Creo que no me ha tocado a lotería de Navidad, tengo dos décimos pero aún no los he mirado, en serio, no los he mirado. Las noticias corren y prometo que si me llega a tocar algo serio me hubiera enterado de sobra. Cumplí con la costumbre de aspirar a casi lo imposible, me parce un ejercicio entrañable, es la Navidad, mi época preferida, cuando acabe sólo pensaré en el calor que me espera en esta ciudad hispalense. Terrible. Pero nadie me quitará lo bailao, el sosiego de mi Nochebuena de ensueño. Fue así, literalmente, era de noche, fue buena y estuvo copada por la vida de sueños que llevamos con nosotros.

Pasado el sueño de la lotería -ahora viene el sueño del Niño- llegó la noche y encontré asilo en la televisión, en la de siempre, TVE. Ahí estaba ese ambiente de ensueño y alegría constante que me recuerda a los 25 años de Paz que celebró Franco sólo que en digital y a color. Los informativos de TVE proyectan tanta alegría que también me traen a la memoria la Tele 5 primera, aquella de Valerio Lazarov. Los que gozamos con los programas de Valerio Lazarov, con sus juegos de luces, conservamos la vista y la cordura decentemente y eso ya es de ensueño.

TVE nos mostró unos bailes y unos canticios felices protagonizados por sus propios currantes, una especie de Nochebuena Juan Palomo. Junto a ellos, personas y personos ligeros de ropa en plan revista de los 60 al estilo de estos tiempos. Fue bonito, de ensueño, danzad, danzad, benditos. Luego llegó un tal Pablo López y después una tal Camela. Por lo visto tienen mucho éxito, el primero de los artistas cantó algún tema que me gustó especialmente, sobre todo uno que interpretó con dos muchachos que deduje que fueron sus compañeros en un grupo. Ahora Pablo va solo, mejor para él y su representante: no tienen que repartir la pasta a partes iguales y, como dicen Mojinos Escozíos, “mientras menos seamos a más cabemos”. Eso lo cantan en un tema donde reflejan que “mucho gay es lo que hay” y que han dicho que no van a cantar más por respeto y -digo yo- por supervivencia, para seguir en la foto, a excepción del que ya se nos ha muerto.

No nos pongamos tristes que es postnochebuena. Cuando me cansé de gozar y de soñar con aquel mundo tan alegre, con aquella exhibición de dientes y abrazos, me fui a la cama y sintonicé la COPE que se lleva todo el día y toda la Nochebuena y, ya en Navidad, regalándonos música del momento, o séase, más ensueño todavía. Me encanta quedarme despierto todo lo que el ensueño me permita. A las siete de la mañana me dije que iba a ver si la SER me contaba lo que pasaba en el mundo. La SER empezaba a hacer balance del año y estaba liada con el piquito de la futbolista al final de la final del mundial. Lo quité de inmediato, yo quería sueños, no pesadillas ni adoctrinamientos en un tema que tengo claro. Me fui a RNE y allí había más música de Navidad, utilizando temas compuestos por los clásicos. Me gustó.

Mi ensueño siguió hasta que, como suele decirse, caí en los brazos de Morfeo. Cuando desperté me di de bruces con la realidad, me dijeron que no se había celebrado Nochebuena este año porque María y José habían encontrado un Belén desierto, de puertas cerradas a cal y canto. Supongo que el Niño habrá nacido. No sé dónde.

QOSHE - Una Nochebuena de ensueño - Ramón Reig
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Una Nochebuena de ensueño

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28.12.2023

Creo que no me ha tocado a lotería de Navidad, tengo dos décimos pero aún no los he mirado, en serio, no los he mirado. Las noticias corren y prometo que si me llega a tocar algo serio me hubiera enterado de sobra. Cumplí con la costumbre de aspirar a casi lo imposible, me parce un ejercicio entrañable, es la Navidad, mi época preferida, cuando acabe sólo pensaré en el calor que me espera en esta ciudad hispalense. Terrible. Pero nadie me quitará lo bailao, el sosiego de mi Nochebuena de ensueño. Fue así, literalmente, era de noche, fue buena y estuvo copada por la vida de sueños que llevamos con nosotros.

Pasado el sueño de la lotería -ahora viene el sueño del Niño- llegó la noche y encontré asilo en la televisión, en la de siempre, TVE. Ahí estaba ese ambiente de ensueño y alegría constante........

© El Correo de Andalucía


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