Una última encuesta de Jubileo, (institución cuya seriedad y profesionalismo están fuera de toda duda) deja ver el grado de descomposición social y política al que nos han llevado los 17 años de gobiernos masistas. Algunos resultados de este estudio nos ilustrarán mejor. Veamos: el 63% de los bolivianos creen que la “democracia” tal como está no brinda tranquilidad, seguridad ni optimismo. Solo el 12% cree que los derechos humanos están garantizados en Bolivia. El 61% cree que la libertad de expresión no está garantizada, el 73% no cree que todos los ciudadanos reciben el mismo trato ante la Ley, solo el 11% cree que el régimen masista actúa con absoluto respeto de la Constitución y las Leyes y el 71% considera que la gestión del gobierno no es transparente. El 69% asegura que el gobierno es incapaz y deficiente a la hora de resolver conflictos, solo el 15% cree que el gobierno gestiona exitosamente la crisis económica, 53% opina lo contrario, el 72% considera que la corrupción pública no se sanciona drásticamente, el 70% opina que la lucha contra el narcotráfico es un fracaso, el 75% no confía en la justicia y el 73% tampoco confía en la policía. Solo el 27% cree que la COB defiende a los trabajadores y el 29% que la CSUTCB lucha por los campesinos, a lo que se suma que el 70% de los bolivianos considera que los partidos y sus lideres necesitan renovarse. Se añade a esto el grado de desinstitucionalización de todas las estructuras democráticas, el copamiento de todos los niveles del Estado, la supresión forzada de la gran mayoría de los medios independientes de comunicación, la corrupción, el prebendalismo y el trabajo sucio de sus grupos de choque. La corporativización de las instituciones ciudadanas y el imperio del poder de mafias que progresivamente van tomando el país. La impunidad desembozada, el avasallamiento de la propiedad privada rural, la penetración del narcotráfico a instancias clave del Estado y la pérdida total de un derrotero histórico que nos permita vislumbrar un futuro menos incierto. Después de este desastroso cuadro cabe preguntarse qué quedó en pie. Qué no ha sido arrasado por el experimento masista, sus devaneos y esa borrachera de poder que los hizo dilapidar 50 mil millones de dólares.​

La reprobación alcanza tantos aspectos de la gestión gubernamental e instancias del Estado, que uno termina con la impresión de que este (el Estado) se ha volcado contra el pueblo y que el MAS tiene en todo ciudadano que no piensa como él un enemigo imperdonable.

Los sociólogos dicen que el tejido social y su consistencia son posibles por la acción de las instituciones sociales, así, si la familia como institución social se deteriora, se deteriora el conjunto de la sociedad, pues bien, en el fallido intento de refundar el Estado el MAS se dio a la tarea sistemática de pulverizar la institucionalidad republicana y democrática y reconstruirla bajo el signo plurinacional lo que, como sabemos, resultó un fracaso, en otras palabras, los despojos que hoy administra son el cadáver de su proyecto político y eso se expresa en el rechazo mayoritario de su gestión. El resultado de este progresivo deterioro ha dado como producto final un régimen mentiroso y oscuro que ha hecho de la postverdad una estrategia de dominación. De lo que ya no quepa duda es que cada vez se acerca más a ese modelo “socialista” en el que pequeñas cupulas se apropian de los mecanismos del Poder para someter sociedades completas, dictaduras tipo Nicaragua, Cuba o Venezuela, lo que está por verse es si el pueblo boliviano se someterá.

QOSHE - ¿Qué ha quedado en pie? - Renzo Abruzzese
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¿Qué ha quedado en pie?

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31.10.2023

Una última encuesta de Jubileo, (institución cuya seriedad y profesionalismo están fuera de toda duda) deja ver el grado de descomposición social y política al que nos han llevado los 17 años de gobiernos masistas. Algunos resultados de este estudio nos ilustrarán mejor. Veamos: el 63% de los bolivianos creen que la “democracia” tal como está no brinda tranquilidad, seguridad ni optimismo. Solo el 12% cree que los derechos humanos están garantizados en Bolivia. El 61% cree que la libertad de expresión no está garantizada, el 73% no cree que todos los ciudadanos reciben el mismo trato ante la Ley, solo el 11% cree que el régimen masista actúa con absoluto respeto de la Constitución y las Leyes y el 71% considera que la gestión del gobierno no es transparente. El 69% asegura que el gobierno es incapaz y deficiente a la hora de resolver conflictos, solo el 15% cree que el gobierno........

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