La subvención a los combustibles en Bolivia es un problema más complicado por la escasez de dólares. El Gobierno, en un intento por aliviar la presión sobre las importaciones de diésel, busca transferir la responsabilidad al sector privado. Pero, las medidas tomadas podrían agravar la crisis.

La estrategia del Gobierno se basa en la liberación de las importaciones de diésel a empresas privadas. Si bien esta medida pudo haber sido útil en el pasado, la coyuntura actual la vuelve contraproducente. En un contexto de falta de divisas, la apertura a las importaciones privadas genera una mayor demanda de dólares, presionando aún más las reservas internacionales.

El panorama es más preocupante si se considera que la única salida viable, un ajuste en el precio de los combustibles, es descartada por el Gobierno por motivos electorales. Es urgente que el Ejecutivo asuma la responsabilidad de la crisis y tome medidas acertadas. Solo un cambio radical en la política económica, con medidas que equilibren el precio de los combustibles y protejan a los sectores más vulnerables, podrá evitar que se profundice la crisis económica.

Bolivia está en una situación similar a la de países que han sucumbido a la recesión por negarse a enfrentar sus problemas estructurales. Es hora de abandonar las políticas cortoplacistas y buscar soluciones sostenibles. La economía boliviana no puede seguir soportando el peso de una subvención que beneficia a los más adinerados. La responsabilidad recae sobre el Gobierno, que debe actuar con inteligencia y valentía.



QOSHE - Cara a Cara - Carla Paz Vargas
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Cara a Cara

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18.03.2024

La subvención a los combustibles en Bolivia es un problema más complicado por la escasez de dólares. El Gobierno, en un intento por aliviar la presión sobre las importaciones de diésel, busca transferir la responsabilidad al sector privado. Pero, las medidas tomadas podrían agravar la crisis.

La estrategia del Gobierno se basa en la liberación de las importaciones de diésel a........

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