El Partido Socialista ha realizado una consulta a su militancia para que Sánchez forme gobierno con sus pactos. Ha votado más del 63% de los militantes de los que el 87% ha dicho sí. Por supuesto, la pregunta no incluía la posibilidad de amnistía, pero no hay ninguna persona en este país con interés por la política y, desde luego, ningún militante socialista que no sepa que, para conseguir un futuro gobierno de Sánchez, la amnistía es una condición inexcusable. Esto es lo que hay. Personalmente, me provoca un enorme dolor ver al Partido Socialista entregado a esta posición, pero lo admito. Como se me hace insoportable, aparto conscientemente la escasísima oportunidad que aún tendría para volver a votarle si Sánchez se apartase.

Hasta el sábado pasado podíamos seguir viviendo en la ficción esperanzada de que este quebranto histórico que, salvo giro inesperado, viviremos en nuestro país era solo cosa de Pedro Sánchez, su adocenado estado mayor y del conjunto de diputadas y diputados silentes que aprietan botones mecánicos de voto o juntan con cierta dificultad (pero mucho alborozo) las palmas de sus manos para aplaudir a ritmo coreano. Desde el sábado, tengo la triste certeza de que la militancia de un partido vertebral en la construcción democrática de España ha virado desde la que yo conocí y disfruté hacia esto, que no reconozco y padezco. Pero es la democracia: pensar, decidir y apechugar con lo pensado y decidido. O no. Ya dirá Sánchez.

El punto trilero de no preguntar abierta y explícitamente por la amnistía no debilita el razonamiento. La pregunta subyacente, perfectamente conocida y aceptada, era ¿gobierno a toda costa, aunque haya que firmar la amnistía sin que sepamos cómo ni en cuánto?, ¿aunque se negara en campaña para ganar votos? La respuesta ha sido sí. Encierra un manifiesto de adhesión inquebrantable, de un hedor impropio en un partido, hasta ayer, valiente, crítico y audaz: lo que diga Sánchez, pase lo que pase, venga lo que venga, sea lo que sea. Y han dicho sí. El lamento por la evidencia de la destrucción ideológica, estética y transversal del Partido Socialista con esta decisión (impulsada por Sánchez, pero ejecutada ahora por una mayoría complacida) no mitiga el juicio severo al que el partido será sometido por la historia de nuestra democracia, porque también lo es, y no menor, la memoria de las traiciones a las ideas y al pueblo.

Sánchez presidirá de nuevo en breve. Habrá amnistía, aunque no puede descartarse que también los engañe a ellos. Quizás veamos más cesiones indecentes. Y, después de todo y de esto, no sé si habrá más PSOE o habrá que construir otra herramienta útil que mande al sumidero del olvido este disparate. Pero eso, insólito presidente, obedientes Señorías, disciplinados militantes, perplejos votantes y huérfanos socialdemócratas también es democracia. Vital y urgente.

QOSHE - La democracia - Ricardo Vera
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

La democracia

9 10
06.11.2023

El Partido Socialista ha realizado una consulta a su militancia para que Sánchez forme gobierno con sus pactos. Ha votado más del 63% de los militantes de los que el 87% ha dicho sí. Por supuesto, la pregunta no incluía la posibilidad de amnistía, pero no hay ninguna persona en este país con interés por la política y, desde luego, ningún militante socialista que no sepa que, para conseguir un futuro gobierno de Sánchez, la amnistía es una condición inexcusable. Esto es lo que hay. Personalmente, me provoca un enorme dolor ver al Partido Socialista entregado a esta posición, pero lo admito. Como se me hace insoportable, aparto conscientemente la escasísima oportunidad que aún tendría para volver a votarle si........

© El Día de Córdoba


Get it on Google Play