Hay personas hipersensibles que no están hechas para este mundo y sin embargo las necesitamos. Si los poderosos fueran así creo que viviríamos mejor y el deseo de ser solidarios con nuestros congéneres estaría mucho más cercano de lo que ahora está. Las personas que el mundo no merece no entran al trapo de peleas y discusiones estériles que las hay a millones a diario. Más bien se sienten molestas con ellas y tratan de quitarse de en medio. Se realizan ayudando a los demás, se vuelcan con los otros y se olvidan de cuidarse todo lo que debieran.

Trabajan cuidando de y a los incapacitados en general y terminan por quererlos, el mimo con que ayudan a los seres más vulnerables, esos que ni siquiera saben que existen, es conmovedor. Estamos ante personas creativas cuya ambición se centra en los demás. Necesitan poco para sentirse ricas porque su riqueza ni es abundante ni es material ni es codiciosa. Corren el peligro de que abusen de ellas los listos que sí llevan el mundo. Las personas que el mundo no merece son fuertes de otra forma. Su fortaleza está en su interior, se da la circunstancia de que de ellas dependen otras personas que a primera vista nos parecen fuertes y hasta poderosas pero en realidad caen en una dependencia vital y emocional en relación con esas otras personas que el mundo no merece.

Las personas que el mundo no merece pero que sin embargo las necesita aguantan carros y carretas de otros y de otras hasta que estallan y sacan la fuerza psíquica que llevan dentro. Entonces, el otro, el débil fortachón que se ha quedado sin “mamá”, las amenaza, las persigue, intenta destruirlas y a veces lo consigue. No tolera la soledad en que las personas que el mundo no merece los ha dejado, no la toleran aunque logren a otra persona a la que dominar para sentirse ellos seguros en ese nuevo maternal regazo.

Las personas hipersensibles que el mundo no merece no tienen nada suyo, si les preguntas qué desean, para concedérselo, puede que te respondan como el filósofo Diógenes a Alejandro Magno cuando el histórico caudillo se paró delante del tonel en el que vivía Diógenes: “Quiero que se aparte usted de ahí porque no deja que entre la luz del sol”.

Las personas de las que hablo no pueden soportar las imágenes crueles del actual conflicto en Gaza ni otras similares. Mucho menos las que aparecen en las redes sociales donde millones de seres se recrean en la muerte y juegan con ella desde la comodidad y la complicidad de los sillones de sus casas. No aguantan las personas que el mundo no merece que los informativos de televisión manipulen emociones con sangre para ganar audiencia y, por tanto, dinero, o bien, como en TVE, para justificar las justas palabras de condena contra Israel pronunciadas por el “jefe” de la RTVE, Pedro Sánchez, y por otros dirigentes políticos europeos.

Los mansos poderosos y fuertes que el mundo no merece están cargados de esa espiritualidad que ya ni las religiones más implantadas poseen, convertidas en multinacionales del negocio con almas y cuerpos, en nombre de Dios. Si viviera Spinoza afirmaría que son las personas que el mundo no merece una parte importante del propio Dios porque las personas que el mundo no merece aman la naturaleza y todas las bellezas físicas y etéreas que también conforman el cuerpo de Dios. Un Dios que está aquí y no en ningún mundo arcano ni imaginario. Un Dios que todos los días nace y muere. Y nace.

QOSHE - Personas que el mundo no merece - Ramón Reig
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Personas que el mundo no merece

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19.12.2023

Hay personas hipersensibles que no están hechas para este mundo y sin embargo las necesitamos. Si los poderosos fueran así creo que viviríamos mejor y el deseo de ser solidarios con nuestros congéneres estaría mucho más cercano de lo que ahora está. Las personas que el mundo no merece no entran al trapo de peleas y discusiones estériles que las hay a millones a diario. Más bien se sienten molestas con ellas y tratan de quitarse de en medio. Se realizan ayudando a los demás, se vuelcan con los otros y se olvidan de cuidarse todo lo que debieran.

Trabajan cuidando de y a los incapacitados en general y terminan por quererlos, el mimo con que ayudan a los seres más vulnerables, esos que ni siquiera saben que existen, es conmovedor. Estamos ante personas creativas cuya ambición se centra en los demás. Necesitan poco para sentirse ricas porque su........

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