tienen ahí, amedrentados, sobre todo si se trata de apalear a los próximamente amnistiados catalanes rompelotodo.

Las veraniegas camisetas de manga corta en diciembre no tienen nada que ver con el cambio climático ni con que haya cigüeñas que ya no se van a su apartamento de África cuando aquí aparece el frío, es que la raza ibérica no decae aunque decaiga la calidad del semen porque hay que ver, el problema es ahora cómo vamos a prolongar en el tiempo a esta raza camisetera si no engendra descendencia. Eso me preocupa, voy para viejo y me da seguridad tanta camiseta de manga corta y tanto músculo ante las amenazas morunas, fascistas y comunistas.

QOSHE - El invierno en camiseta - Ramón Reig
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El invierno en camiseta

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21.12.2023

En mis tiempos mozos no recuerdo que hubiera jóvenes tan hombres como los de hoy. Estoy tranquilo, cuando haya que acudir a reforzar el ejército con voluntarios para ganarle la guerra al rey de Marruecos que habrá invadido Ceuta, Melilla y todas las aguas de las Canarias, contaremos con fornidos quintos que van en diciembre en camiseta de mangas cortas por la calle a menos de diez grados o se sientan por la noche en bares al aire libre enseñando sus brazos desnudos y tatuados como el marino de la copla Ojos verdes.

Parece que mi ciudad sevillana está repleta de legionarios en potencia, qué porte, qué decisión, impasible el ademán, vista al frente y un, dos, tres, al gimnasio otra vez. Algunos lucen hasta detalles yanquis, son marines, un marín y un legionario: la armada invencible, no habrá moro que se nos........

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