Guillermo del Valle lidera el proyecto de este nuevo partido que concurre a las próximas elecciones europeas y deriva de la plataforma El Jacobino, un espacio autodefinido como “izquierda ilustrada y centralista”. Además de esta buena carta de presentación y por aquello de que profundice el interesado, recomiendo los 30 puntos iniciales del mencionado think tank y sobre todo el texto del mismo autor La izquierda traicionada. Razones contra la resignación, donde algunos nos hemos visto coincidentes en nuestro pensamiento y escritos sobre el análisis de la tergiversación y adulteración que la izquierda global y la española en particular ha sufrido en las últimas décadas.

Parecerá oportunista pero el apropiado nombre de la formación, alguna vez ha pasado por mi ilusión activista y desde luego coincide con dos valores que he recalcado siempre como posición personal: mi patria y mi ideología. Supongo que si parte de tu trabajo es escribir o investigar (y se acumulan artículos y capítulos a lo largo de los años), es inevitable la reiteración de muletillas y expresiones, pero no es menos cierto y consciente que en los últimos tiempos he forzado un siempre presente “soy español y una persona de izquierda” (en singular). Y ello básicamente porque mi postura crítica me situaba en tierra de nadie y en la soledad de un discurso con un choque permanente con las actuales izquierdas oficializadas (en plural), lo que me hacía sembrar la duda de si en el fondo no sería yo más que un reaccionario frustrado que a falta de sesiones de psicoanálisis no terminaba de asumir mi abyecta ideología.

Si indagamos los puntos esenciales que hoy en día podrían describir esta corriente de pensamiento y nuevo partido que es Izquierda Española, sin duda el eje nuclear es el planteamiento de un discurso basado en la razón, el universalismo, la igualdad y el laicismo como una forma interrelacionada que necesita de una indispensable centralización del Estado, entendida como única forma y garantía de lo que denominamos el bien común. Si se piensa con detenimiento estamos hablando justamente de la visión antagónica de lo que hoy se vende por las izquierdas como válido, al equiparar identidad periférica como máxima libertaria, cuando justamente es todo lo contrario...los nacionalismos independentistas constituyen la forma de insolidaridad más cercana a los principios de un egoísmo ultraliberal.

En realidad el progresismo clásico ha tenido una doble traición en su historia reciente: la primera aceptar un neoliberalismo camuflado en forma de socialdemocracia (socioliberalismo), y en segundo lugar generar la exaltación de los procesos identitarios hacia una fantasiosa plurinacionalidad desbocada, que como podemos comprobar no es más que una extorsión bochornosa a un gobierno central entregado al abismo de la desigualdad territorial y el desmembramiento conceptual como entidad de nación.

En consonancia con esta contundente crítica y como soluciones operativas se propone la potenciación y protección de los sistemas públicos de salud, educación, pensiones, vivienda y energía, la garantía de los derechos digitales, laborales y salariales así como una industrialización e innovación tecnológica compatibles con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático; se promueve la intervención estatal con el objetivo de eliminar la arbitrariedad de los mercados y consolidar la soberanía y el gobierno de todos los sectores estratégicos; se plantea un sistema tributario nacional basado en una verdadera igualdad y en una capacidad económica de progresividad, sin privilegios fiscales, históricos, anacrónicos o predemocráticos ni asimetrías internas; se defiende la integridad territorial de España y las competencias públicas esenciales con exclusividad del gobierno central, el español como lengua común y la necesidad de un cambio en el sistema electoral con un reparto de escaños proporcional a los votos obtenidos, evitando la sobrerrepresentación de unos territorios sobre otros; se añade que el Estado debe ser laico, que la lucha contra la violencia machista o la explotación de la mujer deber enfocarse en un feminismo de la igualdad y verdadera conciliación entre sexos, y que la inmigración requiere una estructura segura, ordenada y regular; se señala una especial alianza a los países iberoamericanos y el sur de Europa, sin olvidar la responsabilidad histórica con el Sáhara Occidental.

Bastante completo y contundente el discurso si se cumpliera sin tibieza y no se traiciona. La melodía y letra me parecen inapelables y coincido casi en su totalidad (discrepo en el apoyo al aborto, lo lamento), y quizás añadiría una dura crítica y limitación a la banca privada (uno de los principales tiranos de este sistema), la inclusión de la nacionalización de la industria de defensa, la lealtad y apoyo a las fuerzas armadas y los cuerpos policiales (actores indispensables en una causa tan justa como la descrita), así como una explícita apuesta por el republicanismo y la eliminación de la monarquía como hecho paradigmático de la igualdad entre la ciudadanía.

Por si cuesta encontrar diferencias...desde luego esto no es VOX, PP, UPN, CC, Junts ni PNV...y aunque existan rasgos comunes en políticas de bienestar social, en esencia tampoco es el PSOE actual, ni Sumar ni mucho menos Bildu, ERC o los restos de Unidas Podemos. Tampoco quisiera creer que estuviéramos ante un nuevo UPyD (aunque Guillermo del Valle fuera integrante de ese partido), o Ciudadanos (Edmundo Bal acaba de proponer nueva intentona de partido con el nombre de “Nexo”), porque el fiasco sería tremendo.

