¡Habemus Census! ¿Cuáles pueden ser las reflexiones de este acontecimiento nacional? El primero, cómo no, es el orgullo de evidenciar que Santa Cruz es quien viene marcando el derrotero del país en este inicio de tercer milenio, para bien de toda Bolivia.

Los que criticaban -propios y extraños-, la tozudez de los cruceños por llevar a cabo una huelga general que duró 36 días, hoy aplauden y reconocen el esfuerzo de esta región ante el logro alcanzado. Es bueno recordar que se arrancó al centralismo gubernamental la realización de este censo.

Ahora bien, si todo fluye con transparencia, sin utilizarlas consabidas armas de la “viveza criolla altoperuana”, los datos finales nos mostrarán cuánto somos, cómo estamos y por ende, se sabrá qué hacer de aquí en adelante, a fin de alcanzar un mejor bienestar con equidad.

Sin embargo, los resultados del censo serán apenas un preludio de nuevos desafíos, uno inmediato y otros a mediano plazo. El más próximo es acompañar apuradamente el proceso de su conteo, para no ser escamoteados ni marginados, como en el censo de 2012, cuando de un plumazo, limpiaron a miles de habitantes en el departamento de Santa Cruz. Fue un genocidio técnico-administrativo. No se lo puede tolerar nuevamente.

Más tarde, se tendrá al frente otros dos retos difíciles. Uno es conseguir la nueva representación parlamentaria que le corresponderá a Santa Cruz de acuerdo a su población alcanzada, y en segundo lugar, se tendrá un fuerte debate por el pacto fiscal. Ya no se puede aceptar que el gobierno central continue acaparando el 90% de los recursos, para despilfarrarlos en una burocracia incapaz y corrupta.

En todos los casos, a la institucionalidad política de la sociedad civil, desde ahora, le corresponde diseñar una estrategia, a fin de conseguir que se le dé a Santa Cruz, lo que le pertenece, ni un peso más ni uno menos. Como siempre lo hicimos, sólo reclamamos justicia.

Empero, para el éxito de estos objetivos, el abono principal será la unidad, sin figuración alguna. Aquí nadie tendría que llevar agua a su molino. Caer en ello sería catastrófico para Santa Cruz, menoscabaría la poca confianza del pueblo en sus lideres y luego, que éstos no vengan a llorar sobre la leche derramada.

Un tercer aspecto guarda relación con el llamado “acarreo” de gente a sus tierras de origen. Esta figura tiene algunas connotaciones. La primera, es la ausencia de ética sobre la convocatoria de algunas autoridades, haciendo del censo un instrumento prebendal, muy común Enel mundo político. Esta actitud debería tipificarse como delito. En segundo lugar, se evidencia que quienes viajaron a sus pueblos, aún no tienen conciencia de pertenencia por una región que les brindó una sana e irrestricta hospitalidad. Se los podría llamar malagradecidos, sin embargo, gran culpa la tenemos todos, por no haber cultivado en los migrantes de provincias cruceñas o del interior del país, un sentido de pertenencia, mediante una política comunicacional que enamore a todos ellos, para que se sientan “más camba que la misma yuca”.

Aquí fallan las autoridades locales y departamentales por no ejecutar políticas públicas de concientización, de promover la cultura oriental, y hacer entender que cruceño es todo aquel que ama a Santa Cruz y trabaja por su desarrollo. Es una tarea pendiente. Por lo demás, creo que fue una fiesta nacional que unió al país.

Debemos felicitarnos todos por cumplir con nuestro deber ciudadano de haber comparecido ante este llamado. Agradecer de sobremanera a los miles de agentes censales por su actitud patriótica de apoyar al censo. Al mismo tiempo, advertir a quienes nos darán los próximos resultados que el pueblo boliviano y el cruceño, en especial, estarán vigilantes ante cualquier engaño. Bolivia ya aprendió qué hacer en estos casos.



QOSHE - Una vez más, gracias Santa Cruz - Carlos Dabdoub Arrien
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Una vez más, gracias Santa Cruz

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25.03.2024

¡Habemus Census! ¿Cuáles pueden ser las reflexiones de este acontecimiento nacional? El primero, cómo no, es el orgullo de evidenciar que Santa Cruz es quien viene marcando el derrotero del país en este inicio de tercer milenio, para bien de toda Bolivia.

Los que criticaban -propios y extraños-, la tozudez de los cruceños por llevar a cabo una huelga general que duró 36 días, hoy aplauden y reconocen el esfuerzo de esta región ante el logro alcanzado. Es bueno recordar que se arrancó al centralismo gubernamental la realización de este censo.

Ahora bien, si todo fluye con transparencia, sin utilizarlas consabidas armas de la “viveza criolla altoperuana”, los datos finales nos mostrarán cuánto somos, cómo estamos y por ende, se sabrá qué hacer de aquí en adelante, a fin de alcanzar un mejor bienestar con equidad.

Sin embargo, los resultados del censo serán apenas un preludio de nuevos desafíos, uno inmediato y otros a mediano........

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