Aún antes de que empiece a rodar la pelota en la temporada 2024 de la División Profesional, el fantasma de la violencia nuevamente ha comenzado a agitarse en el fútbol boliviano. Ha ocurrido en partidos de fogueo. Incluso la antesala de un clásico cruceño entre Blooming y Oriente registró un enfrentamiento a golpes entre sus seguidores. Si el propósito fue que orientistas y bluministas ‘confraternizaran’ previamente, no resultó buena idea organizar el ‘amistoso’ por la gresca que protagonizaron hinchas archirrivales.

La violencia también estuvo abonada a la final de 2023 en el estadio de Miraflores entre Bolívar y Wilstermann, resuelta a favor de los celestes. El detonante fue la provocativa celebración del brasileño Francisco da Costa, autor del único gol de ese encuentro, frente a la tribuna visitante. Siguió el pelotazo deliberado del uruguayo Rodrigo Amaral contra la hinchada bolivarista y el ‘broche de oro’ lo puso el arquero paraguayo Arnaldo ‘Pipo’ Giménez, incontenible arremetiendo contra el uruguayo Bryan Bentaberry que en filas ‘académicas’ resalta más por sus dotes de pendenciero.

Últimamente, el mismo Bentaberry mostró su ‘mala leche’ en un amistoso con Royal Pari agrediendo al árbitro de ese encuentro y luego tuvo un papel estelar en la batalla campal en que derivó otro ‘amistoso’ entre Bolívar y Guabirá en Montero. Son las referidas, con la violencia omnipresente y actores de reparto, unas preocupantes señales en vísperas de una nueva temporada del tan venido a menos fútbol boliviano.

QOSHE - Cara a cara - Pedro Rivero Jordán
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Cara a cara

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09.02.2024

Aún antes de que empiece a rodar la pelota en la temporada 2024 de la División Profesional, el fantasma de la violencia nuevamente ha comenzado a agitarse en el fútbol boliviano. Ha ocurrido en partidos de fogueo. Incluso la antesala de un clásico cruceño entre Blooming y Oriente registró un enfrentamiento a golpes entre sus seguidores. Si el propósito fue que orientistas y bluministas........

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