Uno no acaba de entender porqué, un país pobre y desorganizado debe sufrir enormes incendios y sequías sin declarar desastre nacional y hacerse ayudar por organismos internacionales que – fíjense ustedes – se han creado justamente para ayudar a países que sufren algún desastre.

Desde hace mas de un mes Bolivia sufre un enorme desastre nacional, de dimensiones apocalípticas, con destrucción de millones hectáreas de bosque, desaparición de comunidades indígenas, pérdida de reservorios de agua y millones de ciudadanos, como los cruceños, sobreviviendo meses con aire de comprobado valor toxico y mortal.

Inexplicablemente, y sabiendo que no se tiene la capacidad para combatir un desastre de estas dimensiones, el gobierno se negó sistemáticamente a declarar desastre nacional e insistió de que, con su par de destartalados helicópteros y sus valientes soldaditos con chisguetes de mochila y machetes, pensaba combatir el fuego de llamas de 15 metros que se expandía por todo el territorio nacional.

No podemos entender (como decía Evo) como ante este apocalíptico panorama el gobierno puede ser tan insensible y tan inepto. Pensamos que deben existir razones que deben ser mas profundas, veamos:

En primer lugar, es sin duda muestra de insensibilidad e ineptitud, es decir no tener ni la capacidad de entender lo que sucede ni las capacidades y la voluntad para actuar. Es decir, un gobierno incapaz.

En segundo lugar, no actúan por sentimiento de culpa: Saben que gran parte del desastre es producido por su gente, primero interculturales y luego mineros, quienes actúan con la seguridad de contar con el aval político del gobierno, percepción que el gobierno, por motivos políticos no pretende cambiar. Hay también culpables “de corbata” pero ese es otro tema.

En tercer lugar (y muy importante) no declaran desastre nacional por complejo de inferioridad, vergüenza y que no se descubra a nivel internacional sus mentiras sobre una fortaleza, organización y eficiencia que son inexistentes.

Para el gobierno declarar desastre nacional implica que somos un país que no puede controlar la situación, ni posee los recursos para ello, con lo cual se derrumba la persistencia de pregonar el modelo exitoso del socialismo boliviano, siempre con sus maquilladas cifras macroeconómicas en las que ya nadie cree. Si vienen personas e instituciones de afuera, descubren la realidad: Un país desorganizado, en harapos, sin recursos y que no enorgullece a nadie. Se descubriría la gran mentira.

Estas hipótesis se confirman al escuchar que al final el gobierno tuvo que pedir ayuda pero obviamente escogiendo solo a sus amigos, que no van a chismear sobre nuestra situación: Venezolanos, brasileros y chilenos, todos ellos socialistas. Los franceses están ahí solo para emborrachar la perdiz y que la maniobra no sea tan evidente.

Y nosotros, los ciudadanos, tenemos que pagar el precio que nos hace pagar un gobierno inepto y lleno de complejos. ¿hasta cuando?

QOSHE - Qué terrible es la incapacidad y el complejo de inferioridad - Fernando Prado Salmón
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Qué terrible es la incapacidad y el complejo de inferioridad

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21.11.2023

Uno no acaba de entender porqué, un país pobre y desorganizado debe sufrir enormes incendios y sequías sin declarar desastre nacional y hacerse ayudar por organismos internacionales que – fíjense ustedes – se han creado justamente para ayudar a países que sufren algún desastre.

Desde hace mas de un mes Bolivia sufre un enorme desastre nacional, de dimensiones apocalípticas, con destrucción de millones hectáreas de bosque, desaparición de comunidades indígenas, pérdida de reservorios de agua y millones de ciudadanos, como los cruceños, sobreviviendo meses con aire de comprobado valor toxico y mortal.

Inexplicablemente, y sabiendo que no se tiene la capacidad para combatir un desastre de estas dimensiones, el gobierno se........

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