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Los ríos crean sus meandros para facilitar el camino hacia el mar, o hacia otro río, o hacia el lugar donde depositen al final sus muchas aguas. Es una curva, como de hoz, como de ballesta, que las aguas van formando, con el tiempo, según su fuerza, su velocidad, la calidad del terreno y los obstáculos que encuentran allá. Van erosionando para ir avanzando lentamente. Escribió Einstein que, debido a la rotación de la tierra, la erosión fluvial en el hemisferio norte se presenta en la margen derecha, mientras que en el hemisferio sur es en la izquierda. También reconocía que el río traza su camino, buscando siempre la vía más fácil. Apenas se divisan líneas rectas en la naturaleza. Por dondequiera que uno vaya se encuentra con formas dispares, pero ninguna completamente rectilínea.

Ha llovido mucho en estas últimas semanas. Los arroyos antes mansos bajan bravos y salvajes, saltando sobre las peñas, declarando con su estruendo sonoro la alegría de su existencia. Gritan y lloran porque quieren vivir; se salen de su cauce porque el caudal se lo permite; anegan los terrenos contiguos, dejan allí su recuerdo y se van alborotados, pero gozosos, por donde siempre han ido, pero con más estruendo. La higuera es una muestra de la grandeza del deseo de durar. En invierno, sobre el suelo, recogida, casi inexistente, poco visible, pasa inadvertida a todos los seres, pero con las primeras aguas y el golpe de calor comienza su resurrección, se retuerce, se encresta, se riza y se curva, extiende sus brazos, se alarga, en busca de la luz nutritiva, y, enseguida, sin algarabía ni proclamación sonora, aparecen, sobresaliendo sobre las hojas, como unos botones verdes, los primeros brotes, diminutos, pero mostrando lo que pronto serán. Cada brote es un anuncio que se extiende sobre el campo, indicando que el tiempo es benigno: la esperanza, como las flores de los árboles, crece sobre lo antes abonado y trabajado. Hay, ahora, una tremenda suavidad en las formas, en el color, en el modo de asentarse sobre el suelo.

El camino fácil no es el que siempre se escoge, porque a veces no queda otro remedio. La alegría no siempre es fácil, ¡pero es tan sencilla! La risa es fácil, ¡pero es tan escasa! Los meandros son esas pausas que se hacen, mientras se piensa qué camino seguir. En los ríos sucede, normalmente, a mitad de camino entre el nacedero y la desembocadura; en los humanos, casi siempre en la madurez, cuando se toman las decisiones cruciales.

QOSHE - Meandros - Felipe Juaristi
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Meandros

12 0
06.04.2024

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Los ríos crean sus meandros para facilitar el camino hacia el mar, o hacia otro río, o hacia el lugar donde depositen al final sus muchas aguas. Es una curva, como de hoz, como de ballesta, que las aguas van formando, con el tiempo, según su fuerza, su velocidad, la calidad del terreno y los obstáculos que encuentran allá. Van erosionando para ir avanzando lentamente. Escribió Einstein que, debido a la rotación de la tierra, la erosión fluvial en el hemisferio norte se........

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