En medio del crecimiento constante de nuestra ciudad y el aumento incesante de la cantidad de vehículos de todo tipo en las calles, es urgente abordar de manera efectiva el problema del tráfico vehicular, antes de que sea demasiado tarde. Al contrario de lo que la mayoría de las personas puedan creer, la simple adición de más carriles de circulación vehicular no es la solución definitiva para este problema, como estamos pudiendo constatar nuevamente con la habilitación del carril que estaba destinado al BRT en el Primer Anillo; o la ampliación de las vías en el 3er Anillo interno entre Av. Beni y Mutualista. Si bien puede ser tentador pensar en el ensanche de vías como una solución rápida y fácil, se ha demostrado que esta estrategia es ineficiente y a menudo generadora de mayores problemas a largo plazo.

El problema fundamental radica en que las áreas urbanas tienen una cantidad limitada de espacio físico. Por lo tanto, es ilusorio creer que, al añadir carriles de circulación, los vehículos transitarán de forma más fluida. La realidad es que el tráfico se ajusta a la capacidad de la infraestructura disponible, y el aumento de carriles solo fomenta el uso del automóvil privado por ser, dadas las condiciones actuales de nuestro transporte público, más seguro y eficiente, desincentivando otras alternativas para la movilidad urbana.

Una verdadera solución implica necesariamente modernizar y optimizar el sistema de transporte público. Sabemos que cuando se cuenta con un sistema eficiente, cómodo y confiable, las personas están más dispuestas a dejar sus vehículos en casa. Esto reduce la cantidad de automóviles en las calles y mejora la fluidez del tráfico.

Un ejemplo clásico donde se ha logrado con éxito este objetivo, es la ciudad de Curitiba, en Brasil. Gracias a la implementación del sistema de autobuses rápidos con carriles exclusivos, lograron una disminución considerable del tráfico, con un servicio de calidad que siguen disfrutando hasta hoy. Por el contrario, un ejemplo nefasto es lo que se vive en El Cairo, con 22 millones de habitantes, donde, además de la cantidad exorbitante de vehículos y un déficit en el transporte público, la ciudad no cuenta con sistemas de regulación y control tan necesarios como son los semáforos.

Pero modernizar el transporte público va más allá de simplemente mejorar el servicio. Implica necesariamente la implementación de infraestructuras adecuadas, como carriles exclusivos, estaciones y paradas seguras y sistemas de cobranza eficientes, para asegurar una experiencia de desplazamiento sin contratiempos. El concepto de los BRT sigue siendo una excelente solución, integrada y sostenible, para el tráfico vehicular, especialmente en nuestro medio. El retirar los cordones del primer anillo, ha sido una estrategia cortoplacista para evitar encarar y resolver el verdadero problema del transporte. Queda la duda, más allá del daño económico que ello implica, de si el Gobierno Municipal tendrá alguna propuesta respecto al uso y aprovechamiento de la infraestructura destinada a las estaciones ubicadas dentro del camellón central, que hoy son una muestra evidente del abandono y falta de planes alternativos ante las decisiones tomadas.

Es vital que el Gobierno Municipal y las empresas de privadas de transporte público cambien de una vez por todas su enfoque sobre este tema, priorizando el bien común antes que intereses particulares, con soluciones reales para encarar esta situación que cada vez se hará más insostenible. Los cambios en las dinámicas de la movilidad urbana (la presencia cada vez más generalizada de motos como medio de transporte “rápido y económico”), así como los nuevos usos y servicios (empresas privadas de “delivery” y de transporte que funcionan mediante aplicaciones digitalizadas) y la necesidad de incluir la movilidad alternativa sostenible (con el uso de bicis), son aspectos que también deberán ser tomados en cuenta como parte del problema a resolver. Las estadísticas nos están demostrando, además, un incremento exponencial en los accidentes de tránsito y desde el punto de vista sociológico, el comportamiento cada vez más agresivo y desconsiderado de los conductores entre si y en el trato con los peatones.

Es urgente considerar soluciones a esta problemática desde una Planificación Integral, porque además de lo expuesto, con seguridad que contribuirá también a resolver en buena parte la escasez de combustible destinado al parque automotor, que, dicho sea de paso, genera las ¾ partes del monóxido de carbono, además de otros óxidos contaminantes en las ciudades. Como se ve, el transporte público actual es la punta del ovillo de una situación que solo podrá mejorarse a través de una gestión pública inteligente, eficiente y previsora, para optimizar la fluidez del tráfico urbano, reducir la congestión física, medioambiental y psicológica, apoyar una economía cada vez más deteriorada y brindar una mejor calidad de vida para nuestros habitantes.


QOSHE - Modernizar el transporte público sigue siendo una prioridad - Marina Bonino
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Modernizar el transporte público sigue siendo una prioridad

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28.02.2024

En medio del crecimiento constante de nuestra ciudad y el aumento incesante de la cantidad de vehículos de todo tipo en las calles, es urgente abordar de manera efectiva el problema del tráfico vehicular, antes de que sea demasiado tarde. Al contrario de lo que la mayoría de las personas puedan creer, la simple adición de más carriles de circulación vehicular no es la solución definitiva para este problema, como estamos pudiendo constatar nuevamente con la habilitación del carril que estaba destinado al BRT en el Primer Anillo; o la ampliación de las vías en el 3er Anillo interno entre Av. Beni y Mutualista. Si bien puede ser tentador pensar en el ensanche de vías como una solución rápida y fácil, se ha demostrado que esta estrategia es ineficiente y a menudo generadora de mayores problemas a largo plazo.

El problema fundamental radica en que las áreas urbanas tienen una cantidad limitada de espacio físico. Por lo tanto, es ilusorio creer que, al añadir carriles de circulación, los vehículos transitarán de forma más fluida. La realidad es que el tráfico se ajusta a la capacidad de la infraestructura disponible, y el aumento de carriles solo fomenta el uso del automóvil privado por ser, dadas las condiciones actuales de nuestro........

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