La semana fui cautivado por dos lecturas profundamente distintas, pero unidas por una temática común: la búsqueda de la grandeza. Por una parte, me encontré reflexionando sobre las palabras del tenista Jannik Sinner. Por otra, leí unas páginas de The Hard Thing About Hard Things, del empresario Ben Horowitz. Ambas fuentes resaltan un punto crucial: la grandeza no se logra sin perseverancia y sacrificio.

La edición italiana de Vanity Fair acaba de publicar una entrevista exclusiva con Sinner. En la portada de la revista, el tenista, con sus rizos rojos y desordenados, irradia una presencia magnética, casi etérea. Su mirada, intensa y serena al mismo tiempo, parece trascender el velo de lo cotidiano. A pesar de ser el primer italiano en triunfar en el Abierto de Australia y de haber ascendido al tercer puesto del ranking mundial tras su victoria en Rotterdam, Sinner no se detiene a regodearse en sus extraordinarios logros. Al contrario, se enfoca en la constante búsqueda de mejora. Con la mirada puesta en el horizonte, en lo que aún no ha logrado. “Todavía tengo mucho que aprender de mis errores”, afirma el campeón. Incluso estando en la cima, siempre hay un nuevo reto que conquistar.

Ben Horowitz, renombrado empresario e inversor estadounidense, se ha destacado en Silicon Valley colaborando con colosos tecnológicos como Netscape, AOL y HP. En sus libros subraya que el éxito está indisolublemente vinculado al sufrimiento y al esfuerzo requeridos para alcanzarlo. La verdadera batalla, sostiene, surge cuando te cuestionas la razón inicial de tu emprendimiento, cuando los demás te instan a rendirte y te encuentras sin respuestas. “La batalla es anhelar el fin del sufrimiento. Es la personificación de la desdicha. Es sentirse aislado aún en medio de la multitud. La batalla es implacable”, afirma Horowitz. Pero enfrentar esta batalla es imprescindible para quienes aspiran a la grandeza; de lo contrario, ¿qué sentido tiene emprender o perseguir cualquier meta?

Cada nuevo desafío que nos planteamos es como enfrentarnos a una selva que debemos conquistar y atravesar para alcanzar el otro extremo. Esta selva se halla repleta de riesgos, incertidumbres y peligros. No existe garantía alguna de éxito; el fracaso siempre es una posibilidad latente. Sin embargo, si anhelamos verdaderamente alcanzar la victoria al otro lado, no nos queda más remedio que adentrarnos en esa espesura. A medida que avanzamos, nos descubrimos a nosotros mismos, adquirimos conocimientos y habilidades que, eventualmente, nos conducirán hacia nuestro objetivo. Los temores, las limitaciones y las inseguridades que experimentamos no son más que un llamado a crecer y transformarnos. Esta es, en esencia, la batalla más trascendental. Maduramos en la medida en que avanzamos en nuestro camino, no deteniéndonos ante los obstáculos, sino aprendiendo a superarlos. Esta es la lucha vital, la que otorga sentido a nuestra esencia y a nuestras acciones.

QOSHE - El camino hacia la victoria - Aldo Civico
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El camino hacia la victoria

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27.02.2024

La semana fui cautivado por dos lecturas profundamente distintas, pero unidas por una temática común: la búsqueda de la grandeza. Por una parte, me encontré reflexionando sobre las palabras del tenista Jannik Sinner. Por otra, leí unas páginas de The Hard Thing About Hard Things, del empresario Ben Horowitz. Ambas fuentes resaltan un punto crucial: la grandeza no se logra sin perseverancia y sacrificio.

La edición italiana de Vanity Fair acaba de publicar una entrevista exclusiva con Sinner. En la portada de la revista, el tenista, con sus rizos rojos y desordenados, irradia una presencia magnética, casi etérea. Su mirada, intensa y serena al mismo tiempo, parece trascender el velo de lo cotidiano. A pesar de ser el........

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