Pues ahí está Javier Milei, en Argentina, al que llaman ultraliberal. No sé qué clase de ultraliberal será este hombre. Si los liberales siempre han clamado por la libertad individual de los humanos y éste es ultra, es decir, más liberal que los liberales mismos, “más allá de” que es lo que significa ultra, las libertades, ahora, se irán por las nubes en aquel país hermano o lo que sea que sea para nosotros Argentina. Dos veces he sido invitado a impartir clases y conferencias allí, me invitaron los malos, los peronistas, me trataron muy bien y me mostraron los horrores de las dictaduras impulsadas por Estados Unidos y tuve ocasión, allí mismo, de asistir en directo a una reunión que por videoconferencia llevaron a cabo la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Vladimir Putin con la finalidad de que los medios públicos rusos de televisión se vieran libremente en Argentina.

La presidenta, además, había sacado adelante una ley contra el monopolio del audiovisual que molestó sobremanera al Grupo Clarín de comunicación que es mucho más que un grupo de comunicación como suele suceder con estas empresas. Clarín ha apoyado golpes de Estado y tiene detrás no sólo a un segmento de poder argentino muy relevante sino a la banca norteamericana. Sobre el terreno me pude dar cuenta de bastantes asuntos positivos y negativos para el peronismo.

Entre los negativos está que pertenece a esa cantinela progresista que se ha extendido por América Latina y que tenemos en España. Sin quitarle mérito a sus sueños de justicia, ha logrado algo que cada vez soporta menos gente: que los pobres sigan siendo pobres y, además, empobrecer a las clases medias, al tiempo que va sembrando una casta de estómagos agradecidos a los que se les va olvidando el progresismo conforme entran diversos alimentos en sus estancias y colocan sus posaderas sobre sillones que representan responsabilidades que no son capaces de afrontar por falta de competencia. Y algo peor aún, si cabe: han extendido una cultura de pensamiento débil que acaba por columpiar a una sociedad desde la injusticia del mercado hasta la indolencia del socialismo mal hecho. El socialismo no es doctrina de masas sino de minorías, por eso fracasa.

Así es cómo se está imponiendo en el mundo una necesidad de orden, de normativas con las que poder entenderse y librarse de un personal que, por ahora, convierte su deseo de progreso e igualdad en dictadura contra los más preparados, contra los que más estimulan la sociedad, sean mujeres u hombres. El desorden mental que siembran cae sobre el desorden socioeconómico y de esta manera acaban llegando los Milei, los Bolsonaro, los Trump y todos los que han llegado y los que llegarán. Porque un país no puede estar eternamente en el relativismo, en la nada, que eso es el progresismo que este personal progresista ha levantado, dedicándose a ir a lo fácil, acomodándose ellos en el poder coyuntural que es la política y olvidándose de construir desde abajo una sociedad nueva, enfrentándose de verdad al Poder y destruyendo fronteras, no levantando barreras nacionalistas y admitiendo a quienes no pintan nada en una revolución mental, ética, sino que, al revés, la obstaculizan.

No se puede vivir así, comprendo perfectamente que la gente se incline por los nuevos órdenes llamados ultras, por los nuevos hombres alfa que aparecen con ideas claras, acompañados por mujeres alfa, a su mismo nivel o incluso por encima de ellos, como asesoras en la sombra. A largo plazo tampoco servirán de mucho, pero van a limpiar el patio momentáneamente al tiempo que lo ensuciarán de nuevo para que regresen los progresistas. Eso si es que no han aprendido de su pasado porque estos son los herederos tanto de la muerte como de la vida que ha traído el mercado al mundo.

QOSHE - La derecha que trae el progresismo - Ramón Reig
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La derecha que trae el progresismo

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21.11.2023

Pues ahí está Javier Milei, en Argentina, al que llaman ultraliberal. No sé qué clase de ultraliberal será este hombre. Si los liberales siempre han clamado por la libertad individual de los humanos y éste es ultra, es decir, más liberal que los liberales mismos, “más allá de” que es lo que significa ultra, las libertades, ahora, se irán por las nubes en aquel país hermano o lo que sea que sea para nosotros Argentina. Dos veces he sido invitado a impartir clases y conferencias allí, me invitaron los malos, los peronistas, me trataron muy bien y me mostraron los horrores de las dictaduras impulsadas por Estados Unidos y tuve ocasión, allí mismo, de asistir en directo a una reunión que por videoconferencia llevaron a cabo la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Vladimir Putin con la finalidad de que los medios públicos rusos de televisión se vieran libremente en Argentina.

La presidenta, además, había........

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