En las últimas semanas del ya trascurrido año 2023, mucho se ha discutido, hablado y escrito sobre la aprobación del Presupuesto General del Estado del año que acabamos de iniciar (PGE-2024), empezando su análisis en la Asamblea Nacional desde el mes de octubre pasado, habiendo sido aprobado con modificaciones en la Cámara de Senadores y devuelto a la Cámara de Diputados los últimos días hábiles del periodo legislativo, ante lo cual y dada la evidente falta de consenso, el mismo tuvo que ser aprobado por el Poder Ejecutivo, como manda la Constitución Política del Estado.

Aprobado el PGE 2024 por el Poder Ejecutivo, a través de Ley 1546, corresponde iniciar el análisis de sus premisas o supuestos de naturaleza real (previsibles) en base a los escenarios que se plantea, el primer objetivo es conducir al país a un crecimiento del PIB del 3,71% durante el 2024, siendo que en el presupuesto del 2023 se esperaba crecer a una tasa del 4,86% cuando hasta el 1er semestre del pasado año la tasa de crecimiento solo alcanzaba el 2,21%, según datos del INE, mientras la perspectiva optimista de la Cepal proyecta un 2,2% y la expectativa del FMI solo alcanza el 1,8%. En consecuencia, es previsible que las proyecciones de crecimiento planteadas en el PGE del 2024 se vean reducidas a medida que transcurra el año, hasta al menos un 2% (± 10%), marcando una constante desaceleración económica desde 2021.

Respecto a la tasa de inflación proyectada para el 2024 en el PGE se establece un 3,6% acumulado, similar a la tasa proyectada en 2023, considerando que se deban mantener los subsidios a los combustibles y los alimentos, además del control sobre las agro exportaciones que deben obtener certificados de abastecimiento al mercado interno a precio justo, para poder obtener autorización. En todo caso la tasa de inflación proyectada está muy por encima de la registrada en 2022 del 1,7% y la del 2023 que alcanzó una tasa acumulada de 1,59% hasta el mes de noviembre del pasado año. Cabe anotar que según informe del FMI a octubre de 2023 la tasa acumulada anual de inflación en Bolivia alcanzaba el 3,8%, mientras la Cepal reportó en una última publicación sobre las perspectivas económicas del 2023 para ALC (América Latina + Caribe) una tasa de inflación acumulada del 2,8% a septiembre de 2023. Estos reportes de organismos externos coinciden con la percepción popular sobre el encarecimiento del costo de vida en los dos últimos años.

Lo malo entonces del PGE 2024 es que nos muestra una proyección poco creíble del crecimiento de la economía, algo ya acontecido en el 2022 y 2023, y además una perspectiva inflacionaria que podría quedar corta, más allá del gasto presupuestado para 2024 de 1.400 millones de dólares americanos en subvención a los combustibles. Recordando que el presupuesto de 2023 para esta subvención en particular fue de 1.098 millones de dólares, cifra muy inferior a los 1.900 millones de dólares que según reportes preliminares de las autoridades del sector se habrían ejecutado el año pasado.

Los mayores problemas en la aprobación del PGE 2024 en el Senado estuvieron relacionados a los artículos 7 y 8 de la ahora Ley 1546, referidos a la contratación de deuda pública, en el primer caso a través de la emisión de títulos valores (bonos del tesoro) por el monto equivalente a 2.000 millones de dólares americanos y en el segundo caso se autoriza al Ministerio de Planificación a contraer deuda pública a través de líneas de crédito contingentes en organismos financieros internacionales o multilaterales, por un monto de 700 millones de dólares americanos. Como es de conocimiento general, este tipo de endeudamiento externo requiere de una justificación y destinación concreta, además de las especificaciones de sus fuentes de repago, lo que se debería realizar a través de una Ley específica. Entonces, lo feo del PGE 2024 resulta ser la famosa y vieja treta de aprobar todo lo que se pueda aprobar, así no tenga que ver con el mismo presupuesto.

Otro de las críticas al PGE 2024 es el aporte de capital al Banco Unión SA, una entidad bancaria pública que concentra todas las cuentas de las entidades estatales y los pagos a estas entidades incluyendo los organismos de recaudación tributaria, este aporte de capital ascenderá a casi 40 millones de dólares e ejecutarse en función a la disponibilidad de fondos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, y se destinara a la ampliación de la cartera de créditos y la cobertura de los servicios. El cuestionamiento del aporte de capital al banco estatal es que, a pesar de constituir un cuasi monopolio de los fondos públicos, el banco ocupa el 3er lugar en el Ranking CAMEL+ de 2023. El referido ranking publicado por la revista Nueva Economía, mide y evalúa parámetros de desempeño como capital, activos, gestión, utilidad y liquidez.

Lo bueno y rescatable de la Ley 1546 es la atención a una demanda por demás coherente y justificada del sector privado nacional, que no fuera atendida en septiembre pasado, de mantener la exención del IVA importaciones a la importación de bienes de capital y el establecimiento del IVA Tasa Cero a la comercialización interna de los mismos bienes. Esta medida no solo fomenta la inversión privada nacional y extranjera, sino que contribuye a la generación de mayores empleos, producción y exportaciones que benefician al país en mayor grado que el sacrificio fiscal en que incurre el Estado.

QOSHE - Lo bueno, lo malo y lo feo del PGE 2024 - Antonio Rocha
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Lo bueno, lo malo y lo feo del PGE 2024

5 0
08.01.2024

En las últimas semanas del ya trascurrido año 2023, mucho se ha discutido, hablado y escrito sobre la aprobación del Presupuesto General del Estado del año que acabamos de iniciar (PGE-2024), empezando su análisis en la Asamblea Nacional desde el mes de octubre pasado, habiendo sido aprobado con modificaciones en la Cámara de Senadores y devuelto a la Cámara de Diputados los últimos días hábiles del periodo legislativo, ante lo cual y dada la evidente falta de consenso, el mismo tuvo que ser aprobado por el Poder Ejecutivo, como manda la Constitución Política del Estado.

Aprobado el PGE 2024 por el Poder Ejecutivo, a través de Ley 1546, corresponde iniciar el análisis de sus premisas o supuestos de naturaleza real (previsibles) en base a los escenarios que se plantea, el primer objetivo es conducir al país a un crecimiento del PIB del 3,71% durante el 2024, siendo que en el presupuesto del 2023 se esperaba crecer a una tasa del 4,86% cuando hasta el 1er semestre del pasado año la tasa de crecimiento solo alcanzaba el 2,21%, según datos del INE, mientras la perspectiva optimista de la Cepal proyecta un 2,2% y la expectativa del FMI solo alcanza el 1,8%. En consecuencia, es previsible que las proyecciones de crecimiento planteadas en el PGE del 2024 se vean reducidas a medida que transcurra el año, hasta al menos un 2% (± 10%), marcando una........

© El Deber


Get it on Google Play