En Bolivia, no necesitamos los datos del censo 2024 de población y vivienda, para conocer nuestras limitaciones y carencias en cuanto a infraestructuras de servicio, vivienda y equipamientos. Eso se nota a la legua:.​

1. Transporte: Redes de transporte público ineficiente. Ausencia de redes de buses interprovinciales seguros e integrados con el transporte público urbano principal. Deficiente diseño de calles, y deplorable estado de carreteras para la movilidad y el transporte a escala nacional e internacional. Falta de planes para la movilidad peatonal y ciclista, y de medios alternativos y eficientes de energía para reemplazar los recursos no renovables que hoy presentan escasez.

2. Planes de Vivienda y desarrollo residencial: Falta de planificación de áreas residenciales diversificadas en términos de tipos de vivienda, densidades y niveles de ingresos. Escasos programas de acceso a la vivienda de interés social asequible para diferentes segmentos de la población. Limitaciones en cuanto a infraestructura de servicios básicos (agua, energía, y, sobre todo, sistemas sanitarios y drenajes pluviales) en las ofertas inmobiliarias privadas. Informalidad en el uso y apropiación del suelo que genera situaciones de riesgo e indefensión de orden natural y legal.

3. Redes de Espacios públicos: Deficiencia en áreas destinadas a parques y áreas verdes accesibles y bien distribuidas, escasez de espacios recreativos y al aire libre para los habitantes. Mal uso y falta de mantenimiento de plazas y mercados. Carencia de equipamientos públicos como bibliotecas, instalaciones deportivas y culturales, centros comunitarios, y si los hubiera, la falta de recursos humanos para atenderlos.

4. Redes de Educación y salud: Insuficiente cantidad de escuelas a nivel primario distribuidas estratégicamente en una red de equipamiento comunitario, y de institutos de enseñanza técnica superior, con oferta de titulaciones intermedias para la salida laboral rápida de la población joven. Insuficiente y precaria infraestructura de centros de salud y hospitales de 1er, 2do y 3er nivel, en términos de capacidad, cobertura territorial, equipo hospitalar y personal idóneo (ítems) con diferentes niveles de especialización.

5. Comercio y servicios: Falta de ordenamiento, gestión y control de los centros comerciales y mercados de diferentes categorías que satisfagan adecuadamente las necesidades de la población. Carencia de infraestructura para el fomento y desarrollo de actividades económicas y generación de empleo.

6. Infraestructuras técnicas: Carencia de planes de fortalecimiento y adecuación de los sistemas de suministro de agua y saneamiento eficientes y seguros para las comunidades. Falta de estrategias para el aprovisionamiento de redes eléctricas que soporten la demanda actual y a futuro, con costos justos y equitativos. Falta de estudios y proyección de sistemas de generación de energía alternativos más eficientes y sostenibles. Falta de gestión de residuos sólidos, que respete los recursos naturales y el medioambiente y salubridad en los asentamientos urbanos en el corto, mediano y largo plazo.

Es una vergüenza que, hasta ahora, las políticas públicas han estado basando sus planes programas y proyectos tomando convenientemente como referencia los datos obsoletos del último censo de población y vivienda realizado en el año 2012, prácticamente sin actualización. Por ello, la necesidad imperiosa del nuevo censo. Sin embargo, a la necesidad, se suma, como desde hace ya varios años, la susceptibilidad.

Es muy obvio que las estadísticas resultantes del censo de este domingo, tendrán resultados crecientes exponencialmentes en ciudades como, por ejemplo, Santa Cruz y El Alto, que son polos de desarrollo y destino de migraciones masivas; y decrecientes, en las áreas rurales. Se sabe también que más del 75% de la población está asentada en áreas urbanas, según datos de la Organización Mundial de la Salud o del Banco Mundial, y que ésta es una tendencia a nivel mundial casi irreversible.

Por eso llama la atención cuando Arce Catacora dice que no habrá sorpresas (sobre los resultados del censo) en Santa Cruz o en La Paz, y sí en las áreas rurales.

La gran incógnita es: ¿cómo habrán hecho o harán, para censar a los pobladores de los pueblos rurales fantasmas que se inventaron para ganar elecciones, y captar los fondos del Fondioc, y otros amañados artilugios creados para favorecer su inamovilidad en el poder?

Una forma (no la única ni la de mayor impacto) ha sido el traslado descarado y evidente de personas por parte de autoridades afines al gobierno central, desde las ciudades hacia las provincias y el campo. Con ello seguramente planean impedir que municipios y departamentos como Santa Cruz, ganen más escaños regionales en las cámaras, así como el “inflar” las poblaciones rurales y provinciales les favorecerá para un nuevo gran fraude en las próximas elecciones.

El modus operandi es el de siempre: Acarrear gente como ovejas para cumplir sus oscuros objetivos políticos, sin tomar en cuenta el efecto boomerang negativo que tienen para el pueblo estas prácticas antidemocráticas y engañosas, para ese pueblo que dicen defender.

QOSHE - Censo sin consenso: entre la necesidad y la susceptibilidad - Marina Bonino
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Censo sin consenso: entre la necesidad y la susceptibilidad

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02.04.2024

En Bolivia, no necesitamos los datos del censo 2024 de población y vivienda, para conocer nuestras limitaciones y carencias en cuanto a infraestructuras de servicio, vivienda y equipamientos. Eso se nota a la legua:.​

1. Transporte: Redes de transporte público ineficiente. Ausencia de redes de buses interprovinciales seguros e integrados con el transporte público urbano principal. Deficiente diseño de calles, y deplorable estado de carreteras para la movilidad y el transporte a escala nacional e internacional. Falta de planes para la movilidad peatonal y ciclista, y de medios alternativos y eficientes de energía para reemplazar los recursos no renovables que hoy presentan escasez.

2. Planes de Vivienda y desarrollo residencial: Falta de planificación de áreas residenciales diversificadas en términos de tipos de vivienda, densidades y niveles de ingresos. Escasos programas de acceso a la vivienda de interés social asequible para diferentes segmentos de la población. Limitaciones en cuanto a infraestructura de servicios básicos (agua, energía, y, sobre todo, sistemas sanitarios y drenajes pluviales) en las ofertas inmobiliarias privadas. Informalidad en el uso y apropiación del suelo que genera situaciones de riesgo e indefensión de orden natural y legal.

3. Redes de Espacios........

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