Las alarmantes cifras de deforestación en las cuencas del departamento cruceño, reveladas en el Foro Metropolitano Santa Cruz, suponen un grave peligro para el ecosistema y la seguridad de la población. La pérdida del 62,65% del bosque de protección del río Piraí y del 34,65% de la cobertura arbórea del Río Grande son un claro ejemplo de la urgente necesidad de medidas contundentes para frenar este flagelo.​

Las consecuencias de la deforestación son múltiples y devastadoras. La erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad, la disminución del caudal de los ríos y el aumento del riesgo de inundaciones son solo algunos de los efectos que ya se están padeciendo. La tala indiscriminada de árboles en las riberas de los ríos reduce la capacidad de absorción del agua, lo que incrementa el riesgo de desbordamientos e inundaciones, poniendo en peligro la vida y los bienes de las comunidades asentadas en las zonas bajas.

El llamado a la acción es urgente e inaplazable. Es necesario implementar un plan integral de reforestación y protección de las cuencas hidrográficas, con la participación activa de todos los actores involucrados: autoridades departamentales y municipales, organizaciones sociales, comunidades indígenas y propietarios de tierras.Santa Cruz es de las pocas ciudades en el mundo que cuenta con un cordón ecológico de 10 kilómetros y es muy importante cuidarlo para proteger vidas.

Entre las medidas para frenar la deforestación está implementar programas masivos de reforestación en las zonas deforestadas, priorizando las áreas de mayor riesgo de erosión e inundación.

Asimismo, urge la protección de las cuencas: declarar áreas protegidas en las cuencas hidrográficas más críticas y establecer mecanismos de control y vigilancia para evitar la tala ilegal.

También son importantes los incentivos a la reforestación, ofreciendo recursos económicos a los propietarios de tierras que se comprometan a reforestar sus terrenos y proteger los bosques existentes. Tomar ejemplos como los de Corea del Sur que siendo una potencia industrial se ha convertido en un vergel a fuerza de promover que en los feriados la gente salga a plantar árboles.

La educación ambiental, porque se debe concientizar a la población sobre la importancia de los bosques y las cuencas hidrográficas para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico.

Y fortalecer las instituciones responsables de la gestión ambiental y dotarlas de los recursos necesarios para hacer frente a la pérdida de superficie boscosa.

La deforestación no es solo un problema ambiental, sino también social y económico. La pérdida de los bosques y la degradación de las cuencas hidrográficas impactan negativamente en la calidad de vida de las poblaciones, especialmente en las comunidades rurales que dependen de los recursos naturales para su subsistencia.

Es hora de actuar con responsabilidad y compromiso. El futuro de las cuencas cruceñas y el bienestar de las generaciones venideras dependen de las acciones que tomemos hoy. No podemos permitir que la deforestación continúe socavando nuestro patrimonio natural y poniendo en riesgo la seguridad de la población. Hay que asumir la responsabilidad de proteger los bosques y las cuencas hidrográficas, trabajando juntos por un futuro más sostenible y resiliente.

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Tala de bosques, una amenaza latente para las cuencas

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04.04.2024

Las alarmantes cifras de deforestación en las cuencas del departamento cruceño, reveladas en el Foro Metropolitano Santa Cruz, suponen un grave peligro para el ecosistema y la seguridad de la población. La pérdida del 62,65% del bosque de protección del río Piraí y del 34,65% de la cobertura arbórea del Río Grande son un claro ejemplo de la urgente necesidad de medidas contundentes para frenar este flagelo.​

Las consecuencias de la deforestación son múltiples y devastadoras. La erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad, la disminución del caudal de los ríos y el aumento del riesgo de inundaciones son solo algunos de los efectos que ya se están padeciendo. La tala indiscriminada de árboles en las riberas de los ríos reduce la capacidad de absorción del agua, lo que incrementa el riesgo de desbordamientos e........

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