Cuando más anhelo ideas libertarias es cuando el Gobierno se aventura a intervenir en la educación privada. Como si la educación pública fuese un paradigma a seguir, el Ministerio de Educación impone sus criterios a los establecimientos privados, pretendiendo mostrarse como protector de los escolares y padres de familia. En realidad, los colegios privados existen porque los padres no confían en la educación pública y, por ende, están dispuestos a pagar por una mejor opción. Gracias a la libre oferta, los padres pueden elegir una escuela en función de su calidad educativa, ubicación y costo.

En los últimos años, a los colegios privados se les ha limitado la libertad de aumentar sus pensiones, a pesar de que sus costos operativos han experimentado un notable incremento. Estas restricciones los han obligado a realizar recortes que, a la larga, afectan la calidad de la educación e incluso ponen en riesgo su viabilidad. Aquí se manifiesta ese afán gubernamental de querer nivelar todo hacia abajo, cercenando la libertad de todos para elegir lo que más convenga.

Lo ideal sería que la educación se nivelara hacia arriba y que todos tuvieran las mismas oportunidades de acceder a ella. Sin embargo, para que esta utopía suceda, se podría, por ejemplo, reasignar el presupuesto del Ministerio de Gobierno al de Educación. Menos gases lacrimógenos en las calles y más laboratorios de Química en las aulas. Ya que esto parece improbable, por lo menos permitan que los colegios privados sigan desempeñando el papel de brindar lo que el Estado no da.

QOSHE - Cara a cara - Juan Carlos Rivero
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Cara a cara

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09.01.2024

Cuando más anhelo ideas libertarias es cuando el Gobierno se aventura a intervenir en la educación privada. Como si la educación pública fuese un paradigma a seguir, el Ministerio de Educación impone sus criterios a los establecimientos privados, pretendiendo mostrarse como protector de los escolares y padres de familia. En realidad, los colegios privados existen porque los padres no........

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