En este sentido y como duda operativa general y de mi propia persona como simpatizante, me surge la incógnita del caladero posible de votantes y gestores que va a pivotar entre espacios de corte muy fino, cuyo resultado será una isla, un bastión que en la medida que mantenga su pureza ideológica podrá sobrevivir y ampliar electorado. Siendo realista la clave no sería la victoria inmediata sino la resistencia ejemplarizante, sin prisa ni pausa. Si el éxito aumentara se correría el peligro de trasvase de advenedizos o peor aún, gobiernos o pactos de coalición con las actuales izquierdas...lo cual es el mismo cuento y vuelta al fracaso actual. Una estructura política necesita cuadros de mando y personal de base con honradez y formación...eso no es fácil. Europa se repetiría como posible cabeza de playa, pero luego hace falta cubrir parlamentos nacionales y autonómicos, diputaciones y municipios, por no hablar del ingente número de peligrosos enemigos que se acumularían si de verdad se pretendiera hacer lo verbalizado, empezando por los entresijos del poder mediático (yo ya sería cauteloso a que los medios de comunicación de la derecha otorguen cierta bendición papal y los afines al ejecutivo traten de desmontar la iniciativa).

Son momentos históricos complejos y cada vez con mayor claridad asumo la certeza de un rosario de catástrofes inminentes que tomarán cuerpo en un destino individual y colectivo del que seremos partícipes en mayor o menor medida. Si te toca la cara medio buena del orbe serás un ciudadano más donde mayoritariamente tu nivel de vida se irá mermando, desde unas clases medias depauperadas hasta una masa amplia de sustento básico y condiciones elementales. Los populismos, el resurgir de ideologías totalitarias, la ausencia de debate argumentativo y el descrédito general de la política es un magma peligrosísimo para la inacción, el pensamiento débil-único o el amargo nihilismo. En esa línea, la población como sociedad en bloque tiende a convertirse en animalidad acoplada a “molinos de sangre” de un sistema que no comprende pero que obedece sin apenas resistencia.

Para parar y tratar de intentar revertir este proceso espero que Izquierda Española tenga claro está fatalista e incontestable realidad con conciencia dura y decidida, con determinación respecto a las acciones a realizar, sin melindres que la dulcifiquen, pero más importante aún es tener plena conciencia de las intenciones fallidas y traicionadas que las izquierdas han dinamitado en los últimos años...no va a haber muchas más oportunidades en el cambio de rumbo necesario.

Para concluir no me resisto al análisis de la imagen y estética finalmente propuesta, por resaltar su crucial importancia (a menudo no valorada), y necesaria concordancia con el contenido: el nombre ya hemos comentado que es un buen acierto y debiera interpretarse como hegemónico en un futurible panorama político; la referencia al Club de los Jacobinos y el logo a modo de camafeo con un perfil de gorro frigio tenía bastante más fuerza en comparación con el actual, que recuerda tímidamente a las mariannes masónicas o revolucionarias guiando al pueblo, y más concretamente al magnífico emblema nacional de la République française; el color rojo sigue presente y es siempre potente a nivel visual, pero me temo que está acaparado y muy asociado en el imaginario colectivo, por lo que recomendaría una alternativa a una paleta parlamentaria ya muy diversificada que no es sino el discreto, pero potente pigmento negro...una referencia cromática muy acorde a la seriedad de estos tiempos.

QOSHE - Izquierda Española: ¿luz en el túnel? - Sergio Villalba Jiménez
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Izquierda Española: ¿luz en el túnel?

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14.01.2024

Guillermo del Valle lidera el proyecto de este nuevo partido que concurre a las próximas elecciones europeas y deriva de la plataforma El Jacobino, un espacio autodefinido como “izquierda ilustrada y centralista”. Además de esta buena carta de presentación y por aquello de que profundice el interesado, recomiendo los 30 puntos iniciales del mencionado think tank y sobre todo el texto del mismo autor La izquierda traicionada. Razones contra la resignación, donde algunos nos hemos visto coincidentes en nuestro pensamiento y escritos sobre el análisis de la tergiversación y adulteración que la izquierda global y la española en particular ha sufrido en las últimas décadas.

Parecerá oportunista pero el apropiado nombre de la formación, alguna vez ha pasado por mi ilusión activista y desde luego coincide con dos valores que he recalcado siempre como posición personal: mi patria y mi ideología. Supongo que si parte de tu trabajo es escribir o investigar (y se acumulan artículos y capítulos a lo largo de los años), es inevitable la reiteración de muletillas y expresiones, pero no es menos cierto y consciente que en los últimos tiempos he forzado un siempre presente “soy español y una persona de izquierda” (en singular). Y ello básicamente porque mi postura crítica me situaba en tierra de nadie y en la soledad de un discurso con un choque permanente con las actuales izquierdas oficializadas (en plural), lo que me hacía sembrar la duda de si en el fondo no sería yo más que un reaccionario frustrado que a falta de sesiones de psicoanálisis no terminaba de asumir mi abyecta ideología.

Si indagamos los puntos esenciales que hoy en día podrían describir esta corriente de pensamiento y nuevo partido que es Izquierda Española, sin duda el eje nuclear es el planteamiento de un discurso basado en la razón, el universalismo, la igualdad y el laicismo como una forma interrelacionada que necesita de una indispensable centralización del Estado, entendida como única forma y garantía de lo que denominamos el bien común. Si se piensa con detenimiento estamos hablando justamente de la visión antagónica de lo que hoy se vende por las izquierdas como válido, al equiparar identidad periférica como máxima libertaria, cuando justamente es todo lo contrario...los........

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